Dirigente de Movimiento Santuario en Colorado volverá a México este mes
Denver (CO) — El mexicano Arturo Hernández García, con 20 años viviendo en Colorado, mostró este jueves a las autoridades federales los boletos de avión para abandonar el país este mes de manera voluntaria, tras recibir semanas atrás una orden en ese sentido.
Hernández, quien en 2014 se convirtió en la primera persona de Colorado en pedir santuario en una iglesia para no ser deportado, prometió en Denver que saldrá del país antes del 22 de abril, fecha fijada por la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
“Seguiré luchando para estar junto a mis hijas cuando ellas lleguen a ser adultas”, dijo el mexicano en una rueda de prensa posterior a su audiencia, en la que reiteró que él y su familia entraron al país legalmente.
El inmigrante se mantuvo en la iglesia desde octubre de 2014 hasta junio del año siguiente, cuando recibió una carta de ICE en la que se le informó que su caso ya no era una prioridad de deportación.
Pero en 2017 el caso fue reabierto, Hernández fue detenido y su orden de deportación reactivada. Cuando el inmigrante se presentó ante ICE el pasado 27 de marzo se le informó que tenía hasta hoy para demostrar que había hecho los arreglos de cara a abandonar Estados Unidos.
Asimismo, se fijó como plazo máximo para regresar a México hasta el 22 de abril y que antes del 1 de mayo debe demostrar por carta certificada que ya está en su país de origen.
Los abogados del inmigrante piden que se reabra su caso y se cancele la orden de deportación, impuesta en 2010 tras una acusación de la que salió inocente.
La defensa aludió a demanda presentada por Anna García, la esposa de Arturo, en la que pide a ICE que se le permita completar sus trámites inmigratorios (sus padres son ciudadanos) antes de deportar a su esposo.
“No vinimos aquí de ninguna manera para ser una carga para este país, Vinimos aquí para contribuir y realmente ayudar a construirlo, Eso es los que hemos hecho como familia”, afirmó García.
Jennifer Piper, dirigente y portavoz del Movimiento Santuario, compartió ese sentimiento, indicando que clérigos, dirigentes y abogados trabajarán juntos “con la esperanza que se postergue su deportación”, aunque, a la vez, “acompañaremos a Arturo y a su familia.”