‘El Jefe’ puede ser el último jaguar salvaje en EE.UU.
Lo llaman ‘El Jefe’, y anda solo.
Fotos han salido a relucir durante años, solo destellos de la rara bestia que merodea las Montañas de Santa Rita, a las afueras de Tucson. Pero el miércoles emergió un video del animal con sus peculiares movimientos; algunos científicos creen que es el único jaguar salvaje que queda en Estados Unidos.
En el breve video de unos 40 segundos, el enorme felino merodea silenciosamente por un bosque árido, rumbo a una corriente rocosa, con la cabeza agachada, sin ninguna prisa. ‘El Jefe’ parece no percatarse de que está siendo observado.
“Usamos a nuestro perro de detección especialmente entrenado y pasamos casi tres años rastreando en montañas escarpadas, recogiendo datos y buscando dónde colocar las cámaras”, dice Chris Bugbee, un biólogo de Conservation CATalyst, el grupo de preservación que tomó el video, en un comunicado emitido por el Centro para la Diversidad Biológica.
“Esos videos representan la cima de nuestro esfuerzo”.
Aletris Neils, director ejecutivo del grupo, agregó que “podemos determinar que es un jaguar adulto macho, actualmente en perfectas condiciones. Cada nueva pieza de información es importante para su conservación”.
Arizona historicamente ha sido el punto más lejano hacia el norte al que llegan los jaguares, que se mueven en México, Centro y Sudamérica. Los animales están catalogados como especie en vías de extinción en Estados Unidos y el año pasado el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, impulsado por el centro, apartó casi 800,000 acres cerca de Tucson como hábitat protegido.
Esos grandes felinos —solo los tigres y leones son más grandes— eran más comunes antes de perder su hábitat ante el desarrollo industrial e inmobiliario, así como ante los cazadores. El último legalmente cazado fue una hembra, muerta a balazos en 1963.
Grupos de conservación apuntaron al video de ‘El Jefe’ como una razón más para prevenir el desarrollo de una mina de cobre planificada en las Montañas de Santa Rita. El área también es casa de otro pequeño gato que también está en peligro; un macho ocelote fue fotografiado allí en 2014.
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