Trump sigue sin definir los últimos cargos de su futuro gabinete
Nueva York — A dos semanas de que llegue a la Casa Blanca, Donald Trump sigue sin completar el Gobierno que le acompañará desde el 20 de enero, mientras algunos de los elegidos se preparan para el proceso de ratificación en el Senado.
Los primeros nombramientos fueron hechos el 13 de noviembre pasado, cinco días después de las elecciones, y hasta la fecha sólo le quedan por designar tres posiciones claves, una de ellas el titular de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI)
Se trata de un departamento creado en 2004 que coordina las actividades de los servicios de información y de espionaje civiles y militares, un puesto vital en el esquema presidencial.
La designación del encargado de la DNI ha cobrado actualidad en las últimas horas al publicarse informes sobre supuestas intenciones de Trump de reducir su tamaño al considerar que está sobredimensionado y además politizado.
Así lo señaló el miércoles The Wall Street Journal, citando fuentes conocedoras de los planes de Trump, que dijeron que el equipo del presidente electo cree que los servicios de inteligencia “están completamente politizados”.
Esos planes, sin embargo, fueron rechazados hoy contundentemente por un portavoz del equipo de transición, Sean Spicer, que calificó la información como “cien por cien falsa”.
Trump, según el portavoz, se ha fijado como prioridad “garantizar la seguridad” de la nación y, para ello, quiere “encontrar la forma mejor y más efectiva para hacerlo”.
El presidente electo ya designó el 18 de noviembre pasado al congresista y exoficial del Ejército Mike Pompeo para ponerse al frente de la Agencia Central de Información (CIA).
Para la DNI, entre los candidatos que ha mencionado la prensa figura el general retirado David Petraeus, también exdirector de la CIA y quien se entrevistó a fines de noviembre con Trump en Nueva York.
Según dirigentes del Partido Republicano, Trump debe elegir un profesional con “credenciales impecables” y, como sostiene Marco Rubio, miembro del Comité de Inteligencia del Senado, se trata de un “puesto duro”.
“Nuestro aparato de inteligencia es amplio, vasto y multifacético, y se debe elegir a alguien que pueda gestionar todo y también poder proveer información exacta y valoraciones para el presidente y el Congreso”, afirmó recientemente Rubio.
Las otras dos vacantes en el gabinete que tiene que cubrir todavía Trump son las de Agricultura y la de Asuntos de Veteranos.
Para la Secretaría de Agricultura uno de los favoritos es el exgobernador de Georgia Sonny Perdue, pero también han surgido otros posibles aspirantes que incluyen algunas figuras latinas, una comunidad que, de momento, ha quedado marginada por Trump.
Casi todos los designados tienen que pasar por el filtro de Senado. Quedan fuera cargos como el de jefe de Gabinete, que será Reince Priebus, y el jefe de estrategia, Stephen Bannon, los dos primeros nombramientos que hizo Trump.
Pero tendrán que pasar por los comités respectivos del Senado los titulares de los distintos departamentos y otros cargos como la nueva embajadora ante la ONU, Nikki Haley, o el nuevo director de la CIA.
Está previsto que estas audiencias comiencen la semana que viene. El lunes le tocará el turno a Ben Carson, candidato a ocupar la cartera de vivienda, y el miércoles la agenda estará repleta con citas diversas.
Entre ellos se encuentra el futuro secretario de Estado, Rex Tillerson, exdirector general de la petrolera ExxonMobil y cuyos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, han generado suspicacias.
Previas a esas audiencias, los distintos miembros del futuro gabinete de Trump han mantenido ya entrevistas con legisladores republicanos y demócratas con el fin de preparar el camino para las audiencias formales.
Para hoy estaban previstas 52 entrevistas organizadas por la oficina de asuntos legislativos del equipo de transición, para facilitar el camino en el Senado, controlado por los republicanos.