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EFE

El presidente, Donald Trump, mostró hoy su voluntad de acercamiento con Pakistán en una reunión con el primer ministro Imran Kahn en la Casa Blanca, en la que aplaudió la “ayuda” paquistaní para un acuerdo de paz en Afganistán y se ofreció como “mediador” en el conflicto de Cachemira con India.

“Solo el país más poderoso liderado por el presidente Trump puede juntar a estos dos países. Hemos intentado todo con India. Pero desafortunadamente no hemos logrado avances todavía”, dijo Kahn en el Despacho Oval junto con el mandatario.

“Si puedo ayudar, me encantaría ser un mediador (sobre Cachemira). Si puedo hacer cualquier cosa para ayudar, házmelo saber”, replicó Trump en respuesta a la oferta realizada por el primer ministro paquistaní.

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El mandatario apuntó que en su última reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi, éste también le había solicitado la mediación de Washington sobre Cachemira.

Poco después, sin embargo, el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Raveesh Kumar, desmentía esa opción al asegurar en Twitter que esa “solicitud no había sido realizada” por Modi e insistía en que la “posición” de Nueva Delhi es que los temas en “disputa” con Pakistán sean discutidos “solo bilateralmente”.

Situada a los pies del Himalaya, Cachemira es la única región india con mayoría musulmana y Pakistán reclama su completa soberanía desde la partición del subcontinente en 1947 y su independencia del Imperio británico.

Las dos naciones han librado varias guerras por ese territorio, separado por una frontera provisional que divide las dos Cachemiras y que es una de las zonas más militarizadas del mundo.

El encuentro entre Trump y Kahn, en lo que supone la primera visita a la Casa Blanca del nuevo primer ministro de Pakistán desde que llegó al poder a mediados de 2018, busca relajar las tensiones entre Washington y Islamabad, después de que EE.UU recortase la asistencia al acusar al país de no colaborar y dar cobijo a grupos terroristas que operan en Afganistán.

“Podría ganar esa guerra en una semana pero no quiero matar a 10 millones de personas (...) Afganistán podría quedar borrada de la faz de la tierra. No quiero ir por esa vía”, sostuvo Trump.

El mandatario lamentó que Estados Unidos haya mantenido tropas en territorio afgano “durante 19 años”, algo que calificó de “ridículo”.

“Pakistán nos va a ayudar a salirnos. Somos policías. No estamos luchando una guerra”, criticó en referencia a las labores de reconstrucción y entrenamiento en las que está implicado EEUU.

Más de 2.400 miembros de las fuerzas armadas estadounidenses han perdido la vida en Afganistán desde 2001, y en lo que va de 2019, el saldo mortal de estadounidenses es de once.

Khan defendió, por su lado, el papel que su país está jugando en la negociación de un acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes en Afganistán tras el largo conflicto armado, unas negociaciones que van por su séptima ronda.

“Estamos, creo, en el momento más cercano que hemos estado del alcanzar un acuerdo de paz”, indicó el primer ministro paquistaní.

Kajn remarcó el compromiso de Pakistán por ser “honestos” con EE.UU. y que “no habrá ninguna duda acerca de las intenciones” del país.

Trump acusó el pasado año a Pakistán de que, a pesar de que recibían 1.300 millones de dólares (1.154 millones de euros) al año de las arcas estadounidenses, no habían hecho nada por el país.

Como consecuencia, el mandatario ordenó la suspensión de la mayor parte de su ayuda de seguridad a Pakistán hasta que Islamabad “tome medidas decisivas” contra grupos terroristas como los talibanes, que “desestabilizan la región y amenazan al personal de EE.UU”.

“El problema es que Pakistán no estaba haciendo nada por nosotros. Eran subversivos (...) Creo que tenemos una mejor relación ahora que cuando pagábamos ese dinero. Ese dinero puede volver”, agregó Trump.

Khan, exjugador de críquet que lideró a su selección nacional en su victoria en la Copa del Mundo de 1992, llega precisamente a Washington tras el arresto el martes de Hafiz Saeed, acusado por Estados Unidos y la India de ser el responsable del ataque terrorista que causó 166 muertos en 2008 en la ciudad occidental india de Bombay.

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