Grandi insiste en necesidad de apoyar a países que acogen a los venezolanos
Naciones Unidas — El comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, insistió este martes en la necesidad de que la comunidad internacional apoye a los países latinoamericanos que acogen a los casi tres millones y medio de venezolanos que han abandonado su país.
En la víspera de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela, Grandi aseguró a los periodistas en la sede de Naciones Unidas que había pedido a los quince países del Consejo un mayor respaldo a estos estados, especialmente a Colombia, Perú, Ecuador y Brasil.
“A pesar de las grandes necesidades de los refugiados y de los países de acogida, especialmente Colombia, Perú, Ecuador y Brasil, el apoyo financiero a estas operaciones es mínimo y estas necesidades van a crecer”, dijo Grandi.
Acto seguido, subrayó: “No podemos pensar que, porque estos países han mantenido sus puertas abiertas, está garantizado” que no las van a cerrar.
Grandi explicó que en la reunión de mañana, el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, hablará sobre la situación dentro de Venezuela.
El comisionado de Naciones Unidas agregó que los venezolanos que han buscado refugio en otros países lo han hecho por muchas y diferentes razones, entre las que citó la escasez de alimentos y de medicinas, especialmente para la gente con enfermedades crónicas, así como la violencia.
En la reunión de mañana del máximo órgano de decisión de la ONU está previsto también que esté presente el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, que ya ha participado en anteriores convocatorias del Consejo de Seguridad donde se ha abordado la situación en Venezuela.
Durante su intervención de este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Grandi advirtió contra la creciente estigmatización de los refugiados y contra la “toxicidad” en el lenguaje político, los medios e incluso en las “conversaciones del día a día” de los ciudadanos.
Grandi, que abordó someramente la situación en Libia, Venezuela, Siria y Birmania, declaró a los quince miembros del órgano más influyente de Naciones Unidas que el mundo está siendo testigo de una “estigmatización sin precedentes” de los refugiados y los migrantes.
Sin embargo, subrayó que con un “deseo político” y un trabajo común se pueden resolver las crisis enfocándose en tres pilares.
La prevención y la solución de los conflictos y las crisis de seguridad; el apoyo a los países que reciben refugiados porque, según subrayó, el 80 % de los países receptores son Estados pobres o de ingresos medios; y la supresión de los obstáculos para alcanzar soluciones, en especial, para favorecer el regreso de los refugiados.