La Semana de la Moda de Nueva York arranca con carácter reivindicativo
La Semana de la Moda de Nueva York arranca con un fuerte carácter reivindicativo, ya que decenas de diseñadores utilizarán los desfiles como escaparate para lanzar mensajes a favor de la diversidad y los derechos de las mujeres.
Creadores, modelos e influencers lucirán como complemento una chapa rosa en apoyo a la labor de la asociación Planned Parenthood, que defiende la libertad sexual y reproductiva, como parte de una iniciativa a la que ya se han unido más de 40 marcas.
La campaña, impulsada por el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA), lleva el título de La moda apoya la planificación familiar y pretende concienciar sobre la importancia del trabajo de esta y otras muchas organizaciones cuya financiación pende de un hilo con la llegada al poder del presidente supuestamente provida, Donald Trump.
En esta pasarela tendrán especial importancia los diseñadores extranjeros, que no solo mostrarán sus colecciones para el próximo otoño/invierno, sino que también reflejarán en sus desfiles el carácter inclusivo de una industria que abraza la diversidad.
El diseñador indio Bibhu Mohapatra, que ha vestido en varias ocasiones a la ex primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, presentará una colección que “celebra el empoderamiento de las mujeres”.
“Tengo una audiencia global y mis clientes vienen de todas partes del mundo, incluyendo muchos países de Oriente Medio. Mi trabajo no tiene credo ni raza y espero tener una voz lo suficientemente fuerte como para escalar cualquier muro”, declaró Mohapatra al canal NBC.
La surcoreana Yuna Yang, la belga Diane von Furstenberg, el francés Joseph Altuzarra y el japonés Tadashi Soji son algunos de los nombres internacionales que triunfan en la Gran Manzana y que enseñarán sus trabajos en los próximos días.
También mostrará sus nuevas creaciones Taoray Wang, la diseñadora china que vistió a Tiffany Trump para el día de la inauguración de su padre, Donald Trump, como presidente de Estados Unidos.
Esta vez no estarán Tommy Hilfiger ni Tom Ford, que trasladarán sus presentaciones a la pasarela de Los Ángeles.
Otros nombres habituales como Rebecca Minkoff, Rodarte y Rachel Comey tampoco participarán en esta edición que, en comparación con el año anterior, está marcada por la fuga de celebridades, que suelen añadir visibilidad a los desfiles al convertirse en embajadores de una marca.
Esta semana de la moda de Nueva York empieza rodeada de polémica, con la diseñadora venezolana Carolina Herrera enzarzada en una batalla legal contra la firma de Óscar de la Renta, por haber roto una cláusula de no competencia al contratar a su exdiseñadora Laura Kim como nueva directora creativa.
Pese a este tenso ambiente, las dos firmas participarán en el evento, a las que se sumarán otros diseñadores latinoamericanos como el mexicano Jorge Ayala, que hará su debut en esta semana de la moda.
Tampoco faltarán reconocidas marcas españolas como Desigual, Custo Barcelona, Delpozo y Agatha Ruiz de La Prada, así como latinos de la talla de Narciso Rodríguez, Ángel Sánchez y Edwin D’Angelo.
En esta ocasión muchas firmas se han apuntado a la tendencia de poner a la venta inmediatamente después del desfile las prendas que lucen las modelos, algo que define muy bien la etiqueta #SeeNowBuyNow.
A las firmas habituales de intrusos de otros sectores como la música y el cine, se ha sumado este año la hija del exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, Ashley Biden, que presentó este miércoles en un exclusivo evento su primera marca de ropa, Livelihood Collection.
En total serán más de 300 desfiles, con diseñadores consolidados como Calvin Klein, Lacoste, Michael Kors, Victoria Beckham, Ralph Lauren y emergentes como Public School, Zac Posen y Jason Wu.
Se calcula que la New York Fashion Week deja cada año cerca de mil millones de dólares a la ciudad, una cifra que representa solo una pequeña parte del gran impacto que tiene la industria de la moda en Estados Unidos.
La primera Semana de la Moda de Nueva York, llamada Semana de la Prensa, tuvo lugar en 1943 y fue creada por la publicista Eleanor Lambert para elevar el sello de los diseñadores estadounidenses, en una época en la que Christian Dior y Hubert Givenchy eran los nombres que dominaban el sector.