Cómo es la vida en Tilt Cove, el pueblo más pequeño de Canadá con apenas cuatro habitantes
REDACCION/BBC MUNDO — Un alcalde, dos concejales y una funcionaria.
Tilt Cove, el pueblo más pequeño de Canadá, cuenta con apenas cuatro habitantes.
Se trata de una pequeña población en la bahía de Notre Dame, situada en la provincia de Terranova y Labrador (sureste), que conoció sus mejores momentos gracias a la minería.
Ahora son unas cuantas casas juntas frente a una laguna y nada más.
Hace poco cumplió 214 años de existencia y, en su mayor apogeo, a principios del siglo pasado, 2.000 personas llegaron a vivir allí.
Con servicio de correo y recolección de basura
“Suena a poco, pero hay muchas cosas que hacer para tener todo funcionando”, señaló a la BBC Don Collins, el alcalde de Tilt Cove.
Collins no miente.
Parte de las funciones administrativas que se hacen en su alcaldía permiten a Tilt Cove contar con servicio de correo, que se realice mantenimiento de carreteras y se recoja la basura regularmente.
“Nos quedaremos cuanto podamos porque todo por lo que he trabajado en mi vida está aquí”, afirma el alcalde.
Las dos hijas de Collins se fueron, pero su esposa Margaret sigue a su lado.
Ella es descendiente de uno de los ingleses que hace más de 200 años llegaron hasta esas zonas entonces ricas en mineral para buscar mejor suerte.
“Yo nací, crecí y crié a mi familia en Tilt Cove”, afirma la señora Collins, quien además es funcionaria de la alcaldía.
Sus dos hijas se fueron del pueblo por estudios y ambiciones distintas, y ella lo entiende.
La memoria de Tilt Cove
Los mejores días de Tilt Cove están atesorados en un cuarto pequeño.
Es nada menos que el museo del pueblo, con la biblioteca incluida.
Allí está la vajilla de lujo de mitad del siglo pasado que se utilizaba en el comedor de los mineros, decenas de fotografías y retratos que sintetizan los más de 200 siglos de vida de Tilt Cove y otros recuerdos.
También un recorte del periódico Newfoundland Colonist de 1892, que tiene el detalle de llamar a Tilt Cove como “la ciudad principal en la bahía de Notre Dame”.
Margaret hace de anfitriona y guía turística para cuanto visitante quiera conocer el lugar.
Y cuando los turistas le preguntan, qué será del futuro de su pueblo, ella admite que es un misterio.
“Nos estamos poniendo viejos”, reconoce, pero no cierra la puerta a que Tilt Cove tenga más futuro que el de sus actuales habitantes.
El oro, el cobre y el zinc pusieron a esta población en el mapa y ahora existen cuatro personas se niegan a que desaparezca de allí.