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Antibióticos, trajes plásticos y cloro: así se preparan los atletas olímpicos para competir en las aguas contaminadas de Río

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Por Vincent Bevins - Reporte desde Río de Janeiro.

Los Juegos Olímpicos de verano están a punto de comenzar y la Bahía de Guanabara desborda. Los atletas británicos hacen las preparaciones finales a sus barcos. Cerca de allí, los miembros del equipo holandés preparan sus balsas inflables.

Y, dentro del agua, flotan las bolsas plásticas y la basura. Al norte, cerca de las comunidades más pobres de Río, el hedor de la bahía es abrumador, incluso perceptible a la distancia. “Este es un hermoso tramo de costa, ¿no es cierto?”, se pregunta Carmen Priscila Alves, de 48 años, mientras camina por Gloria Marina, donde comenzarán las pruebas olímpicas de vela. “Pero habría que estar ciego para no ver lo malo de esto. Es devastador lo que ha ocurrido con el agua, y las autoridades claramente no cumplen con lo que han prometido”.

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El estado de ánimo durante el período previo a los Juegos de Río se ha moldeado aquí durante meses, con la epidemia de Zika, la agitación política del país y la sensación inminente de que el interés de esta nación por ser anfitriona internacional alcanzó su punto máximo hace dos años, durante el Mundial de Fútbol. Pero la calidad de las playas y bahías donde los participantes nadarán, remarán y navegarán en apenas días, ha sido un problema persistente durante años.

El gobierno jamás estuvo siquiera cerca de limpiar la Bahía de Guanabara, tal como prometió que haría en preparación para las primeras Olimpíadas de Sudamérica; y los problemas de contaminación en el océano y la laguna cercana tampoco fueron evaluados, lo cual plantea posibles riesgos para la salud de los deportistas.

Un estudio de la calidad del agua, encargado por la agencia Associated Press (AP) recientemente, descubrió que la laguna Rodrigo de Freitas, donde se realizarán todas las competencias de remo y piragüismo, está llena de virus que pueden causar problemas intestinales y respiratorios.

El estudio halló cientos de millones de adenovirus por litro de agua, muy por encima de lo que podría considerarse ‘un riesgo’ para la salud en estados costeros como California.

“No sumerjan su cabeza en el agua”, sugirió Valerie Harwood, experta biomédica y profesora de la Universidad del Sur de Florida, luego de examinar el informe encargado por AP. Los atletas han respondido a todo esto con varias precauciones. Algunos comenzaron a tomar antibióticos antes de viajar a Brasil, otros tienen previsto llevar trajes especiales contra posibles contaminaciones microbianas, o simplemente se han comprometido a hacer todo lo posible para mantener la boca cerrada.

“[La calidad del agua] es una preocupación real. Tendremos que ser muy disciplinados con nuestros propios cuidados”, señaló Meghan O’Leary, miembro del equipo de remo de los EE.UU. “No tocar nuestros rostros si rozamos el agua, cubrir nuestras botellas con bolsas plásticas… Es habitual que nos salpiquemos mucho; yo me siento de forma inclinada, es normal que eso ocurra. Sólo intentaremos hacer lo posible para controlar la situación”.

Las autoridades han respondido a la defensiva y, a veces, hasta con sorpresa por la lluvia de críticas respecto de la calidad del agua en las bahías de Río y sus tramos abiertos de océano, alegando que las sedes olímpicas fueron testeadas con regularidad y que los resultados hallados están dentro de los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Carlos Alberto Junior, de 48 años, quien repara embarcaciones de pesca en la costa de la Bahía de Guanabara, se ríe cuando se le pregunta acerca de la promesa de limpiar la enorme zona. “Han dicho eso desde comienzos de 1990. Simplemente no van a hacerlo”, aseguró.

Mientras Junior habla, un cliente arrastra su bote hasta la playa, llena de basura, y dos hombres se sumergen en las aguas sucias para levantar una red llena de cangrejos. “¿Alguna vez este gobierno ha cumplido promesas de ese estilo? Esta playa sirve como dos negocios: uno de ellos es mi tienda de barcos, el otro es cuando los recolectores errantes de basura vienen y recogen más aquí en una hora que en cualquier otra parte durante un día entero”, afirma.

Los eventos olímpicos se realizarán en tres cuerpos de agua distintos, todos con diversos niveles de problemas. Las competencias de vela se llevarán a cabo en la Bahía de Guanabara, donde aguas residuales sin tratamiento desembocan en las aguas de los vecindarios anteriores. Las pruebas de nado abierto se desarrollarán en Copacabana, la popular y famosa playa donde las autoridades dicen que el agua ha sido testeada y mejorada regularmente para nadar. Y la problemática laguna Rodrigo de Freitas servirá de escenario para las competencias de remo y piragüismo.

Rogerio Valle, profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro y experto en cuestiones ambientales de agua, afirmó que el mayor riesgo puede darse para los deportistas que vuelquen en la Bahía de Guanabara o que sean salpicados por sus aguas. Está claro que el gobierno jamás realizó un esfuerzo para completar las garantías ambientales que expresó durante el proceso de licitación, señaló.

Muchos de los problemas de la calidad del agua en la Bahía de Guanabara, continuó el especialista, se remontan a un tratamiento inadecuado de las aguas residuales de las comunidades cercanas a la zona. “Algunos sitios están en muy, muy mal estado; otros no tanto”, precisó Valle. “Pero si alguien ingresa en el agua en la zona equivocada, es posible que entre en contacto con algún organismo que implique un grave problema”.

Este no es el único problema que ha aparecido recientemente para los deportistas acuáticos. Durante el mal clima que se registró aquí el pasado fin de semana, la rampa de Marina Gloria, donde los equipos de marineros británicos se habían preparado la semana anterior, colapsó. Por otra parte, la seguridad se ha convertido en un tema tan álgido que el gobierno anunció un gasto extra de $26 millones para controlar el tema.

El alcalde de Río, Eduardo Paes, quien fue el rostro de los Juegos Olímpicos, tildó de “injusta” la cobertura internacional que se ha hecho hasta el momento, aunque admitió que era “absurdo” que el gobierno estatal -una entidad separada de su oficina- no haya tratado las aguas residuales

Durante los últimos meses, Brasil se ha sumergido en una fuerte crisis económica y política, que dejó a muchos organismos gubernamentales cortos de efectivo. Uno de los más afectados ha sido el estado de Río, que declaró la emergencia y solicitó fondos federales durante este año.

Paes insiste en que los Juegos Olímpicos serán un éxito, y que algunos atletas ven el tema como otro desafío olímpico. “A este punto, sabemos que hay problemas con la calidad del agua”, escribió la remera Megan Kalmoe, de los EE.UU., en un ensayo ampliamente distribuido. “Se sabe que los atletas tendremos riesgo de contraer enfermedades; se sabe que tendremos que ser inteligentes, higiénicos y que deberemos tomar precauciones. Muy bien; ahora sigamos adelante”.

Traducción: Valeria Agis.

Si desea leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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