Anuncian acciones legales para frenar flujo de aguas negras desde México
San Diego (CA) — La ciudad californiana de Imperial Beach y el Sindicato Nacional de Patrulla Fronteriza (NBPC) anunciaron hoy que consideran emprender una acción legal para obligar al Gobierno a invertir en infraestructuras que controlen el flujo de aguas negras desde México.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (IBWC) sería el organismo demandado por las aguas residuales que llegan a la costa estadounidense a través de la cuenca del Río Tijuana, lo que ha intensificado la contaminación en una de las principales zonas de resguardo de la Patrulla Fronteriza.
En los últimos cuatro meses 59 agentes federales han mostrado síntomas de enfermedades o infecciones, denunció Christopher Harris, secretario de asuntos legislativos del Sindicato Nacional de Patrulla Fronteriza en el sector de San Diego.
“Esta es una catástrofe ambiental que se ha dejado pasar por mucho tiempo, se ha ocultado pero está afectando a decenas de miles de personas”, dijo el representante sindical.
No es la primera vez que el sindicato llega hasta estas instancias, ya que en los años noventa se interpuso una demanda similar que obligó al gobierno a equipar a los agentes fronterizos con artículos de protección básicos como guantes, máscaras o desinfectante de manos.
“La Comisión Internacional de Límites y Aguas necesita liderar y tomar un papel contundente en ayudar a mitigar y definitivamente solucionar esta vieja crisis de salud y ambiental”, agregó Terence Shigg, presidente del sindicato en el sector de San Diego.
Tanto la ciudad de Imperial Beach como el sindicato de Patrulla Fronteriza analizan opciones legales, aunque cada quien presentaría su demanda ante una corte por separado.
La IBWC (en México CILA), es un organismo internacional con presencia tanto en México como Estados Unidos encargado de los tratados sobre límites y aguas entre los dos países.
La ciudad de Imperial Beach insiste en que la IBWC tiene la autoridad y responsabilidad de garantizar que la contaminación que se genera al sur de la frontera no llegue hacia las aguas estadounidenses.
Durante años la ciudad de Imperial Beach, colindante con la frontera mexicana, ha solicitado que se inviertan recursos para capturar y controlar los sedimentos y aguas contaminadas que fluyen desde México hasta las costas de dicha comunidad.
En febrero se registró un derrame de millones de galones de aguas negras de México a Estados Unidos, catalogado como uno de los más grandes de su tipo en los últimos años.
Autoridades en México se comprometieron entonces a atender el problema desde su lado, pero meses después el tema parece haber quedado en el olvido, señaló Paloma Aguirre, activista del grupo ambientalista CostaSalvaje.
El año pasado la contaminación obligó al cierre de las playas de Imperial Beach durante 250 días.
Serge Dedina, alcalde de dicha ciudad, señaló que la comunidad ya no puede esperar a que se cumplan las promesas por parte de los dos gobiernos.
“Los derrames de Tijuana nos están matando, no solamente en California sino también en las playas de Tijuana”.