Trump y Peña Nieto, primera reunión constructiva bajo la sombra del muro
Hamburgo — Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Peña Nieto, celebraron hoy su primera entrevista cara a cara tras meses de tensiones, una cita calificada de “constructiva” por la parte latinoamericana a pesar de que el muro fronterizo volvió a sobrevolar las relaciones bilaterales
Más de cinco meses después de que Peña Nieto cancelara una visita a la Casa Blanca por los planes de Trump de construir el polémico muro, ambos líderes se dieron la mano en Hamburgo (Alemania), en un encuentro organizado aprovechando la presencia de ambos en la cumbre del G20.
Los medios gráficos ya salían de la sala para dejar a solas a las dos delegaciones cuando una corresponsal preguntó a Trump si seguía queriendo “que México pague el muro”.
“Totalmente”, fue la respuesta del estadounidense, según el relato del pool de periodistas que le acompaña.
El titular de Exteriores mexicano, Luis Videgaray, estaba en la sala y no oyó la respuesta, pero dejó claro que en la entrevista no se habló del muro.
“Lo relevante para México es que no fue tema de la conversación, así lo habíamos acordado y así fue”, señaló el titular de Exteriores para recalcar que la posición de su país es “absolutamente invariable: “ése no es un tema de la relación bilateral, no es parte de la conversación entre los dos países y no fue parte de la conversación entre los presidentes”.
Según su relato la reunión fue “muy bien” y resultó “constructiva”, lo que el propio Peña Nieto ratificó después en un mensaje en Twitter al calificar de “productivo” un encuentro en el que abordaron cuestiones relacionadas con la inmigración, la seguridad, el comercio y los trabajadores temporales.
El objetivo de la cita, recordó el canciller, era crear una relación de trabajo basada en la normalidad institucional de dos países que, a pesar de las importantes y notorias diferencias, tienen muchos asuntos que tratar en común.
Entre ellos, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado entre México, EEUU y Canadá y que Trump amenazó con romper en su día.
Videgaray explicó la decisión común de los dos presidentes de negociar para lograr una modernización de ese tratado y destacó el convencimiento de México de que “hay espacio para hacer un mejor acuerdo para las tres partes”.
También trataron en la entrevista la situación de los trabajadores agrícolas temporeros mexicanos en Estados Unidos y acordaron explorar nuevos instrumentos que favorezcan una emigración que sea legal y transparente.
Ante las redes del crimen organizado transnacional, según el Gobierno mexicano, reconocieron la necesidad de abordar el problema partiendo de una “responsabilidad compartida y a través de una estrategia integral en ambos lados de la frontera”.
Videgaray calificó la relación bilateral de “buena” y el trato de los dos presidente de “respetuoso” y “cordial”.
Según la Casa Blanca, que hizo un resumen más escueto de la reunión, Trump destacó “la fuerte relación bilateral” y la importancia de renegociar el acuerdo de libre comercio para “ayudar a los trabajadores de ambos países”.
“Estamos negociando el TLCAN y varias otras cosas con México y veremos en qué resulta, pero creo que hemos hecho muy buenos avances”, señaló el presidente estadounidense ante las cámaras antes de iniciarse la reunión, llamando “amigo” a Peña Nieto.
El mexicano apostó por su parte por un “diálogo fluido” que permita continuar con la cooperación en asuntos claves, como la seguridad en las fronteras.
Peña Nieto y Trump abordaron también la crisis en Venezuela, un capítulo que llegó a los debates de la cumbre del G20 de la mano de Argentina con el apoyo de México, Brasil y España, entre otros estados miembros.