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Cuatro fabricantes acuerdan compensar a propietarios por los airbag de Takata

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Los fabricantes Toyota, BMW, Mazda y Subaru acordaron hoy pagar un total de 553 millones de dólares para llegar a un acuerdo con millones de consumidores del país por la instalación en sus vehículos de airbag defectuosos de la marca Takata.

El acuerdo, que fue presentado hoy en un tribunal federal de Florida que tiene que aprobar su contenido, beneficia a los propietarios en Estados Unidos de casi 16 millones de vehículos de las cuatro marcas, informaron los fabricantes en un comunicado conjunto.

Del total, Toyota pagará 278 millones de dólares al ser el fabricante más afectado, con 9,2 millones de vehículos. BMW, con 2,3 millones de vehículos dotados con los airbag defectuosos pagará 131 millones de dólares.

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Por su parte, Mazda (1,7 millones de vehículos) desembolsará 76 millones de dólares y Subaru (2,6 millones de automóviles) 68 millones.

El acuerdo establece que los fabricantes compensarán a los propietarios por sus pérdidas económicas a consecuencia de la imposibilidad de utilizar los vehículos afectados y el tiempo que han tenido que destinar para encargarse de la reparación.

Los propietarios también serán compensados por otros gastos relacionados con el defecto en los que hayan incurrido, como el alquiler de vehículos de reemplazo, y, dependiendo de las circunstancias, un pago de hasta 500 dólares.

El programa de compensación también incluye la provisión de que los fabricantes proporcionarán de forma temporal vehículos de sustitución a aquellos propietarios más afectados por el defecto.

Los cuatro fabricantes señalaron que “dado el tamaño, ámbito y severidad de la llamada a revisión de Takata, estos fabricantes son los primeros en aceptar un acuerdo para financiar programas de divulgación, alquiler y reembolso de gastos”.

En febrero de este año, Takata se declaró culpable en Estados Unidos de defraudar a compañías de automóviles y a ciudadanos estadounidenses por instalar airbag defectuosos en unos 42 millones de vehículos en Estados Unidos.

El 13 de enero, Takata había llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el que reconocía que defraudó, y se comprometió a pagar unos 1.000 millones de dólares en multas y compensaciones.

De esa cifra, Takata pagará 850 millones de dólares a los 19 fabricantes que han instalado sus airbags en automóviles y que se han visto forzados a reemplazarlos.

Además, abonará unos 125 millones de dólares a las víctimas de los airbags defectuosos.

Al menos 11 personas murieron en Estados Unidos, y más de 180 han resultado heridas, a consecuencia de la explosión de airbags de Takata.

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