El Niño Dios mexicano se reinventa pese a las reticencias de los más puristas
México — Doctor, policía, futbolista o incluso ladrón de combustible son algunas de las transgresoras formas de vestir a la figura mexicana del Niño Dios, que cada año se reinventa pese a la oposición de los más puristas que piden no alterar la tradición del Día de la Candelaria.
“A veces la gente nos pide niños que al menos para mí no existen, prefiero los trajes que son los que conozco. (La creación de trajes con motivos actuales) es una moda para vender más”, explicó Rosa a Efe, una restauradora de figuras de porcelana, yeso y madera de Niños Dios.
Sin embargo, Lupita, encargada de un negocio de vestidos de Niños Dios, dijo que “vivimos en un mundo en el que la gente ya no tiene tanta fe, pero si de esta manera consigues que la juventud y los niños se acerquen más, ?por qué no hacerlo?”.
Ambas mujeres llevan varias décadas trabajando en Ciudad de México en este gremio que garantiza que cada 2 de febrero los mexicanos puedan llevar a bendecir a su Niño Dios, puesto que se cumplen 40 días desde Navidad.
Rosa lleva cuatro décadas restaurando figuras y, aunque ahora tiene su propio taller en Iztapalapa, en el sureste de la capital, aprendió este arte con el padre de Toño, un trabajador del céntrico mercado de Niños Dios de Ciudad de México.
La familia de Toño lleva desde 1910 en el oficio: fabrican y restauran figuras y ha dado cursos a personas de Perú, Venezuela y Honduras, entre otros, ya que la mayor parte de la gente prefiere, aunque sea más caro, reparar a su Niño Dios en lugar de comprar uno nuevo.
Toño opinó para Efe que las ropas que cada año se ponen de moda, como puede ser el traje de la selección mexicana de fútbol, el de niño migrante o incluso el de huachicolero (persona que se dedica al robo o venta ilegal de gasolina) son “chistes”.
“El Niño Dios es el Niño Dios, es muy serio. Yo respeto mucho esto, a mí me ha ayudado emocionalmente y físicamente. Es muy sagrado porque me dio de comer y para que mi hija terminase la universidad”, expresó Toño.
Cada año, llegan novedades a los muchos mercados que venden estas figuras y este año el traje niño migrante y el de huachicolero han sido los protagonistas del de La Merced.
Aun así, los vendedores de este lugar se sorprendieron al ser preguntados por la ropa de ladrón de combustible y no supieron decir dónde encontrarla.
Sin embargo, en el comercio de Lupita confeccionan y venden trajes de niño migrante que, según contó, muchas personas compran para después transformarlo en niño huachicolero.
“Nosotros tenemos niño migrante para encomendar a migrantes que van de México a Estados Unidos, pero la gente lo tomó, le ponen su galón y lo usan de huachicolero”, explicó.
En su caso, Lupita se lo toma más a broma porque en México, dijo, se ríen “hasta de la muerte” y en su empresa, si bien intentan mejorar cada año los Niños Dios más tradicionales, también buscan incluir elementos más actuales en su catálogo anual.
El negocio familiar se creó hace más de 40 años, cuando los bisabuelos de Lupita acudían a la romería en la que las familias llevaban a sus figuras para que los costureros hicieran los trajes a medida.
Desde entonces, generación tras generación la empresa ha ido creciendo y ahora todos los miembros dedican tiempo a los Niños Dios durante todo el año, a pesar de tener cada uno su oficio.
Según la joven, lo más vendido sigue siendo lo tradicional como San Judas Tadeo, el del Sagrado Corazón o el Niño vestido con ropón (traje de bautizo).
Pero este año la novedad es el Niño Dios vestido con guayabera, una camisa tradicional mexicana muy usada por el nuevo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador.
“La gente nos lo pide como el niño vestido de “Peje” (sobrenombre de López Obrado) porque usa la guayabera de nuestro presidente Andrés Manuel. Cada quien le da el sentido que le quiera dar”, sentenció Lupita.
México celebra cada 2 de febrero el Día de la Candelaria, que señala el final de las celebraciones de Navidad, durante el cual las familias cocinan tamales (alimento a base de maíz con rellenos variados) y sacan a pasear a su Niño Dios.