Rechazan plan para restringir venta de bebidas alcohólicas en Miami Beach
Miami — La propuesta de reducir el horario de venta de bebidas alcohólicas en una de las áreas más turísticas de Miami Beach fue objeto hoy de una protesta de vecinos y de propietarios y trabajadores de bares, aunque tampoco gusta al sindicato policial.
La propuesta de la Alcaldía de Miami Beach, que busca reducir tres horas, hasta las 2 de la mañana, la venta de bebidas alcohólicas en los establecimientos a lo largo de la avenida Ocean Drive, será sometida a referéndum el próximo martes, 7 de noviembre.
El alcalde de la ciudad, Philip Levine, considera que con esa medida se puede devolver la tranquilidad a una zona que se ha vuelto “peligrosa” debido a la delincuencia.
En una carta abierta a la comunidad, Levine criticó que “poderosos grupos de intereses especiales están gastando grandes sumas de dinero para evitar que la ciudad mejore”.
Sin embargo, centenares de residentes, empresarios y trabajadores del sector mostraron hoy en las calles su oposición a la reducción del horario de venta de bebidas alcohólicas, que la Comisión de Miami Beach decidió en junio pasado someter a consulta popular.
Los manifestantes esgrimieron un estudio encomendado por la Asociación de Restaurantes y Alojamiento de Florida (FRLA) que calcula en más de 350 millones de dólares anuales el “impacto negativo” a la economía regional que tendría la medida.
El análisis detalla una pérdida de más de 340 millones de dólares en ingresos por ventas, lo que se traduce en una pérdida de más de 19 millones de dólares anuales en impuestos por concepto de propiedad, complejos turísticos y ventas.
La directora ejecutiva de la Ocean Drive Association, Ceci Velasco, señaló que aquellos que salieron a protestar son trabajadores que se verán afectados laboralmente si prospera la iniciativa.
Según el estudio de FRLA, la reducción del horario de venta de bebidas alcohólicas en los pequeños hoteles, bares y discotecas de Ocean Drive, conocida también por su arquitectura Art Deco, generaría la pérdida de más de 5.500 puestos de trabajo.
La medida, que afectaría especialmente a bares de gran popularidad como Mango, Clevelander y Ocean’s ten, no afecta sin embargo al consumo de alcohol en establecimientos totalmente cerrados o dentro de los hoteles, que seguirá siendo permitido hasta las 5 de la mañana.
El estudio además descalificó el argumento que esgrime la Comisión de Miami Beach respecto a la seguridad, al señalar que la mayor parte de las llamadas a la policía hechas desde el vecindario se produce antes de las 2 de la mañana.
Sin embargo, citando otro estudio, de la Universidad Internacional de Florida, el alcalde Levine aseguró que será “mínimo” el impacto fiscal de la medida, que sólo incluye “ocho establecimientos, ya que otros 68 podrán vender bebidas alcohólicas hasta las 5 de la mañana”.
Precisó que los impuestos generados por las ventas de hoteles, alimentos y alcohol en Ocean Drive representan “una pequeña parte de los ingresos generales de la ciudad (8,4 % en 2015-16)”.
Entre tanto, el presidente de la Orden Fraternal de la Policía de Miami Beach, Bobby Jenkins, responsabilizó de la inseguridad a la despenalización de la marihuana y el acceso a las tiendas de licor hasta las 5 de la mañana, entre otras medidas.
El líder sindical aseguró que, de aprobarse la medida, será “ineficaz y un golpe económico para la ciudad”.