Stanford se reencuentra con el triunfo, tres años después, en Hamburgo
Hamburgo — La galesa Non Stanford, campeona del mundo en 2014, ganó este sábado la sexta prueba del Mundial de triatlón, disputada -en distancia sprint- en la localidad alemana de Hamburgo, donde se reencontró con la victoria más de tres años después de su último triunfo en esta competición.
Stanford, de 30 años, cubrió el recorrido, de 750 metros a nado, veinte kilómetros en bici y cinco más de carrera a pie, en 59 minutos y 24 segundos, siete menos que la francesa Cassandre Beaugrand, que no pudo revalidar su triunfo del año pasado en Hamburgo, en una prueba en la que la estadounidense Katie Zaferes mantuvo el liderato del Mundial a pesar de acabar trigésima quinta después de sufrir una caída en el segmento ciclista.
La estadounidense Summer Rappaport fue tercera, a 18 segundos, después de ganarle el sprint final; y dejarla fuera del podio, a la holandesa Rachel Klammer.
Beaugrand, que el año pasado festejó un fin de semana excelente en Hamburgo -donde, además de ganar la prueba individual, se proclamó campeona del mundo de relevos con Francia-, fue la primera en salir de las aguas del Binnenalster, el pequeño de los dos lagos artificiales que llenan las aguas del Alster -afluente del Elba, el gran río de la ciudad hanseática-, en el que se nadó con neopreno.
La gala emergió del estanque por delante de tres estadounidenses, Sophie Coldwell, Rappaport y Zaferes, líder del Mundial; que en la primera vuelta del segmento ciclista sufrió una caída, en la curva anterior a la recta de entrada a la zona de meta y transición, situada delante del Ayuntamiento de la ciudad-estado del norte de Alemania, donde, sin diluviar, llovió lo justo para que el mojado pavimento se convirtiera en peligroso.
Zaferes, que hace justo una semana había festejado en Montreal (Canadá) su cuarto triunfo del año -después de los que logró en Abu Dabi, Bermudas y Yokohama (Japón)- arruinó todas sus posibilidades de éxito al caerse; y acabó el segmento ciclista rodando junto a la suiza Julie Derron, a minuto y medio de la cabeza.
La estadounidense, que había festejado su primer triunfo en las Series Mundiales precisamente aquí, en Hamburgo, hace tres años, demostró enorme deportividad y -según explicó en meta, “por respeto a otras triatletas” que compiten en los puestos traseros- acabó, aún sabiéndose sin opciones; la carrera.
Zaferes fue trigésima quinta, a dos minutos y 48 segundos de Stanford. Que festejó su primer triunfo en una prueba del Mundial en la de Madrid de 2013; y que desde que ganase el 24 de abril de 2016 en Ciudad del Cabo (Suráfrica) -meses antes de acabar cuarta en los Juegos de Rio de Janeiro (Brasil)- no había subido a lo más alto del podio en las ‘World Series’.
La galesa se despidió de sus rivales nada más bajarse de la bici; y Beaugrand, que también se había despegado de las perseguidoras, pronto se conformó con mantener la segunda plaza, en una carrera en la que Rappaport (Summer Cook, de soltera) subió al podio del que dejó fuera a Klammer. Y en la que la británica Georgia Taylor-Brown acabó quinta, por delante de la estadounidense Taylor Spivey y de la local Laura Lindemann.
Pero la mención especial del día se la llevó la suiza Nicola Spirig, de 37 años, una de las ilustres damas del triatlón: campeona olímpica en Londres 2010 y plata en los Juegos de Rio (Brasil), cuatro años después.
La helvética -séxtuple campeona de Europa- regresaba a la competición tres meses después de dar a luz a su tercer hijo y acabó en una muy notable octava posición, a 27 segundos de Stanford, la sexta prueba de un Mundial que se reanudará dentro de dos fines de semana en Edmonton (Canadá).
Spirig trama algo: en los Juegos de Tokio del año apuntará de nuevo a los metales de honor.
Adrian R. Huber