Cancilleres americanos analizarán divididos la crisis venezolana en la OEA
Washington — Los ministros de Relaciones Exteriores de América están divididos sobre el papel que debe jugar la región en la crisis de Venezuela, algo que debatirán mañana en una reunión de consulta en la Organización de los Estados Americanos (OEA).
A menos de 24 horas del encuentro, no hay una propuesta de consenso y están sobre la mesa varias opciones planteadas por diferentes grupos de países, según las fuentes diplomáticas consultadas por Efe.
El grupo impulsor del encuentro -liderado por países como México, EEUU, Perú y Canadá- apuesta por aprobar una declaración contra la Asamblea Constituyente, en favor de un canal humanitario, que pida la liberación de los políticos presos y un calendario electoral con observación internacional.
Otra de las opciones que se estudian es la creación de un “grupo de contacto especializado” de la OEA para que “acompañe una nueva mediación” entre el Gobierno y la oposición en Venezuela, según explicó hoy un alto funcionario de EEUU en una conferencia telefónica.
Los 14 países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), más reticentes a adoptar una posición dura con Caracas, han propuesto otro texto que no incluye esas demandas, pero que invita a Venezuela a reconsiderar su decisión de salir de la OEA.
Por tanto, parece difícil que mañana salga adelante una declaración o resolución, ya que cualquier decisión en la reunión requiere el voto de dos tercios de los países representados.
Si, como se espera, son 33 los Estados que participan, serían necesarios 22 votos, una cifra difícil de alcanzar, especialmente si el Caricom, como parece, opta esta vez por posicionarse en bloque.
La convocatoria de la reunión fue posible porque “el grupo de los 14” -Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay- logró el apoyo de cinco países del Caribe -Guyana, Barbados, Bahamas, Jamaica y Santa Lucía-.
Pero en esta ocasión, esos 19 votos no serán suficientes porque el reglamento de la reunión obliga a los dos tercios, no solo a la mayoría simple, de manera que necesitarían el apoyo de al menos otros tres países.
Diez naciones no se espera que apoyen una declaración dura con Nicolás Maduro porque votaron en contra de convocar la reunión: Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Haití, Nicaragua, Venezuela, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Surinam.
Los Estados a convencer, por tanto, podrían ser los que se abstuvieron sobre la convocatoria de la reunión -Belice, El Salvador, República Dominicana, Trinidad y Tobago- y Granada, que se ausentó en las últimas reuniones sobre este tema.
Si Venezuela diera la sorpresa de asistir mañana, todavía sería más difícil que se aprobara una declaración dura, ya que asistirían 34 Estados y, por tanto, los dos tercios serían 23 votos.
La OEA tiene 35 miembros, pero Cuba se niega a participar en el organismo pese a que su suspensión de 1962, efectuada tras la revolución de Fidel Castro, se levantó en 2009.
En principio, se espera que Venezuela sea el gran ausente de la reunión, ya que fue precisamente su convocatoria lo que provocó que solicitara el pasado 28 de abril su salida del organismo, que no será efectiva hasta 2019.
Desde entonces, Venezuela ha dejado de acudir a las sesiones de la OEA, pero podría asistir mañana para defender su posición ante los cancilleres y a hacer lo posible por que no salga adelante ninguna resolución contundente.
Hasta el momento, se han acreditado 22 delegaciones, de las cuales 18 han indicado que les representará su canciller.
Quince de esos 18 cancilleres, según han confirmado a Efe las respectivas delegaciones, serán los de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
EEUU considera que aún “es pronto” para dar esos números por definitivos y espera una “participación robusta”, con “la mayoría de los principales ministros de Exteriores”, indicó un alto funcionario.
Pese a que EEUU ve “muy importante” la reunión, no asistirá su secretario de Estado, Rex Tillerson, aunque estará en Washington y la reunión se celebrará en la sede de la OEA, a pocos minutos caminando de su oficina.
El representante estadounidense será el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Thomas Shannon, con amplia experiencia en la mediación con Venezuela.