El exentrenador de básquetbol Joseph Kikuchi fue condenado por abuso sexual
Joseph Kikuchi, un exentrenador de básquetbol de una secundaria de Alhambra, fue declarado culpable de abusar sexualmente de una jugadora este miércoles.
Kikuchi, de 57 años de edad, no disputó ninguno de los 23 cargos de abuso sexual contra una menor. Tampoco llegó a un acuerdo con los fiscales, pero su declaración implica que no pasará por el proceso del juicio.
El exentrenador, que deberá registrarse como delincuente sexual y será sentenciado el próximo mes, se enfrenta a un máximo de 19 años y cuatro meses en prisión. En una declaración de no impugnación, el acusado no admite ni niega los cargos, pero la corte considera culpables a quienes no disputan las acusaciones.
Kikuchi fue detenido en septiembre de 2015, y acusado de haber tenido contacto sexual ilícito en múltiples ocasiones durante ese año con una estudiante en su equipo de básquetbol, cuando la joven tenía 15 y 16 años de edad.
Después de haber escuchado un rumor acerca de la chica y el entrenador, un administrador escolar dio aviso del tema a la policía.
Antes de llevarse a cabo su audiencia de revisión de la fianza, en octubre de 2015, el tribunal recibió docenas de cartas de apoyo para Kikuchi, quien era un entrenador bien conocido y respetado en la unida comunidad basquetbolista asiático estadounidense. Varios miembros de la comunidad asistieron a su comparecencia y a la revisión de la solicitud de libertad bajo fianza.
En esa audiencia, la fiscal Rena Durrant presentó mensajes de texto obtenidos del teléfono móvil de la víctima, aun cuando la menor los había eliminado. Durrant leyó en voz alta los textos amenazadores supuestamente enviados por Kikuchi a la muchacha, luego de que ella intentara dar por finalizada la relación en varias ocasiones.
En un mensaje, que hace referencia a otras jugadoras en el equipo, decía: “No me hagas enfadar. Si haces esto, saldré con otras chicas”, según Durrant. La fiscal remarcó que Kikuchi había amenazado con tomar algunas de las prendas de la víctima y exigió que le devolviera un par de zapatos. “Me aseguraré de que seamos enemigos”, dice uno de los textos. “No me provoques, porque me pondré violento..., ¿ok? ¡No me provoques!”.
En la audiencia preliminar, realizada en noviembre pasado, Durrant presentó más de los 52,000 mensajes de texto que, según ella, Kikuchi había intercambiado con la víctima durante el transcurso de siete meses. En esos textos, la chica le decía al acusado que la estaba lastimando físicamente. “En varias ocasiones mediante mensajes de texto le pedía que parara, pero él no lo hizo y le contestaba que la amaba”, dijo Durrant.
El 5 de mayo de 2016, la chica le envío un mensaje a Kikuchi donde decía que sabía que sus acciones eran impulsadas por el amor, pero “si digo para, por favor detente, ok. Sé que es amor, pero aun así”, leyó Durrant. Según los documentos, Kikuchi respondió: “Está bien, pero no digas que pare porque no lo haré”.
Los 23 cargos de Kikuchi incluían 12 por penetración sexual con un objeto extraño, cinco cargos de delito grave por cometer un acto lascivo en contra de un menor, un cargo por cópula oral con una persona menor de 16 años de edad y cinco cargos de delitos menores por acoso sexual de un menor.
Kikuchi será sentenciado el 9 de febrero próximo en el Tribunal de Alhambra de la Corte Superior del Condado de Los Ángeles.
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Traducción: Diana Cervantes