La ONU se muestra “profundamente preocupada” por la crisis de Catar
Naciones Unidas — Naciones Unidas dijo hoy estar “profundamente preocupada” por la crisis de Catar después de conocerse una lista de exigencias presentadas a Doha por parte de varios países árabes como condición para iniciar la solución al conflicto diplomático que protagonizan.
“Seguimos la situación con profunda preocupación. (...) Esperamos que los países implicados resuelvan la situación a través del diálogo”, afirmó en una rueda de prensa la portavoz adjunta del secretario general de la ONU Eri Kaneko.
Las declaraciones de la representante de la ONU se producen horas después de que Arabia Saudí, Egipto, Baréin y Emiratos Árabes Unidos (EAU), enviaran a Catar una serie de requerimientos para iniciar un diálogo para solventar la crisis diplomática en la que están envueltos desde el pasado 5 de junio.
Entre las peticiones se encuentra la clausura del canal catarí Al Yazira, cortar las relaciones diplomáticas con Irán y el cierre de una base militar turca en el emirato, condiciones que deben cumplirse en los próximos 10 días.
Kaneko aseguró que la situación entre las naciones enfrentadas “ha llegado a una fase muy seria”, y señaló que Naciones Unidas ha recibido informes sobre la lista de demandas a Catar, aunque dijo no poder confirmar su existencia.
La portavoz recalcó que el secretario general, António Guterres, apoya la idea de un diálogo regional liderado por Kuwait y añadió que Naciones Unidas “no escatimará esfuerzos para que se encuentre una solución diplomática”.
“Estamos listos para ayudar si lo requieren las partes y cualquier resolución o base para el debate debe cumplir con la ley internacional”, aseveró Kaneko.
Arabia Saudí, Egipto, Baréin y EAU están enfrentados con Catar desde el pasado 5 de junio, cuando anunciaron el cese de relaciones diplomáticas con el pequeño emirato árabe, al que acusan de financiar el terrorismo y socavar la estabilidad de Oriente Medio.
Catar ha negado todas las acusaciones, pero las autoridades del país han afirmado que están abiertas a negociar y no han tomado represalias contra los ciudadanos de los países árabes.