5 razones que explican la sorprendente victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton
“Será un Brexit multiplicado por tres”, anticipó el republicano Donald Trump en uno de sus últimos actos de campaña.
Y no estaba equivocado.
Pese a que la posibilidad del triunfo de Trump en las elecciones estadounidenses se recordaba una y otra vez, lo cierto es que la demócrata Hillary Clinton seguía siendo la favorita.
¿Cómo se explica entonces la victoria del candidato republicano?
1. Rechazo al sistema y la clase política tradicional
Donald Trump, un multimillonario sin experiencia en política, conocido por sus edificios y por su reality de televisión The Apprentice, es alguien de fuera, y qué mejor que un extraño para cambiar un sistema que, a juicio de muchos, ya no funciona.
“Drenar el pantano” (drain the swamp) se convirtió en uno de los eslóganes más repetidos por Trump en los últimos diez días de campaña.
Desde que el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, anunciara que su agencia iba a investigar nuevos correos electrónicos, Trump reforzó sus ataques contra Clinton y empezó a corear esas tres palabras que resumen el sentir de muchos de sus seguidores.
Que dos días antes de las elecciones Comey exonerara a Clinton de nuevo, no pareció tener mucho peso.
“Tienes mucha experiencia, sí, pero es mala experiencia”, repitió Trump en los debates presidenciales que enfrentaron a los candidatos.
La idea de que Clinton era más de lo mismo en un Washington que se percibe como un entorno elitista y corrupto sirvió para pasar por alto los rasgos más controvertidos del republicano.
Los seguidores de Trump sienten que es el único que “dice las cosas como son”y da voz a sus insatisfacciones y frustraciones.
Los exabruptos del ganador de las elecciones son tolerables porque demuestran que no se deja llevar por lo políticamente correcto.
La herencia bélica del presidente Barack Obama, que deja la Casa Blanca con la situación de Irak y Afganistán sin resolver y el avispero de Siria más complicado que nunca, ha atraído a más electores hacia Trump, quien asegura tener la solución para poner orden en el “desastre de Medio Oriente”.
2. Desencanto con la situación económica
“En los últimos 8 años, el 80% de los estadounidenses no ha visto ninguna mejora en sus sueldos”, subraya Arthur Brooks, director del grupo conservador American Entreprise Institute, con sede en Washington.
“Durante todos esos años creció el populismo, eso se ve en otros países, surgen líderes como Marine Le Pen en Francia, Nigel Farage en Reino Unido… ahora aquí ya somos Europa”, añade.
El discurso de Trump ha calado de forma particular en las clases medias trabajadoras, cuyo voto se puede leer como una expresión del desencanto y la frustración que sienten al ver que su situación económica no mejora aunque los líderes insistan en que la crisis financiera de 2008 ya quedó atrás.
En especial los hombres blancos de más de 50 años, de zonas posindustriales, trabajadores de sectores energéticos tradicionales que ahora se ven atacados por quienes defienden las energías limpias o renovables han llenado los mítines de campaña de Trump y, en consecuencia, han acudido a las urnas en grandes cantidades.
Además, los electores han premiado el discurso proteccionista de Trumprespecto a los tratados comerciales con otros países y su promesa de hacer que las empresas retornen la manufactura a Estados Unidos.
3. El discurso del miedo y el eco de los medios de comunicación
Relacionado con el desencanto de las clases medias está el temor a que la situación vaya a empeorar.
Ahí calan el miedo y rechazo al otro, al extranjero, al inmigrante que viene a quitar puestos de trabajo o a llevarse los fondos de un gobierno ya endeudado, al musulmán que quiere acabar con la cultura occidental por medio de ataques terroristas.
En ese sentido se explica el lema de campaña de Trump: “Hacer a Estados Unidos grandioso de nuevo”, en referencia a que los tiempos pasados eran mejores.
“Nunca hemos estado mejor que ahora”, le dice a BBC Mundo Michael Rosenblum, director de Rosenblumtv.
“No tenemos guerras mundiales, no hay una recesión económica importante, el autodenominado Estado Islámico no supone una amenaza real, es un grupo de apenas 30.000 personas que está muy lejos de aquí.
“Pero esto no vende. El periodismo para contar que todo va bien no tiene ningún sentido, la gente no sintonizaría las noticias.
“Para los medios es necesario hablar sobre la amenaza terrorista, sobre la afluencia masiva de mexicanos que quieren cruzar la frontera, aunque no sea verdad (de hecho, hay más mexicanos abandonando Estados Unidos que a la inversa), etcétera.
“Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad, pero me atrevería a modificar la frase y decir que la primera víctima del periodismo es la verdad”, opina Rosenblum.
4. La impopularidad de Hillary Clinton
Los seguidores de Bernie Sanders, quien se disputó con Hillary Clinton la nominación del Partido Demócrata, suspiran este martes por lo que consideran una ocasión perdida.
Y es que hay quienes aseguran que la principal razón que explica la victoria de Trump tiene nombre y apellido: Hillary Clinton.
La exprimera Dama y exsecretaria de Estado genera un rechazo casi sin precedentes en la clase política estadounidense y no sólo entre republicanos, sino también entre algunos demócratas y simpatizantes de otros partidos.
Desconfían de ella, dicen que es poco transparente y cuestionan su forma de manejar la Secretaría de Estado y la Fundación Clinton.
Esto sin entrar en el complicado caso de los correos electrónicos, un escándalo que persigue a la aspirante demócrata desde 2015.
“Yo podría disparar a alguien en la Quinta Avenida y no perdería ni un voto”, aseguró Trump en enero.
En el otro extremo está Clinton, a quien después de 30 años en política, no se le perdona un tropiezo.
5. Voto oculto
Una vez más tenemos que hacer referencia a los errores de las encuestas.
Con márgenes variables, más amplios o más estrechos, en general todas atribuían una ventaja a la candidata demócrata.
Se veía a los votantes latinos como los que le iban a adjudicar la victoria a Clinton, pero lo cierto es que el apoyo latino a la exsecretaria de Estado ha sido menor de lo anticipado.
La comunidad negra, por su parte, ha votado en proporciones menores que en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012, cuando se impuso Barack Obama.
Las mujeres blancas con título universitario, que también se apuntaban como grupo esencial para Clinton, no han votado en cifras capaces de compensar el apoyo de los hombres blancos de clase trabajadora por Trump.
Sin embargo, se pasó por alto algo que ha repetido Kellyanne Conway, gerente de campaña de Trump, estos últimos días: el voto oculto que terminó por darle la presidencia a Donald Trump.