Jefes de la Armada culpan a los recortes de los últimos accidentes de buques
Washington — El subjefe de operaciones navales de la Armada, el almirante Bill Moran, apuntó hoy a los continuos recortes presupuestarios sufridos en los últimos años en la partida de Defensa como el principal motivo de los recientes accidentes sufridos por buques de la Séptima Flota en aguas del Pacífico.
La afirmación del almirante se produjo durante su comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Cámara de Representante que investiga cuatro accidentes sufridos este año por distintos buques en la región Asia-Pacífico con el fin de determinar si la flota estadounidense está preparada para operar a pleno rendimiento.
“Las incertidumbres presupuestarias conllevan incertidumbres en el mantenimiento”, denunció el almirante, quien reconoció que ante la falta de medios llega un momento en que no es posible “realizar el mantenimiento, los entrenamientos y llevar a cabo las operaciones”.
El pasado junio, el destructor USS Fitzgerald chocó en aguas japonesas con el carguero filipino ACX Crystal dejando siete marinos estadounidenses muertos y tres heridos que tuvieron que ser evacuados, entre ellos el comandante del destructor, Bryce Benson.
Apenas dos meses después, en agosto, cerca de la costa de Singapur, el buque USS John S. McCain colisionó con el Alnic MC, un petrolero de 30.000 toneladas que navegaba bajo la bandera de Liberia, un accidente que provocó daños significativos en el casco del destructor y que se cobró la vida de diez marineros.
Como consecuencia de estos dos accidentes, la Armada estadounidense destituyó al almirante Joseph P. Aucoin, comandante de la Séptima Flota a la que pertenecían ambos destructores y ordenó un paréntesis en sus operaciones en todo el mundo hasta aclarar estos accidentes.
Según explicó el director de la Oficina Gubernamental de Contabilidad de las Fuerzas de Defensa, John Pendleton, debido a la falta de medios para rotar los navíos que se encuentran en ultramar, muchos de estos buques obtienen dispensas que les permiten seguir navegando temporalmente y que son renovadas con regularidad.
La Armada estadounidense establece un plazo máximo de entre siete y ocho años para sus buques en ultramar, con el fin de poder llevar a cabo controles exhaustivos en territorio nacional, sin embargo, hay buques que no han vuelto a casa desde hace más de veinte años.
Esta situación ha provocado que ocho de los once buques de la Séptima Flota, que se encuentra desplegada en la base de Yokosuka (Japón), incluidos el USS John S. McCain y el USS Fizgerald, estén operando sin las certificaciones necesarias.
Asimismo, Pendleton afirmó que es habitual la reutilización de materiales para reducir los tiempos en las labores de mantenimiento.
“Vemos cierto incremento en la reutilización porque algunas piezas son muy específicas y porque el tiempo que se tarda en lograr los permisos puede ser excesivo”, reconoció el almirante Ronald Boxall, director de Guerra de Superficie de la Armada de EEUU, quien lamentó que debido a la falta de reemplazos “los tiempos de mantenimiento son cada vez menores”.
EEUU destina actualmente unos 590.000 millones de dólares al año al gasto en Defensa, un 25 % menos que durante la etapa más complicada de las guerras en Irak y Afganistán.
Se trata de una cantidad que el presidente, Donald Trump, considera insuficiente, lo que le ha llevado a prometer un aumento de 54.000 millones de dólares en el próximo presupuesto del Estado.