Brasil inició formalmente la negociación de un acuerdo de libre comercio con EE.UU.
Brasilia — El ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, afirmó este miércoles que Brasil inició formalmente negociaciones para alcanzar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y que el mismo no es incompatible con el suscrito el mes pasado por el Mercosur con la Unión Europea (UE).
“Lo que quedó acordado es lo siguiente: lo que era solo un pensamiento ahora ya está avanzado. Oficialmente estamos iniciando negociaciones con Estados Unidos”, dijo Guedes en declaraciones que concedió a periodistas tras reunirse este miércoles con el secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross.
“Cuando terminó (la reunión), nuestro secretario (de Comercio de Brasil) le preguntó: ?Oficialmente estamos en negociaciones? Y la respuesta (de Ross) fue: ‘Con certeza. Es lo que deseamos’”, agregó Guedes al dar detalles sobre sus conversaciones con el secretario estadounidense.
Ross también se reunió este miércoles en Brasilia con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien desde la campaña electoral del año pasado defiende un alineamiento de la mayor economía suramericana con Estados Unidos.
El inicio de negociaciones fue anunciado un día después de que el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien Bolsonaro se declara admirador, anunciara su disposición a negociar un acuerdo de libre comercio entre su país y Brasil.
“Esa aproximación entre los dos presidentes y nuestra decisión de promover una abertura gradual de nuestra economía constituyen una invitación a un acuerdo comercial”, dijo el ministro.
Según Guedes, la intención de Brasil es conseguir, más que un acuerdo de libre comercio, una “alianza estratégica” con Estados Unidos, la mayor economía del mundo y el segundo mayor socio comercial del país después de China.
El ministro afirmó que entre los beneficios de un acuerdo con Estados Unidos destacan la integración, el aumento del flujo de comercio, las inversiones, la absorción de tecnología y la fusión de empresas.
Agregó que los beneficios de un posible acuerdo son enormes y los posibles obstáculos pueden ser superados.
Admitió que, tanto en el acuerdo con la UE como en el negociado con Estados Unidos, hay sectores que querrán proteger sus negocios y otros que cuestionarán los subsidios, pero que tales divergencias pueden ser superadas.
Guedes señaló que es posible conciliar el acuerdo de libre comercio de Brasil y Estados Unidos con el suscrito en junio por el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea tras dos décadas de negociaciones.
La víspera, Ross había dicho en Sao Paulo que Brasil tiene que tener cuidado con su acuerdo con la UE para no aceptar algo que pueda comprometer la negociación con Estados Unidos.
“Cuidado porque ustedes necesitan garantizar que no haya píldoras venenosas que nos impidan tener un gran acuerdo comercial con ustedes”, aseveró Ross en un acto en Sao Paulo con motivo del centenario de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Brasil.
Pese a que ya fue suscrito, para la entrada en vigor del acuerdo Mercosur-UE aún falta un largo camino que se calcula que será de un mínimo de dos años para revisar y traducir lo acordado, además de la necesaria aprobación del mismo en los respectivos Congresos de los países que integran ambos bloques.
El secretario destacó las divergencias entre Estados Unidos y la Unión Europea en asuntos normativos en áreas como industria química, automotriz, alimenticia, entre otros sectores, así como en “cuestiones sanitarias”.
Tras su encuentro con Ross, Bolsonaro, aunque manifestó no ver incompatibilidad entre los dos acuerdos, admitió que Brasil tendrá en cuenta la advertencia debido a que “todo el mundo está preocupado con las posibles trampas” que puedan ser acordadas.
El líder ultraderechista dijo igualmente que el comercio entre Brasil y Estados Unidos es muy pequeño en relación al tamaño de la población de ambos países.
Guedes también dijo que en su reunión con Ross abordó igualmente asuntos como la posibilidad de que Brasil eleve sus exportaciones de azúcar y piezas de automóviles hacia Estados Unidos y las compras de etanol y trigo procedentes de ese país.