Exilio de Miami recoge alimentos para cientos de cubanos varados en México
Miami — El exilio cubano en Miami (Florida) inició hoy una recolección de alimentos para los cientos de inmigrantes de la isla que se encuentran varados en la frontera con México, a la espera de que se resuelva su situación migratoria.
En el monumento a los Mártires de Girón, en el barrio de la Pequeña Habana, se levantó este sábado una carpa en la que los coordinadores de esta “ayuda humanitaria” recopilan alimentos enlatados y productos de aseo personal.
“Nuestros hermanos en Nuevo Laredo, en la frontera de México con Estados Unidos, están en una situación crítica”, señaló a Efe Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, uno de los organizadores de la iniciativa, junto con el grupo Vigilia Mambisa y radio La Poderosa.
Sánchez puso de relieve la respuesta del pueblo mexicano y de las organizaciones de ayuda en ese país que han apoyado a los cubanos que se encuentran varados en dicha localidad fronteriza, a la que las organizaciones del exilio cubano enviaron hace poco un camión con más de 40.000 libras de víveres y productos de higiene.
“Hay una crisis humanitaria de gran envergadura a través del continente, los cubanos están pasando penurias y exponiéndose a malvados que lucran con el dolor”, agregó Sánchez, al llamar a Estados Unidos y a Latinoamérica a que “abran su corazón” ante la situación de los cubanos.
El líder del Movimiento Democracia agradeció al Gobierno mexicano, que el viernes anunció que regularizará la situación de 588 cubanos varados en Nuevo Laredo, a los que “por razones humanitarias” les concederá un permiso de estancia que les permita “realizar actividades remuneradas”.
“No quieren volver a Cuba, porque se encuentran asfixiados por ese régimen que les quita los derechos civiles”, destacó Sánchez, quien pidió al presidente de EE.UU., Donald Trump, que permita la reunificación de los cubanos en la frontera con sus familiares en Florida.
En comunicación telefónica con Efe, el cubano Reiner Sánchez, de 34 años y quien junto a su esposa se topó con el “muro” de Nuevo Laredo justo el 12 de enero, cuando los cubanos perdieron sus preferencias migratorias, señaló que en esa localidad fronteriza hay unos 850 cubanos, aunque creen que hay mas en Monterrey y en otras ciudades limítrofes.
“No puedo vivir con un régimen opresivo, que no me deja vivir, tuve que dejar casa, empresa y todo”, manifestó el cubano, quien como el resto de sus compatriotas busca que el Gobierno de EE.UU. haga una excepción con aquellos que abandonaron Cuba antes del 12 de enero y les permita la reunificación familiar.
Estimó que hay entre 4.000 y 5.000 cubanos que se encuentran “en tránsito” desde Ecuador hasta la frontera de México y EE.UU.
Respecto al anuncio del viernes del Gobierno mexicano, señaló que se trata de “tarjetas de visitante” de un año de duración, para que en ese plazo de tiempo puedan gestionar sus solicitudes de asilo en ese país latinoamericano.
“Ustedes son nuestra esperanza”, manifestó el inmigrante, en un mensaje dirigido a la comunidad cubanoestadounidense de Miami. “Si retornamos seremos víctimas del régimen cubano”, agregó.
Sánchez señaló que las donaciones que realizarán a lo largo de esta semana, en su mayor parte hechas por “personas de a pie”, serán transportadas en el camión del cubano Juan Cabrera hasta México, en donde será distribuidas por una red de iglesias y organizaciones locales.
Centenares de cubanos se han tropezado con el muro que ahora es la frontera entre México y EE.UU. tras perder desde enero las preferencias migratorias por orden del entonces presidente, Barack Obama (2009-2017), que durante sus dos últimos años de mandato impulsó acercamiento diplomáticos y comerciales con la isla.
La puerta de entrada de cubanos sin permisos legales a EE.UU. estuvo abierta hasta el pasado 12 de enero, cuando Obama les removió los beneficios migratorios al cancelar por orden ejecutiva la política de “pies mojados/pies secos”.
Desde ese entonces, los cubanos que ingresan de forma ilegal a Estados Unidos carecen del permiso temporal de residencia y, en caso de pedir un asilo político, lo tendrán que solicitar en igualdad de condiciones que el resto de inmigrantes.
Los cubanos ahora se someten a la decisión de pedir asilo político bajo un argumento de “miedo creíble de regresar a Cuba” y esperar meses detenidos en EE.UU. sin la certidumbre de que será aprobada la solicitud, o devolverse a México y por ahora esperar que Trump revierta la decisión de Obama, como se lo han pedido con carteles en la frontera.