Tensión en el sureste de México ante la desesperación de miles de africanos
Tapachula (México) — La difícil situación que están viviendo miles de migrantes del continente africano y de países como Haití o Cuba ha provocado tensión y desesperación en estaciones migratorias del sureste de México.
En Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, unos 2.000 migrantes, muchos de ellos africanos, subsisten sin alimentos, ni agua y ni medicamentos.
Ello ha provocado situaciones muy tensas en los alrededores de las oficinas migratorias, donde se encuentran el conglomerado de migrantes esperando a que la autoridad migratoria mexicana expida salvoconductos que les permitan cruzar el país latinoamericano y llegar a la frontera con Estados Unidos, donde quieren pedir asilo.
Los migrantes llegaron hace días o semanas a cuentas gotas y cruzaron la frontera para, finalmente, instalarse en esta localidad a unos 60 kilómetros de Suchiate, frontera con Guatemala.
Varios niños, mujeres y hombres ya están padeciendo algunas enfermedades gastrointestinales y en las vías respiratorias, por lo que el panorama se torna tenso, más si cabe al no saber si van a poder continuar.
Muchas familias han cruzado miles de kilómetros y hasta nueve países.
Indicaron que el recorrido lo hicieron a veces en avión, otras tantas en autobuses e incluso caminando hasta lograr arribar a esta estación migratoria.
Diakanva Jcanrobert, de la República Democrática del Congo, comentó a Efe que están esperando el trámite del documento del salvoconducto para poder continuar la travesía.
“Estamos aquí esperando con la familia sin comida y sin agua. Yo estoy aquí desde hace 15 días y pasé por Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, yo quiero salvoconducto para pasar”, agregó.
El joven, quien habla francés y portugués, narró que se vio obligado a salir de su país por la violencia que se vive y al tener familiares en los Ángeles, California, decidió emprender esta travesía en busca de poder cruzar a los Estados Unidos.
Los migrantes exigen al Instituto Nacional de Migración (Inami) que agilice el trámite del salvoconducto para que puedan transitar legalmente por territorio mexicano y así poder llegar a los Estados Unidos.
Desde hace dos semanas migrantes africanos junto a decenas de haitianos se apostaron frente a las instalaciones de la Estación Migratoria Siglo XXI -la única que permanece abierta en la zona- en espera del documento migratorio.
A estos se les han ido sumando migrantes de otras nacionalidades como la India.
Mientras tanto, 71 migrantes de Haití fueron deportados este jueves por las autoridades mexicanas por presuntamente participar en un altercado este martes en Tapachula, llevados por la desesperación.
En tanto que alrededor de entre 30 y 40 cubanos cumplieron 7 días en huelga de hambre en demanda que las autoridades migratorias mexicanas les explican el salvoconducto.
Algunas migrantes apenas comen pequeñas hojuelas de avena mezclada con agua, mientras que otros ingieren masa de maíz mezclada. La mayoría, viaja sin dinero.
Denis Hernández Barón, originario de Cuba, manifestó: “Soy cubano ya llevo aquí en México alrededor de 25 o 26 días y en huelga de hambre llevando 7 días con hoy, nosotros estamos pidiendo que se nos de el permiso para transitar hacia la frontera”, apuntó el hombre, quien denunció discriminación.
Afirmó, tras varios días en huelga de hambre, que otras nacionalidades están recibiendo con más facilidad dichos documentos.
Aunque llegaron en grupos más reducidos, la aglomeración en Tapachula convierte este contingente, de facto, en una nueva caravana migrante.
El fenómeno empezó a mediados de octubre de 2018 cuando miles de migrantes, en su mayoría hondureños y salvadoreños, iniciaron este éxodo en grupo para sentirse más seguros, y causando choques diplomáticos entre distintas naciones.
Durante semanas, varios grupos llegaron a la frontera norte de México, muchos de ellos en Tijuana, hasta que el fenómeno se relajó.
Pero a finales de marzo un nuevo contingente partió de Chiapas, cansados de esperar que les otorgaran una tarjeta de visitante por razones humanitarias.
Estos días, el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, con sus salidas de tono habituales, ha criticado a México por no hacer “nada” para parar el movimiento, e incluso ha amenazado con cerrar su frontera.