Cuba da garantías a empresas foráneas; éstas piden mejoras
LA HABANA — Cuba se comprometió el viernes con empresarios extranjeros radicados en la isla a proteger sus inversiones en momentos en que Estados Unidos autorizó demandas contra ellos, mientras diplomáticos europeos pidieron facilidades al gobierno para los hombres de negocios foráneos que llevan décadas apostando por la nación caribeña.
Representantes de naciones del viejo continente, decenas de directivos de compañías asentadas en la isla y funcionarios de comercio local se reunieron para intercambiar ideas sobre las medidas aprobadas por Washington, y sobre todo la reciente activación del título III de la ley Helms-Burton, que autoriza a ciudadanos estadounidenses --antiguos propietarios en la isla-- a presentar querellas judiciales si consideran que se usan bienes que les fueron nacionalizados.
Encabezados por el viceministro primero de Comercio Exterior, Antonio Luis Carricarte, las autoridades cubanas destacaron la extraterritorialidad de la norma estadounidense y recordaron varias leyes de la isla que los resguardan, como la Constitución o una específica que prohíbe la cooperación con cortes estadounidenses a fin de aplicar la Helms-Burton.
El objetivo es “proteger” los negocios en Cuba de esta ley “espuria” e “inaplicable”, expresó Carricarte al dar la bienvenida a la reunión.
Algunos empresarios agradecieron las gestiones de Cuba y destacaron que llevan décadas trabajando en la isla a pesar de las presiones como cartas de grupos anticastristas asentados en La Florida y cancelaciones de contratos de insumos para sus empresas. Sin embargo, el embajador de la Unión Europea, Alberto Navarro, fue más allá.
“Lo que busca esta legislación y creo que todos estamos de acuerdo es crear confusión y desalentar la inversión”, expresó. También reconoció las dificultades que las sanciones de Washington implican para Cuba y las firmas foráneas.
No obstante, Navarro exhortó al gobierno cubano a “buscar la oportunidad para mejorar el clima de las inversiones en Cuba, para facilitar el comercio y la inversión”.
Cuba atraviesa una situación complicada con el ajuste de las sanciones estadounidenses y la crisis en su principal aliada, Venezuela, que se agregan a la falta de productividad de su economía y a su factura de importaciones elevada, sobre todo en renglones como alimentos.
Muchas de las empresas radicadas en el país suelen quejarse de la inconstancia o el incumplimiento de pagos por parte de Cuba debido a la falta de liquidez y de los obstáculos de logística, como la imposibilidad de renovar trayendo sus flotas de transporte o la burocracia que rodea los trámites y autorizaciones.
Algunas firmas europeas, canadienses o latinoamericanas bien consolidadas en la isla son grandes como Iberostar o Melía, pero también hay pequeñas y medianas como la mayoría de los dos centenares de firmas españolas radicadas aquí. La ausencia de compañías estadounidense que compitieran con ellas en Cuba fue siempre vista como una ventaja para muchas.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como: www.twitter.com/ARodriguezAP
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