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Por equivocación LAPD calificó miles de casos como delitos menores

Un informe muestra que el Departamento de policía de Los Ángeles (LAPD) clasificó muchos delitos graves erróneamente, omitiéndolos del recuento total de violencia en los pasados siete años.

Un informe muestra que el Departamento de policía de Los Ángeles (LAPD) clasificó muchos delitos graves erróneamente, omitiéndolos del recuento total de violencia en los pasados siete años.

(Genaro Molina / Los Angeles Times)

Una deficiente capacitación, un sistema de registro propenso a errores y una confusión generalizada entre la policía de Los Ángeles, condujo a que millares de delitos graves fueran omitidos del recuento de la violencia en la ciudad en los últimos siete años, reveló una auditoría realizada por una compañía de vigilancia independiente.

En el informe, que fue dado a conocer el viernes, el inspector general Alex Bustamante estima que LAPD clasificó erróneamente más de 25,000 agresiones agravadas como incidentes menores en el periodo comprendido del 2008 al 2014.

La auditoría encontró que los errores significan que el número de ataques graves hubiera sido 36% más elevado de lo que informó el LAPD durante ese tiempo.

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Las agresiones agravadas están incluidos en el conteo oficial de la delincuencia del Departamento, mientras que los incidentes menos graves no fueron contabilizados.

El número de crímenes mal clasificados no fue lo suficientemente grande como para impactar las tendencias generales de la delincuencia reportada por el departamento de un año al siguiente, que incluyó una caída constante en la violencia hasta el 2014, cuando el índice de criminalidad comenzó a subir. El informe de Bustamante refleja los resultados de un análisis de The Times del mes de octubre, el cual también concluyó que el departamento clasificó mal miles de crímenes durante un período de ocho años, terminando en 2012.

Sin embargo, el inspector general, que tenía mucho mayor acceso que Los Angeles Times a los reportes de crimen y otros documentos internos del LAPD, encontró muchísimos más errores.

Las tan inexactas estadísticas “se debieron a una combinación de problemas sistémicos, deficiencias procesales, los conceptos erróneos por parte de todo el departamento sobre lo que constituye una agresión agravada y, en un pequeño número de casos, errores individuales por parte de los oficiales”, encontró la auditoría.

En un hallazgo sorprendente, Bustamante escribió que una encuesta realizada por funcionarios del departamento en los últimos años encontró que aproximadamente el 70% del personal de la policía de los Ángeles había recibido “poca o ninguna formación” sobre las normas estandarizadas para reportar crímenes establecidas por el FBI.

La encuesta interna también encontró que había “cierta confusión” dentro de las filas del departamento sobre quién era responsable de meter la información sobre incidentes en la base de datos de delincuencia de la agencia. Y los comandantes de vigilancia, que actúan como supervisores de la estación, a menudo citan incorrectamente el código penal del estado al tomar decisiones acerca de cómo clasificar los delitos en lugar de las directrices de la FBI.

Estas extensas y generalizadas deficiencias dieron lugar a una serie de problemas.

Al llenar los reportes sobre casos de violencia doméstica, por ejemplo, los oficiales y supervisores con frecuencia no especificaban si el ataque era un delito grave o menor bajo las reglas del FBI, escribió Bustamante. Sin saber que elegir, los empleados de la estación “por defecto usaban el código que indica la agresión simple” al documentar incidentes en la base de datos de delitos del departamento, encontró Bustamante. Un quinto de los incidentes erróneamente identificados por el inspector general caben en este patrón, señala el informe.

Más de una cuarta parte de los errores fueron por parte de LAPD al no contar los casos en que los sospechosos blandieron armas como agresiones agravadas.

La Comisión de policía, una junta civil que supervisa a LAPD, le dio instrucciones a Bustamante de conducir una auditoria después de una investigación de 12 meses datos sobre la clasificación de crímenes realizada por el L.A. Times en 2014, en la que se encontraron errores generalizados en cómo fueron clasificados las agresiones, incluyendo cientos de apuñalamientos y golpizas

En respuesta a ese informe, el jefe de policía Charlie Beck reconoció públicamente que había problemas con proceso del Departamento para clasificar los delitos. Él lanzó una serie de cambios destinados a mejorar la rendición de cuentas interna, así como capacitar a los oficiales acerca de cómo clasificar los crímenes.

Las reformas, implementadas el año pasado, se centraron alrededor de un equipo recién formado de detectives encargados de mejorar la calidad de la clasificación de los crímenes por parte del departamento. Conocida como la Data Entry Unit (unidad de integración de datos), el equipo ha reentrenado a cientos de oficiales que juegan algún papel en la clasificación de delitos. La unidad ahora también realiza inspecciones de la integración de datos de crímenes en todas las divisiones regionales del departamento, en busca de errores.

Bustamante llegó a la conclusión de que las reformas parecen estar mostrando resultados ya que, en el primer trimestre de 2015, los errores cometidos por LAPD son de aproximadamente la mitad de la tasa reportada en años anteriores, según los hallazgos de la auditoría.

Diciendo que el departamento había trabajado estrechamente con el inspector general cuando él llevaba a cabo la auditoría, el jefe adjunto Michel Moore, reconoció que el departamento había cometido errores al clasificar delitos. Dijo además que las reformas y una mayor supervisión implementada por el departamento, luego de la investigación realizada por The Times, han comenzado a echar raíces y están destinadas a mejorar la precisión de las clasificaciones de los delitos.

La auditoría, basada en una muestra aleatoria de 3,856 clasificaciones de delitos menores, no abordó el tema de las “reclasificaciones”, que ocurren cuando un caso está documentado inicialmente como grave, pero más tarde es degradado a una ofensa menor.

El año pasado, The Times obtuvo los records de los informes de 53 incidentes y encontró que un tercio de ellos fueron incorrectamente cambiados.

“Los números importan, especialmente cuando son divulgadas al público”, dijo Matt Johnson, presidente de la Comisión de la policía. “Es muy preocupante el aumento de agresiones agravadas y desearía que hubiera sido identificado antes, pero me complace que hemos diagnosticado totalmente el problema y que el departamento parece haber abordado esas deficiencias”.

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