EEUU pide contención a las fuerzas congoleñas tras la muerte de 36 burundeses
Washington — Estados Unidos instó hoy a las fuerzas de seguridad de la República Democrática del Congo (RDC) a “abstenerse de hacer un uso excesivo de la fuerza”, después de que el Ejército matase a 36 refugiados burundeses durante una protesta.
“El Gobierno estadounidense está consternado por la violencia y la muerte de más de 30 nacionales burundeses y un soldado congoleño en Kamanyola, en el este de la RDC el 15 de septiembre”, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Según la misión de la ONU en el país (Monusco), el incidente ocurrió en Kamanyola (provincia de Kivu del Sur) el pasado viernes.
El suceso, que dejó también 117 manifestantes heridos, tuvo lugar cuando un grupo de refugiados se congregó para exigir la liberación de cuatro compatriotas detenidos por supuesta fabricación de armas.
Los soldados intentaron dispersar la protesta con tiros al aire y los manifestantes respondieron lanzando piedras, lo que derivó en un choque en el que el Ejército disparó contra la multitud.
En el comunicado, Nauert urgió hoy al Gobierno de Kinshasa a “proteger a los civiles afectados por la violencia de más ataques”.
“Además, urgimos a las fuerzas de seguridad de la RDC a abstenerse de hacer un uso excesivo de la fuerza”, subrayó la portavoz, al agregar que “la causa de la violencia debe determinarse y los responsables deben rendir cuentas”.
Nauert también pidió al Ejecutivo congoleño trabajar con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la misión de la Monusco para “reducir la tensión entre los refugiados burundeses y la población anfitriona”.
Según ACNUR, casi medio millón de personas ha huido de Burundi desde abril de 2015, cuando el presidente del país, Pierre Nkurunziza, anunció que se presentaría por tercera vez a las elecciones.
Su decisión contravenía la Constitución y violaba los acuerdos que acabaron con una larga guerra civil en 2005.
Desde entonces, en el país africano han muerto centenares de personas y las Naciones Unidas han alertado de un posible genocidio.
Tanzania acoge la mayoría de refugiados burundeses, con unas 249.000 personas en tres campamentos, mientras Ruanda alberga aproximadamente 84.000 burundeses; Uganda, 45.000; y la República Democrática del Congo, unos 41.000.