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México y Honduras se clasifican sin victorias y Chile dice adiós al Mundial

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El secretario del Tesoro de EE.UU., Steve Mnuchin, pidió hoy una significativa reforma del FMI, donde prime el impulso al sector privado y la desregulación, y del Banco Mundial (BM), para que centre el esfuerzo en países pobres y deje de prestar a países de ingresos medios como China.

“A medida que el FMI pasa al periodo tras la crisis financiera global, urgimos a la institución a estructurar sus programas de préstamo para priorizar reformas que impulsen el crecimiento económico guiado por el sector privado”, dijo Mnuchin en su declaración ante el Comité Financiero y Monetario del organismo.

Mnuchin criticó que “en demasiados países un sector público de gran tamaño deja de lado al sector privado”.

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Asimismo, señaló que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe ser “un ejemplo de disciplina fiscal”, algo que exigirá “decisiones difíciles” como revisar “los salarios y beneficios de sus trabajadores”.

Por su parte, mostró su recelo ante el incremento de capital planteado por el presidente del BM, Jim Yong Kim, para ampliar los recursos financieros de la primera institución de desarrollo global, con préstamos anuales por encima de los 50.000 millones de dólares

“Más capital no es la solución cuando el capital existente no se distribuye de manera efectiva”, dijo el secretario del Tesoro, que participa en la asamblea anual de ambas instituciones que se celebra esta semana en Washington.

En este sentido, Mnuchin señaló que “la demanda de capital barato (como los préstamos a bajos intereses del BM) siempre superaran la oferta, por lo que la clave es asegurarse que esos recursos se aplican donde son más necesitados y pueden alcanzar resultados efectivos y sostenibles”.

Mnuchin pidió un “significativo cambio” en la financiación de manera que se centre entre los países más pobres y no los de medianos ingresos.

Aunque no lo citó por el nombre, EE.UU. ha expresado su preocupación por el gran volumen de fondos destinados por el BM a China, que solo en 2017 recibió más de 2.400 millones para préstamos.

El BM ha ampliado sus proyectos en países de medianos ingresos con el argumento de que es fundamental ayudar a estos países en el tránsito hacia economías avanzadas.

“Reconocemos que el BM tiene un papel que jugar entre sus clientes más ricos y solventes, pero a nuestro juicio este papel debería estar centrado en la transferencia de conocimiento, y diseñado para que salgan completamente de la asistencia de los donantes”, remarcó Mnuchin.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que llegó a la Casa Blanca en enero pasado, ha mostrado explícitamente su escepticismo ante las instituciones multilaterales, a las que ha acusado de falta de efectividad, y ha insistido en no dudará en aplicar medidas comerciales para proteger la economía de EE.UU.

Esta posición de Washington, principal accionista y contribuyente en el FMI y el BM, supone un giro de 180 grados respecto a las políticas defendidas por el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).

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