El nominado de Trump para zar antidrogas retira su candidatura tras polémica
Washington — El nominado para ser el nuevo “zar” antidrogas del Gobierno, el legislador republicano Tom Marino, ha pedido no ser considerado para ese puesto, según dijo hoy el presidente Donald Trump.
Trump anunció la retirada de Marino en su cuenta de Twitter y dijo de él que es “un buen hombre” y “un gran congresista”.
La decisión de Marino de retirar su candidatura a dirigir la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca llega tras una investigación conjunta realizada por el diario The Washington Post y el programa “60 Minutes” de la cadena CBS.
Esa investigación reveló, entre otras cosas, que Marino recibió casi 100.000 dólares de la industria farmacéutica mientras patrocinaba un proyecto de ley en el Congreso que debilitó la capacidad de la DEA, la agencia antinarcóticos, para perseguir a los fabricantes y distribuidores de opiáceos.
Al ser preguntado este lunes durante una conferencia de prensa improvisada en la Casa Blanca por esa investigación, Trump dijo que iba a “revisar” el asunto, sin descartar la retirada de la nominación de Marino.
La adicción a los opiáceos en EEUU, donde una media de 91 personas mueren al día por ese problema, se ha convertido en una verdadera crisis y Trump prevé declarar que la situación se ha elevado a “emergencia nacional” la próxima semana.
Ya en agosto pasado, Trump calificó la crisis de “emergencia nacional” y adelantó que pensaba emitir una declaración al respecto.
La declaración de emergencia nacional “es un paso muy importante” y “lo haremos la semana que viene”, afirmó este lunes Trump al subrayar que EEUU y, “francamente”, el mundo entero, “tienen un problema de drogas”.
Cada día, una media de 91 estadounidenses mueren por sobredosis de opiáceos, según datos del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del país (CDC, en inglés), un problema que se ha disparado desde comienzos de siglo y que está relacionado con el aumento en la venta con receta de analgésicos, que se ha cuadruplicado desde 1999.
El mandatario prometió durante la campaña electoral del pasado año dar “la batalla” contra los opiáceos, que en 2016 mataron a casi 60.000 estadounidenses, según los datos preliminares del Gobierno.
En marzo pasado, Trump creó una comisión presidencial para combatir la crisis de opiáceos, grupo que está liderado por el gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie.