América Latina afianza el crecimiento con México en alerta por Trump, dice BBVA
Bogotá — Latinoamérica crecerá un 1 % este año y un 1,7 % en 2018 después de tres años de desaceleración, pero deberá hacer frente a riesgos ligados al proteccionismo comercial que se prevé en Estados Unidos y que tendrá su mayor impacto en México, según un estudio del BBVA Research divulgado hoy.
“Tanto América del Sur como México van a crecer a ritmos del 1 %, pero siendo la misma cifra, representa dinámicas diferentes. En México supone una desaceleración en comparación a años pasados por recibir de lleno el impacto de las medidas económicas que se prevén en Estados Unidos”, dijo el economista jefe de BBVA Research para Latinoamérica, Juan Ruiz, en la presentación del estudio, hecha desde Madrid.
Así, después que en 2015 y 2016 la economía latinoamericana cayese un 0,3 % y un 1,4 %, respectivamente, en los próximos tres años exhibirá tasas positivas de su producto interior bruto (PIB) que, según el informe, oscilará entre el 1 % de este año y el 2,5 % que se prevé para 2019.
Sin embargo, México será la excepción de esta tendencia, pues aunque seguirá creciendo, se espera que lo haga a un ritmo menor que el de años anteriores.
En 2015, la economía mexicana se expandió el 2,6 %, y el año pasado lo hizo a un ritmo del 2 %, pero el BBVA proyecta que crecerá el 1 % este año y el 1,8 % en 2018.
Eso porque, según el estudio, será con toda seguridad el blanco de las políticas proteccionistas que se desprenden de la “retórica” del presidente estadounidense, Donald Trump.
Paralelamente, Ruiz aseguró que “no ve señales” que hagan pensar que EE.UU. tenga intención de modificar o anular los Tratados de Libre Comercio (TLC) vigentes con países suramericanos como Colombia o Perú.
“La nueva Administración estadounidense se ha concentrado en los acuerdos en los que ven un mayor déficit. No es el caso de la relación comercial con países como Colombia, Perú o Chile, centradas en productos que no compiten con la base industrial de los Estados Unidos”, señaló el economista del BBVA.
Las previsiones del informe se enmarcan en un contexto de reactivación económica global, que tendrá especial incidencia en la industria y el comercio internacional, sectores que podrían amortiguar parcialmente la incertidumbre que generan en los mercados las nuevas políticas comerciales de EE.UU.
“Las tensiones financieras que surgieron tras las elecciones de los Estados Unidos han sido contenidas, especialmente en Suramérica, ayudada por la recuperación en el precio de las materias primas”, sostuvo Ruiz.
En este sentido, se calcula que los principales elementos que impulsarán la economía latinoamericana en 2017 serán el sector externo, animado por la depreciación de los tipos de cambio, y la inversión, tanto pública como privada, especialmente fuerte en países como Argentina, Colombia y Perú.
Entre las principales economías de la región, el informe vaticina crecimientos por encima de la media en Perú, el mejor de la región, que lo hará a un ritmo del 3,5 % este año, seguido por Paraguay (2,9 %), Argentina (2,8 %) o Colombia (2,4 %).
Para 2018 esos mismos países encabezarán las proyecciones de crecimiento: Perú (3,6 %), Paraguay (3,5 %), Colombia (3,3 %) y Argentina (3 %).
El BBVA pronostica que Brasil, el gigante latinoamericano, que tuvo contracciones del 3,8 % y el 3,5 % en los dos últimos años, volverá a la senda del crecimiento este año con un modesto 0,9 % que en 2018 ampliará al 1,2 %.
En cuanto a Chile, cuyo PIB aumentó el 1,5 % en 2016, mantendrá el ritmo con un 1,6 % proyectado para este año, que se espera mejore en 2018 con una expansión del 2,4 %.
Sin embargo, el estudio del BBVA advierte que el crecimiento de la región está por debajo de su potencial, que se calcula en el 3 % anual, y señaló como elemento generador de incertidumbre el ciclo electoral que se abre en países como Argentina, Chile o Colombia a lo largo de los próximos trimestres.
A pesar de ello, el informe celebra las buenas sensaciones que generan en los mercados internacionales las políticas reformistas impulsadas por los gobiernos de Michel Temer y Mauricio Macri, en Brasil y Argentina, respectivamente.
Ruiz calificó de “necesarias” estas reformas de carácter fiscal o de liberalización, pero exhortó al Gobierno brasileño a aplicar modificaciones en su sistema de pensiones, que describió como “insostenible”.
El economista restó importancia al impacto en la credibilidad de las economías que podría tener el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht que, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, pagó más de 788 millones de dólares en sobornos en doce países de la región en los últimos años.
