Cubalex asegura que desde EEUU harán visible desprotección de organizaciones
Miami — La directora del Centro de Información Legal Cubalex, Laritza Diversent, señaló que desde su asilo en Estados Unidos trabajará junto a su equipo para “visibilizar” la desprotección de las organizaciones civiles dentro de la isla.
En entrevista telefónica con Efe desde la ciudad de Memphis (Tennessee, EE.UU.), donde está refugiada desde el jueves tras abandonar la isla por “falta de seguridad”, Diversent señaló que los 14 integrantes del grupo que han obtenido refugio en EE.UU. continuarán su labor, centrada ahora en las “organizaciones desprotegidas” en Cuba.
“Vamos a buscar la forma de aumentar la visibilidad de la situación de esas organizaciones”, manifestó la cubana, quien agregó que uno de los focos de Cubalex será llamar la atención los organismos internacionales que “no conocen como funciona el sistema social y político en Cuba”.
Diversent arribó a Estados Unidos el pasado jueves, junto a su hijo de 17 años y otros cinco miembros de esta organización, la cual desde hacía cinco años daba asesoría legal a personas privadas de su libertad en Cuba, “la mayoría de ellos sin motivaciones políticas”, dice.
El asilo político por parte del Gobierno de Estados Unidos fue otorgado a 14 miembros de esta organización, seis de los cuales pisarán suelo estadounidense el próximo 25 de mayo y a comienzos de junio lo harán otros dos miembros más.
Se quedan en la isla dos integrantes de la organización, uno de los cuales, Julio Ferrer, se encuentra privado de su libertad y en medio de un proceso judicial.
La directiva aseguró que la decisión de abandonar el país se empezó a gestar tras el allanamiento que sufrió en septiembre la sede de la organización, que al no estar registrada a pesar de sus múltiples gestiones tenía que operar en el domicilio de Diversent.
Las autoridades cubanas acusaban a la organización de realizar una “actividad económica ilícita”, por cobrar por los servicios que ofrecían si bien ellos los daban de manera gratuita, según explica Diversent, y en el allanamiento se llevaron documentos de su domicilio y de todos los casos que llevaban.
Posteriormente, a las personas a las que atendían las “presionaron de una u otra forma”, relató la refugiada.
“Ya no era seguro seguir trabajando”, señaló la directora, que concluyó que en Cuba “no había nada” que los protegiera ni que les permitiera aplicar “a procedimientos internacionales”, como se los demostró la “agresiva” respuesta del Gobierno de la isla dada a los relatores de las Naciones Unidas que habían pedido explicaciones sobre este caso.
“No es justo que por el trabajo que hacíamos terminará alguno de nosotros, o de nuestra familia, en una prisión, en la que corre riesgo la vida”, ahondó la directora.
Diversent cuenta que empezaron a estar sometidos al ojo de las autoridades cuando presentaron tres propuestas para reformar el sistema electoral.
Habían iniciado un proceso de cara a ser reconocidos como una Organización no Gubernamental, que fue rechazado en varias instancias. Al no estar registrados no tienen personalidad jurídica y deben funcionar en casa de unos de sus miembros, domicilios que se convierten en el blanco de la Seguridad del Estado.
“Es como un ‘o dejas de hacer lo que haces o te quitamos tu casa’”, señala la cubana, quien agrega que otras organizaciones han sido víctimas de las mismas amenazas y trato, a las que se acusa además de ser “emisarios de la CIA” por recibir financiación proveniente de EE.UU.
En mayo del año pasado, la Fiscalía General cubana les comunicó que no contarían con permiso para funcionar como organización y que además incumplían con las “obligaciones de trabajo por cuenta propia”, una situación que los exponía a acusaciones de falsificación de documentos y cohecho, las cuales ellas rechaza tajantemente.
“El objetivo es aislarnos, han logrado que la sociedad civil hoy en Cuba que trabaja el tema de derechos humanos esté totalmente aislada”, lamenta Diversent, quien hace mención al trato de “mercenarios” que da el Gobierno cubano a organizaciones como la que dirige y que lleva a que sean “discriminadas” incluso por parte de la comunidad internacional.
“No hay nada en Cuba que te pueda proteger de una golpiza o un allanamiento. Yo se lo puedo asegurar, yo lo intente todo, ver cómo podía protegerme, a mi hijo, a los miembros de mi equipo y a sus familias, y no hay forma humana de hacerlo”, manifestó.
Tras la próxima reunificación en EE.UU. de los integrantes de Cubalex, Diversent hará las gestiones para formalizar la organización y continuar con su labor desde una sede aún por definir.
“Por el momento estamos divididos, pero nuestra intención es reunificarnos y continuar el trabajo, enfocado en las organizaciones dentro de Cuba”, aseveró.