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Santa Mónica aprobó provisionalmente el plan de reforzamientos contra terremotos más amplio del país

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El Concejo de la Ciudad de Santa Mónica aprobó este martes provisionalmente una iniciativa de reforzamientos que podría mejorar la seguridad en cerca de 2,000 edificios vulnerables a sismos. La votación fue unánime.

Las reglas de seguridad de Santa Mónica darían un paso adelante al accionar de Los Ángeles al exigir no solo que los edificios de hormigón y madera sean readaptados, sino también las estructuras de acero.

La ordenanza requeriría que los propietarios de más de 2,000 edificios identificados por la ciudad lleven a cabo una evaluación sísmica y, de ser necesario, realicen reforzamientos.

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Para que la ordenanza sea aprobada, el Concejo Municipal deberá presentar la ley por segunda vez, el mes próximo. Si la medida es reafirmada, se convertirá en ley 30 días después.

En una entrevista realizada antes del voto de este martes, la sismóloga Lucy Jones señaló que es notable observar el cambio de los vientos políticos y que los funcionarios electos apoyen con entusiasmo el fortalecimiento de los edificios.

“Es genial para Santa Mónica; ahora tendrán construcciones más seguras. Esperemos que sea el inicio de una nueva tendencia”, expresó Jones, quien trabaja con la Asociación de Gobiernos del Sur de California para educar a los gobiernos locales acerca de los reforzamientos antisísmicos.

“Hay decenas de ciudades que se sentirán curiosas al ver esto”, afirmó. “La gente empieza a reconocer que es algo necesario”.

Compruebe si su edificio está en la lista a examinar en Santa Mónica

Coloque el cursor sobre los puntos para ver la dirección y el tipo de edificio sospechoso. Ingrese una dirección completa -por ejemplo, 123 Spring Street, Santa Mónica, CA- para agrandar el mapa. Conforme una nueva ley propuesta, las estructuras listadas deberán someterse a una evaluación sísmica y un reforzamiento, de ser necesario.

Otras ciudades también buscan fortalecer sus leyes de seguridad sísmica. West Hollywood y Beverly Hills están considerando leyes de readaptación obligatorias, y los líderes electos ahora ya no evalúan el tema como algo ‘costoso’, sino como una cuestión de seguridad pública. “Cuando una persona entra a un edificio en la ciudad de Beverly Hills, no importa cuándo sea, quiero que se sienta totalmente segura”, afirmó la concejal Nancy Krasne durante una reunión, el año pasado. “Creo que todos necesitamos sentirnos seguros cuando nos vamos a dormir”.

La ciudad de Los Ángeles aprobó su propia ley de rehabilitación de terremotos en 2015, que podría requerir que hasta 15,000 edificios sean reforzados. Los funcionarios de L.A. ya identificaron cerca de 13,500 edificios de madera con un primer piso sospechoso y necesitado de reparaciones. La ciudad aún no ha publicado su lista de estructuras de concreto que necesitarían una evaluación.

Cuando el alcalde Eric Garcetti abordó el tema de la seguridad sísmica, ingenieros estructurales y sismólogos recomendaron que la ciudad se centrara primero en los apartamentos de madera y edificios de concreto como la máxima prioridad, explicó Carl Marziali, vocero del alcalde. En cuanto a la evaluación y posible reforzamiento de edificios de acero en L.A., Marziali detalló vía email que “el enfoque de la resistencia sigue evolucionando y el equipo del alcalde seguirá estudiando las mejores prácticas y un rango de construcciones, entre ellos los edificios con vigas de acero, para potenciales reforzamientos”.

Santa Mónica se encuentra en riesgo particular de sismos. La falla homónima corre a través de la mitad norte de la ciudad. La zona fue duramente golpeada por el terremoto de Northridge, que dañó varios edificios emblemáticos, entre ellos la Iglesia Católica de Santa Mónica, y causó la pérdida de 1,500 apartamentos (5% del total de la ciudad).

Santa Mónica publicó recientemente su lista de edificios posiblemente vulnerables, resultado de un proceso de identificación que se prolongó por tres años. De los aproximadamente 2,000 edificios, cerca de 1,700 de ellos son de madera, poseen cocheras en la planta baja y están sostenidos por frágiles columnas que podrían romperse durante un temblor. Conocidos como edificios de pisos blandos (soft-story), uno de ellos colapsó en 1994, para el terremoto de Northridge, y mató a 16 personas que se encontraban en la planta baja.

Edificios potencialmente vulnerables a terremotos en el centro de Santa Mónica. Bajo una nueva ley propuesta, se les requeriría someterse a una evaluación sísmica y, si es necesario, realizar adaptaciones (Raoul Rañoa / Los Angeles Times).

Edificios potencialmente vulnerables a terremotos en el centro de Santa Mónica. Bajo una nueva ley propuesta, se les requeriría someterse a una evaluación sísmica y, si es necesario, realizar adaptaciones (Raoul Rañoa / Los Angeles Times).

(Raoul Rañoa / Los Angeles Times)

Se sospecha que alrededor de 150 estructuras son de ladrillos vulnerables, también conocidas como de mampostería no reforzada, que podría golpear a los ocupantes y transeúntes y provocar el colapso del techo. Este tipo de construcción fue prohibida en California desde el terremoto de Long Beach, en 1933. Algunos edificios de estas características se encuentran aún a lo largo del popular paseo de compras Third Street Promenade.

Los edificios más altos de la lista son de hormigón y acero. Alrededor de 80 de ellos fueron identificados como de acero, y los más elevados de este tipo son uno de 13 pisos y dos edificios de oficinas, de 12 pisos cada uno.

Cerca de 60 edificios de concreto listados como sospechosos albergan residencias, habitaciones de hotel y espacios de oficina. El más alto es un edificio de 21 pisos, en el borde occidental de Wilshire Boulevard, con vistas al Pacífico.

Los denominados edificios de hormigón no dúctil carecen de las suficientes barras de acero reforzado en las columnas, y las sacudidas podrían derrumbarlos. Cincuenta y dos personas murieron en el colapso de varios edificios de concreto durante el terremoto de Sylmar, en 1971.

Los funcionarios también hallaron cerca de 30 edificios de hormigón inclinados.

La ley no requerirá el reforzamiento de propiedades unifamiliares. La norma concede a los propietarios de edificios de acero el mayor plazo para las mejoras una vez que se les concede la orden de evaluar la estructura: 20 años. Los edificios de hormigón frágiles tendrán un plazo de 10 años; los de madera, seis años; los inclinados contarán con un plazo de tres y los edificios de ladrillos, dos años.

La votación del Ayuntamiento se produjo más de tres años después de que The Times informara que Santa Mónica había dejado de hacer cumplir sus normas de seguridad contra terremotos. La ciudad había aprobado leyes en la década de 1990 que requerían el reforzamiento de estas estructuras, pero la iniciativa obligatoria se desvaneció silenciosamente a comienzos de la década de 2000, en medio de la salida del personal clave en el tema. En 2013, la ciudad no pudo hallar la lista de edificios potencialmente vulnerables.

Los exfuncionarios de la ciudad se sorprendieron cuando se les informó que la lista había desaparecido, y los líderes electos se comprometieron a retomar el tema. El director de construcción de Santa Mónica, Ron Takiguchi, prometió que la ciudad tomaría en serio el cumplimiento de la ley de seguridad antisísmica. “Se trata de hacer lo correcto”, aseguró.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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