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CE recomendará esta semana cómo gestionar el espacio aéreo en caso de huelga

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La Comisión Europea (CE) dictará esta semana una serie de recomendaciones para mitigar el impacto que producen las huelgas de los controladores aéreos, especialmente si tienen lugar en Francia, en el sector turístico, según la asociación A4E (Airlines for Europe).

Francia es el país que presenta más problemas, ya que concentra la gran mayoría de las convocatorias de huelga de los controladores en Europa y porque su posición geográfica afecta tanto a los países del norte como a los del sur, que como España son los principales receptores de turistas.

Su director general, Thomas Reynaert, ha señalado a Efe en el marco de la 73 asamblea general de la IATA, que finaliza hoy en Cancún, que las huelgas de los servicios de navegación aérea galos son especialmente perjudiciales para la industria turística española.

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El directivo ha recordado que las huelgas del control aéreo llevadas a cabo entre 2010 y 2016 han supuesto pérdidas de 12.000 millones de euros (13.527 millones de dólares), de los que el 40 % corresponde a España y especialmente a su sector turístico.

De hecho, las pérdidas para las aerolíneas europeas no superan un 6 % del total mientras que las del turismo alcanzan un 60 %, ha añadido Raynaert, según quien la comunicación, denominada ‘airspace opening connected’ que hará la CE, mostrará al Gobierno español la gravedad de la situación que generan dichas huelgas.

En la mayoría de los países europeos, los paros del control aéreo no causan grandes problemas porque se anuncian con suficiente antelación para que las aerolíneas organicen su operativa y pongan en marcha medidas que minimicen el impacto de la huelga.

Las aerolíneas pueden rediseñar sus rutas o distribuir a los pasajeros en diferentes vuelos y compañías, pero si no se tiene esos datos de antemano, como ocurre con las huelgas en Francia -donde se secundaron la mitad de los 86 paros llevados a cabo entre 2010 y 2016-, su impacto es enorme.

El directivo ha dicho que A4E mantuvo contactos con todos los candidatos a la presidencia de Francia, incluido el equipo del ganador, Emmanuel Macron, que “ha entendido el problema y está de acuerdo con que algo tiene que cambiar”, agregó.

A4E, que agrupa a las principales compañías de red y aerolíneas ‘low cost’ de Europa, ha propuesto que los controladores franceses notifiquen individualmente con 72 horas de antelación si su intención es secundar o no la huelga.

Reynaert ha dicho sentirse “optimista”, ya que los principales sindicatos de controladores aéreo en Francia han manifestado su voluntad de discutirlo.

Así, las aerolíneas “sabríamos de antemano cuántas personas secundarán la huelga”, lo que permitiría preparar un plan mejor para mitigar sus efectos y evitar situaciones incómodas a los clientes.

A juicio de Reynaert, es un oportunidad para las aerolíneas, pero también para el Gobierno español porque las recomendaciones de la CE podrán utilizarse como un instrumento político y servir para presionar al gobierno francés.

La CE no puede actuar más allá de sus recomendaciones, al tratare de una cuestión de competencia nacional y un problema político que impide que los controladores suizos, alemanes u holandeses gestionen una parte importante del espacio aéreo galo, para facilitar las operaciones internacionales, en caso de huelga, algo que es posible tanto desde el punto de vista tecnológico como jurídico, finalizó.

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