¿Amante de la comida? Tijuana se asoma como una genial escapada gastronómica de fin de semana
LOS ANGELES TIMES — ¿Un viaje gastronómico a Tijuana? En una reciente incursión, junto con mi esposo, Paul, nos aventuramos hacia esa ciudad, más allá de las tiendas de tchotchke, las farmacias con descuento y los burros pintados como cebras.
Así, descubrimos nuevos y fantásticos restaurantes que sirven deliciosas comidas orgánicas de Baja California, vinos y cervezas, y mescales artesanales que se están convirtiendo en la alternativa al tequila elegida por los conocedores.
Una ventaja: la parte ‘de carretera’ de nuestro viaje finalizó en la frontera. Estacionamos nuestro auto en un lote del lado estadounidense ($20 dólares por todo el día) y nos unimos a la fila de peatones que cruzan a México caminando. Mostramos nuestros pasaportes, nos los sellaron, y 10 pasos después allí estábamos. Conseguimos desplazarnos fácilmente con Uber y taxis en la amplia Tijuana.
La relación ‘precio-calidad’ fue otra ventaja del viaje: comida, alojamiento y transporte cuestan aproximadamente la mitad del valor que hubiéramos pagado en los EE.UU. La cuenta: $105 por noche en un buen hotel; $50 por una excelente comida para dos, con vino, y $7 máximo por un viaje en taxi o Uber.
La cama
Los mejores hoteles de Tijuana pertenecen a cadenas estadounidenses o mexicanas, ninguna de las cuales se acercan al lujo de un Four Seasons o la modernidad de un W. Entonces, nos alojamos en una habitación limpia y espaciosa, con cama king, en el Hotel Lucerna (10902 Paseo de los Héroes; 011-52-664-633-3923, www.hoteleslucerna.com/tijuana). El rascacielos recientemente remodelado cuenta con un patio con palmeras, piscina y un servicio amable y cordial.
La comida
Antes de llegar a nuevos lugares para comer, rendimos homenaje al antiguo emblema culinario del lugar: según dicen, la ensalada César fue inventada en el Caesar’s Restaurant & Bar (Avenida Revolución, entre calles 4ta y 5ta; 011-52-664-685-1927, www.caesarstijuana.com), en 1924. Las paredes con paneles oscuros de este restaurante histórico están adornadas con fotos que representan su glamoroso apogeo durante la prohibición de vino, cuando las celebridades de Hollywood escapaban a Tijuana para pasarla bien. Con sólo probar la famosa ensalada comprendimos por qué Caesar’s todavía sirve cientos de ellas al día, preparadas siempre con fanfarria teatral al lado de las mesas.
El relajado Verde y Crema, de estilo industrial-chic
(3034 Calle Orizaba, Colonia Neidhart; 011-52-664-681-2366, www.verdeycrema.com) lista orgullosamente los nombres de sus proveedores locales en toda su carta, desde la carne de res alimentada naturalmente hasta la leña que se utiliza para asar. Incluso si no se es vegetariano, la sugerencia es probar los tacos asados de betabel, rociados con queso fresco.
El hallazgo
¿Carne asada vegana? ¿Arroz frito kim-chi? Telefónica Gastro Park (2036 Avenida Melchor Ocampo, 011-52-664-200-2155, www.lat.ms/gastropark) es un refugio inesperado para los amantes de la gastronomía, con 12 camiones de comida coloridos, propiedad de los mejores chefs de Tijuana, mesas, sombrillas y un bar. El atún ahumado fresco de Otto’s Grill es el emblema del sabor Baja-Med.
La lección aprendida
Nos tomó 20 minutos ingresar a México por el cruce peatonal de San Ysidro, pero una hora a pie el regreso. Aprendí de los habitués que es más rápido regresar usando el nuevo cruce PedWest (sólo válido hacia el norte), en el lado oeste del cruce de vehículos, con 24 carriles. Así lo haremos la próxima vez.