Esper, por fin un jefe del Pentágono no interino y que agrada al Senado
Washington — Formado en la academia militar de West Point y con experiencia tanto en el Gobierno como en el sector privado, el nuevo secretario de Defensa, Mark Esper, llega al cargo después de casi ocho meses en que su puesto haya sido ocupado de forma interina y con un apoyo con el que no contó su predecesor.
Nacido en 1964, Esper se graduó en Ciencias en West Point a los 23 años antes de incorporarse al Ejército como oficial de infantería, lo que le llevó a participar en la primera Guerra del Golfo.
Sus acciones en el frente le llevaron a ser condecorado con una Estrella de Bronce y con una Legión del Mérito.
A su vuelta a Estados Unidos, mientras continuaba en el servicio activo, sacó tiempo para completar una maestría en Administración Pública en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Tras diez años de servicio, decidió abandonar las Fuerzas Armadas y comenzó a trabajar para la Heritage Foundation, un centro de estudios conservador con una gran influencia en Washington.
Desde esta institución dio el salto al servicio público y se incorporó al personal del comité de Relaciones Internacionales del Senado, y entre 2001 y 2002 ejerció como director de políticas públicas del comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
Fue entonces cuando le llegó su primera llamada de la Casa Blanca.
En 2002, la Administración del entonces presidente George W. Bush le ofreció incorporarse al Pentágono como subsecretario de Negociaciones del Departamento de Defensa.
Este cargo le dio la oportunidad de trabajar en asuntos relacionados con el control de armas, la seguridad internacional o la no proliferación nuclear.
Tras su breve paso por la cartera de Defensa, volvió al sector privado para trabajar en instituciones como la Asociación de Industrias Aeroespaciales o la multinacional Raytheon, uno de los principales contratistas del Pentágono.
Su trabajo para este empresa, para la que se desempeñó como líder de su grupo de presión en Washington, ha sido la única sombra a la que Esper ha tenido que hacer frente durante su proceso de confirmación.
La semana pasada, durante la audiencia de confirmación, la senadora demócrata y aspirante a la Casa Blanca Elizabeth Warren, que hoy votó en contra de su confirmación, intentó sonsacar al aún por entonces aspirante el compromiso de no volver a la industria armamentística durante cuatro años una vez termine su mandato.
Tras subrayar que había combatido en el frente de batalla por su país, Esper aseguró que se atendría a las leyes y que éstas no le exigen semejante sacrificio.
Este momento de tensión, el único que se produjo durante dicha audiencia, llevó al senador republicano Rick Scott a criticar a Warren por considerar que apenas había querido protagonizar un “gesto de cara a la galería”.
Esper abandonó Raytheon en 2017 para volver al Pentágono como secretario del Ejército de Tierra, un puesto desde el que gestionó los recursos y la preparación de los 1,4 millones de soldados que forman parte de esta rama de las Fuerzas Armadas.
Gracias a este cargo, Esper se convirtió en una de las caras más reconocibles del Pentágono y volvió a recorrer con asiduidad los pasillos del Capitolio; ahora para comparecer ante un sinfín de audiencias, en la que mostró ser un firme defensor tanto de las necesidades del Ejército como de las políticas de la Casa Blanca.
Este difícil equilibrio le granjeo el respeto y la simpatía de la mayoría de los legisladores de ambos partidos, algo que nunca logró su predecesor en el cargo, Patrick Shanahan.
En los cerca de seis meses en que Shanahan ostentó el cargo de manera interina, el exdirectivo de Boeing dejó clara su servidumbre hacia el comandante en jefe, lo que provocó el rechazo de la bancada demócrata.
A pesar de su complacencia, el presidente Donald Trump nunca llegó a nominar oficialmente a Shanahan para el cargo de secretario de Defensa, y se llegó a especular con la posibilidad de que el mandatario volviera a repetir esta inusual maniobra.
“Un interino te da mucha más flexibilidad. Es mucho más fácil hacer las cosas. Así son las cosas”, llegó a decir Trump a los periodistas.
Finalmente, no ha sido así, Esper ya ocupa el puesto de manera permanente y los funcionarios del Pentágono respiran aliviados.