Procurador de Colombia pide implicación del sector privado contra corrupción
Washington — El procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, advirtió hoy en Washington de la necesidad de que el sector privado acepte sus responsabilidades en la lucha contra la corrupción, al igual que subrayó la dimensión internacional de este delito, que enmarcó dentro del crimen organizado.
En una charla convocada por los centros de estudios Wilson Center y Diálogo Interamericano sobre los retos que enfrenta Colombia para combatir la lacra de la corrupción, Carrillo, junto al contralor general de la nación, Edgardo Maya Villazón, insistió en que los acuerdos de paz han ayudado a visibilizar este problema en el país.
Carrillo explicó que muchos debates “fueron aplazados porque la guerra no dejaba pensar en ellos”, sin embargo ahora, como el de la corrupción, “están saliendo a la luz”.
No obstante, alertó de que este fenómeno, instalado en las instituciones públicas pero de la mano de las privadas, forma parte de un “escenario nuevo de violencia”.
“Es imposible concebir un escenario de paz si no logramos acabar con la corrupción”, aseveró el procurador, quien reiteró que para ello la fortaleza de la institucionalidad es fundamental.
Carrillo puso de relieve que poco a poco la sociedad colombiana va comprendiendo que “lo público es lo que nos pertenece a todos”, ya que “en el pasado se pensaba que lo público era lo que le pertenecía a unos pocos, a los funcionarios del estado”.
“La defensa de lo público, la defensa de los intereses públicos, debe ser protegida por lo público, pero también por lo privado”, en alusión a las coimas que las empresas privadas pagan a los servidores del estado para obtener sus favores.
Colombia ha sido uno de los países latinoamericanos a los que también afectó el escándalo de las coimas multimillonarias de la constructora brasileña Odebretch, a la que el contralor pretende rescindir todos los contratos y no permitir que vuelva a operar en el país.
En ese sentido, Carrillo reiteró la necesidad de “la consagración como delito de la financiación ilegal en las campañas”, que hasta ahora es solo considerado como una falta.
“La consideración de que la política es una actividad con ánimo de lucro, no puede ser, hay que romper con eso. El tema de la financiación de la política es como la cuadratura del circulo, nadie lo ha resuelto (...). Pero hay que aumentar la responsabilidad del sector privado”, afirmó.
“Cuáles van a ser las reglas de las donaciones para las campañas políticas después de todos estos escándalos, hay que volver a recuperar para la política la calidad, la majestad, el pudor, para poder llegar a decir que se puede hacer política en esta región sin ensuciarse las manos”, agregó en relación a los últimos grandes escándalos de corrupción que han salpicado a América Latina.
Por su parte, Villazón coincidió con Carrillo en la “inmensa responsabilidad que tiene el sector privado” en estas prácticas y aplaudió que se hagan los diagnósticos sobre el problema, pero reclamó la unión social e institucional para atajarlo.
“Quieren que la fiscalía, la procuraduría y la contraloría acaben con la corrupción y eso es imposible. Es un tema de construcción social y no de normas. (...) El silencio de los fusiles de las FARC deja oír el estruendo de la corrupción en Colombia. Ahora hay más recursos, pero hay más posibilidades de robarse los recursos públicos, porque hay más plata”. agregó.
La lucha anticorrupción es uno de los temas con más peso en la agenda política colombiana tras la firma de los acuerdos de paz por parte del Gobierno con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y se ha convertido en el centro del debate de cara a las elecciones presidenciales de 2018.