En su comunicación oficial, la Casa Blanca prácticamente ignora a los hispanohablantes
WASHINGTON/AP — La Casa Blanca de Trump no habla español. Bueno, apenas un poquito. Después de una sucesión de gobiernos que incorporaron contenidos en ese idioma, la actual presidencia prácticamente ignora a los hispanohablantes, aunque tenga una fuerte presencia online en lengua inglesa.
La administración Trump aún no cuenta con un sitio web de la Casa Blanca en ese idioma. Además, ha eliminado el puesto de director de comunicación para medios hispanos, y su cuenta de Twitter en español contiene textos en inglés y traducciones descuidadas.
El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó en enero pasado que el gobierno había “puesto a trabajar horas extra a sus técnicos de informática (IT)” para lanzar un nuevo sitio en español, luego de que WhiteHouse.gov/espanol fuera dado de baja pocas horas después de la asunción de Trump. “Confíen en mí; tomará un poco más de tiempo, pero estamos trabajando pieza por pieza para lograrlo”, afirmó Spencer en su momento. Más de cinco meses después, el sitio todavía insta a los lectores a ‘seguir esperando’.
En tanto, la cuenta de Twitter de la Casa Blanca en español, @LaCasaBlanca, tiene también mucha menos actividad en la era Trump. Desde ese perfil se han tuiteado apenas 41 veces desde la toma de posesión, y más del tercio de esas publicaciones fueron realizadas el día de su discurso en una sesión conjunta del Congreso, el 28 de febrero pasado. De los 41 tuits, casi la mitad fueron escritos en inglés. Aquellos publicados en español -11 en total- están llenos de errores tipográficos. Si bien algunas de estas faltas son menores, tales como la omisión de acentos, modifican el sentido de las palabras de forma significativa. Por ejemplo, cambian ‘médico’ por ‘medico’ (la acción de medicar), o ‘éste’ en lugar de ‘este’.
En particular, una de las primeras agencias que expandió el contenido en español durante la era Trump fue Inmigración y Aduanas de los EE.UU., conocida como ICE. La entidad, que es responsable de llevar a cabo las deportaciones, anunció el mes pasado que ampliaría la sección en español de su web y lanzaría un nuevo canal de Twitter en dicho idioma, @ICEespanol.
La directora de asuntos de medios de la Casa Blanca, Helen Aguirre Ferré, señaló que espera concretar el lanzamiento de un website en español a fines de este año. Además, remarcó que el gobierno de Obama demoró nueve meses en crear su versión hispana y agregó que “la prioridad sigue siendo mejorar el sitio en inglés”.
La funcionaria aclaró que no hay planes de contratar un oficial de prensa exclusivamente dedicado a los medios en español, al menos por el momento, puesto que tanto ella como otro empleado del sector de comunicaciones son bilingües y pueden realizar entrevistas en ese idioma. Los medios hispanos están invitados a participar en las reuniones de prensa, sesiones informativas y otros eventos junto con sus colegas de habla inglesa, añadió.
El expresidente George W. Bush fue quien comenzó con la tradición de contar con un website en español, y el gobierno de Obama siguió el ejemplo. Luis Miranda, director de medios hispanos de la Casa Blanca durante la administración anterior, afirmó que el sitio en español disponible durante la presidencia de Obama no era una traducción de la versión en inglés, sino que incluía información específicamente orientada a los latinos sobre temas como la inmigración, cuestiones bancarias, de salud y asuntos de veteranos. “Para nosotros, era importante que todos nuestros electores del país tuvieran tanta información como fuera posible acerca de nuestras acciones”, manifestó.
Sin embargo, la Casa Blanca de Obama cosechó críticas por su uso del Spanglish en una revisión de salud publicada en los comienzos de su sitio.
Los activistas consideran la falta de contenidos en español como parte de un patrón más amplio de Trump y la administración actual. “Creo que han anulado el voto latino. Piensan: ‘Nunca lo obtendremos, entonces, ¿para qué preocuparnos?’”, expresó Luis A. Miranda Jr., un estratega demócrata quien ha trabajado para Hillary Clinton así como para el republicano Rudolph W. Giuliani, el exalcalde de Nueva York [nota: los dos Miranda citados en este artículo no tienen relación entre sí].
Durante su campaña, Trump desalentó a muchos latinos con su dura retórica antiinmigratoria, y criticó a su rival Jeb Bush por responder una pregunta de un reportero en español, diciendo que el exgobernador de Florida “debería realmente dar el ejemplo hablando en inglés mientras está en los EE.UU.”.
“Para integrarse a este país se debe hablar inglés. Y creo que, por el lugar donde él estaba y la forma en que lo hizo, no sonó bien para mí”, afirmó Trump durante un debate republicano para las primarias. De todas maneras, el actual mandatario ganó el 28% del voto latino, una cifra similar a la de Mitt Romney en 2012, según encuestas de boca de urna.
Roberto Izurieta, director de Proyectos Latinoamericanos de la Universidad George Washington, afirmó que desde que Trump comenzó su campaña su retórica fue “muy agresiva y muy antihispana”. “El presidente decidió desde el primer día quedarse con su base electoral. Ello significa que mantendrá su retórica divisiva y seguirá fiel a su base, que es antiinmigrante”.
Javier Palomárez, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de los EE.UU., fue un locuaz crítico de Trump durante la campaña, pero expresó que se sorprendió gratamente por otras iniciativas de divulgación para latinos realizadas por el gobierno. Si bien que la comunicación en español es “importante en términos de los puntos de vista”, expresó, “al final, lo que más nos importa es qué tipo de políticas se promulgan y se logran para nosotros”.
También resaltó que las conversaciones de los miembros de su entidad con la Casa Blanca han sido “constantes, consistentes y continuas”, y que se han realizado numerosas reuniones en persona con funcionarios del gobierno y del gabinete, entre ellos con Ivanka Trump, hija del presidente, así como llamadas telefónicas semanales con Jennifer Korn, subdirectora de la Oficina de Coordinación Pública de la Casa Blanca. “Han estado más que dispuestos a hablar con nosotros y a participar”, aseveró. “Es el mismo nivel de acceso, o incluso superior, al que teníamos con el gobierno de Obama”.
Traducción: Valeria Agis
Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí
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