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Tomás González salda deudas con los Panamericanos con su oro en suelo

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EFE

Si los Juegos Panamericanos tenían que saldar una deuda con algún gimnasta, era con Tomás González.

Uno de los pocos sudamericanos que puede presumir de haber sido tres veces finalista olímpico no tenía, sin embargo, ningún oro en los Juegos Panamericanos. Tampoco su país en el tablero de gimnasia.

Todas esas cuentas pendientes quedaron saldadas este martes en los 70 segundos que duró el ejercicio de suelo de González.

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A sus 33 años, en la primera final por aparatos del programa de los Juegos, el gimnasta de Santiago regaló al público del Polideportivo Villa El Salvador una clase maestra de cómo se trabaja en el piso.

Planteó un ejercicio con grado de dificultad 5,900, el segundo mas alto de los ocho finalistas, pero ningún otro se acercó a los 8,700 puntos de ejecución que él mereció de los jueces.

González voló en sus saltos, clavó las recepciones y completó sus series con una perfecta sobriedad. Subió a la colchoneta con la seguridad del ganador y salió de ella, aún sin saber la nota, con la sonrisa del gimnasta feliz. Ese al que, un día, le sale todo bien.

Tras el bronce de 2007 y la plata de 2011, ausente en 2015 por lesión, puso por fin su nombre en lo alto del podio de la que es su gran especialidad.

El tres veces finalista olímpico (salto y suelo en Londres 2012 y salto en Río 2016), de 33 años, ganó con nota de 14,600, seguido por el estadounidense Robert Neff (14,166) y el colombiano Andrés Martínez (14,100).

“Son 70 segundos que se pasan muy rápido. Cada diagonal hay que tratar de ejecutarla sin ningún paso. Y en la última se concentra toda la tensión, porque sabía iba muy bien. Solo fue un paso, no sabía cómo iba el ránking, pero cuando vi el 14,600 fue la guinda. Tengo que procesarlo todavía un poquito”, aseguró el gimnasta.

Pese a haber poco entrenado poco en las últimas semanas debido a una lesión, González se sintió hoy, sobre todo, “psicológicamente muy fuerte, en comparación con otros rivales que son más jóvenes”.

“Son minutos muy tensos siempre. Traté de manejar lo mejor posible este estrés, empecé muy bien y el 14,600 me posiciona en muy buena posición a nivel mundial”, celebró.

“Son muchos años en el alto rendimiento, siempre es difícil esta a tope, el código de puntuación cambia. Esa nota de 14,600 me da mucho ánimo para el próximo Mundial. Sacar el primer oro para Chile es increíble”, dijo sin dejar de sonreír.

A los 33 años, ?dónde está su límite?

“Donde uno se lo proponga”, dijo. “Uno debe ir cambiando las estrategias en el tiempo según las propias necesidades. Los límites hay que delimitarlos siendo realista y trabajando muchísimo, pero dependen de uno”.

“Por eso”, agregó, “cuando me preguntan hasta cuándo voy a seguir compitiendo, digo que hasta que me aburra. Ya me siento sumamente consagrado”, agregó.

Tomás González buscará en los próximos mundiales y copas del mundo una plaza para los Juegos de Tokio, pero si no se da el caso tampoco se sentirá frustrado. “Siento que he cumplido con todos los objetivos de mi carrera. Paso a paso”.

Natalia Arriaga

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