Director del FBI llama a Wikileaks “porno” de la información de inteligencia
Washington — El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, criticó hoy al portal Wikileaks y le llamó “porno” de la información de inteligencia por desvelar información clasificada de manera imprudente y con el objetivo de buscar controversia.
En su comparecencia ante el Comité Judicial del Senado, Comey criticó a Wikileaks, pero rechazó desvelar si el Gobierno está preparando cargos contra el fundador del portal, el australiano Julian Assange, por su rol en diversos robos de información clasificada, como revelaron en abril algunos medios estadounidenses.
Comey dijo que no comentaría sobre los posibles cargos pendientes contra Assange porque “no ha sido arrestado”, puesto que se encuentra refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres.
El director del FBI formuló sus críticas a Wikileaks en respuesta al senador republicano Ben Sasse, quién preguntó a Comey por qué el portal no debería ser tratado como otro medio de comunicación.
Publicar información clasificada, consideró Comey, sobrepasa cualquier “límite” y hace que un medio pase de educar al público a convertirse en “pornografía de la (información de) inteligencia”.
En ese sentido, Comey consideró que Wikileaks se ha convertido en un “conducto” para los servicios de inteligencia rusos porque les permite publicar información destinada a “dañar” a Estados Unidos.
“No hay nada que ni siquiera huela a periodismo en su contenido”, sentenció Comey.
En respuesta a las declaraciones del director del FBI, Assange acusó en Twitter a Comey de “engañar” al Senado mientras declaraba bajo juramento y, a continuación, publicó en esta red social una encuesta con cuatro opciones para que los internautas decidan cómo definir a Wikileaks.
Las cuatro opciones que Assange ofrece para identificar a Wikileaks son: “porno” de la información de inteligencia, “transparencia”, “responsabilidad erótica” o “verdad”.
Durante la campaña electoral de 2016, Wikileaks publicó gran cantidad de información dañina para la entonces candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, como correos electrónicos de importantes miembros de su equipo, entre los que destacan los mensajes de John Podesta, jefe de campaña de la exprimera dama.