Gobernador de Texas emite órdenes ejecutivas para detener a tiradores masivos
Phoenix (AZ) — El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió ocho órdenes ejecutivas en respuesta a los tiroteos masivos de El Paso y Odessa-Midland que ocurrieron con solo semanas de diferencia, anunció este jueves su Oficina.
“Texas debe lograr varios objetivos para proteger mejor a nuestras comunidades y nuestros residentes de los tiroteos masivos”, dijo Abbott mediante un comunicado.
El político afirmó que continuará trabajando de manera expedita con la legislatura para mantener las armas fuera de las manos de criminales peligrosos, “mientras protejo los derechos de la Segunda Enmienda (que tienen) los tejanos respetuosos de la ley”, acotó.
Entre las ocho órdenes ejecutivas, se indicó que el Departamento de Seguridad Pública de Texas desarrollará preguntas de admisión estandarizadas que pueden ser utilizadas por todas las agencias de seguridad.
El objetivo es identificar verazmente si una persona que se comunica con las autoridades tiene información que debe ser reportada a la Red de Informe de Actividades Sospechosas de Texas.
En el lapso de 30 días, el Departamento de Seguridad Pública desarrollará una guía clara, basada en el estándar legal apropiado, para saber cuándo y cómo las agencias de aplicación de la ley deben presentar informes de actividad sospechosa.
Por otro lado, la Comisión de Aplicación de la Ley de Texas facilitará una capacitación para educar a todos los agentes de seguridad sobre las normas que se desarrollarán de conformidad con la orden primera y segunda.
Además, el Departamento de Seguridad Pública creará una iniciativa para aumentar la conciencia pública y la comprensión de cómo los organismos de seguridad utilizan los informes de actividades sospechosas para identificar posibles tiradores en masa o amenazas terroristas.
Con esto se busca que el público en general -amigos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos y compañeros de clase- estén más preparados para reportar información sobre posibles pistoleros.
El Departamento de Seguridad Pública trabajará además con la Agencia de Educación y la Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas sobre maneras de informar mejor a las escuelas y a las familias acerca de la importancia de detectar actividades sospechosas.
Una de las medidas del mandatario texano menciona que las autoridades policiacas trabajarán con las fuerzas del orden locales, así como con los profesionales de salud mental y los distritos escolares.
Entre los objetivos de la Oficina del Gobernador está el de realizar análisis exhaustivos de las redes sociales para localizar amenazas potenciales de tiradores.
El tiroteo en El Paso el 3 de agosto pasado, que dejó 22 de muertos en uno de sus grandes almacenes, ocurrió horas antes de otro en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton (Ohio), que se saldó con nueve muertos.
Luego, el 31 de agosto, siete personas fallecieron y 25 fueron heridas en Odessa (Texas) en otro tiroteo, cuyo autor fue abatido por la policía.
Esos ataques han revitalizado el debate por la necesidad de endurecer el control de armas en EE.UU., donde el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, en parte debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).