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¿Victoria de Trump en Florida terminará por hundir a Rubio en su propio estado?

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Hay una gran diferencia entre el norte y el sur de la Florida. Y es tan grande como la que puede haber entre Alabama y New England.

Esas diferencias seguramente saldrán a la luz en la primaria republicana del martes que entregará 99 delegados al ganador y que podría dar mayor impulso todavía a las ambiciones de Donald Trump y terminar de hundir a Marco Rubio en su propio estado.

El desenlace no es fácil del pronosticar. Las diferencias entre los votantes Bonifay, en el norte, con los del condado de Broward, en el sur, son casi tan grandes como las de los votantes de Birmingham, Alabama, y Boston, Massachusetts.

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En Bonifay, en el condado de Holmes, al norte, hay un cartel que indica donde se vende carnada a unos 5 kilómetros (3 millas) por una carretera llena de anuncios sobre las elecciones para sheriff, superintendente escolar y tasador público. A los residentes de la zona no les gustan los demócratas, por más de que allí sean mayormente demócratas... de esos que votan por los republicanos. Nadie se altera si ve una bandera de la Confederación, símbolo del viejo sur, y la gente que maneja a lo largo de la ruta 10 bien puede pensar que está en la vecina Alabama.

A un día de manejo, en el sur, se encuentra el condado de Broward. Uno puede pasarse horas tratando de salirse de la ruta 95 en las horas pico, la gente habla con un acento neoyorquino y el presidente Barack Obama sacó suficientes votos como para compensar los de sitios como Bonifay y conquistar dos veces la presidencia.

En el norte abunda el maní hervido, en el sur la yuca, típica de la comida cubana.

“La verdad, sintonizamos más con el sur de Alabama”, expresó Dan Smith, presidente del Partido Republicano del condado de Holmes, al norte. “Es por nuestras raíces, nuestros valores conservadores, de la familia”.

En Holmes, al norte, que incluye Bonifay, hay más demócratas que republicanos, pero muchos son “dixiecrats”, sureños registrados como demócratas que votan por los republicanos. Obama obtuvo apenas el 15,2% del voto en este condado en el 2012.

Smith se enorgullece diciendo que el condado de Holmes le dio más apoyo que ningún otro estado de la Florida a la campaña de Marco Rubio en procura de una banca en el Senado en el 2010. Señala que los resultados de las primarias de Georgia y Alabama, que Trump ganó con holgura, pueden indicar que al magnate le irá bien en el norte de la Florida.

Las razones por las que un neoyorquino como Trump esté conquistando el voto del sur son un misterio.

“Me pilló”, dijo Smith, admitiendo que no tiene la menor idea de por qué sucede esto. “Hay un fenómeno Trump”.

A Rubio probablemente le vaya mejor en el sur de la Florida, la región más poblada, con más de 800.000 republicanos en los condados de Palm Beach, Broward y Miami-Dade. Rubio es de Miami, donde la población de su condado es 131 veces superior a la de Holmes. Si bien hay un fuerte voto conservador, tiende a ser levemente más liberal que el promedio de los republicanos.

Maria Penton-Oliver, de Davie, al sudoeste de Fort Lauderdale en el condado de Broward, ya votó por Rubio.

Dice que hay “100 razones” para no votar por Trump, a quien acusa de no ser consecuente. Sostiene que se hace el duro en torno a la inmigración ilegal pero se aprovecha del programa de visas H1-B para contratar extranjeros para su resort en Mar-A-Lago, en el vecino condado de Palm Beach.

“No creo que entienda a nuestro país”, afirmó. “Creo que no es honesto. Considero que, igual que Rubio, es un embaucador”.

Rubio probablemente consiga cierto grado de apoyo en el norte. Parado en la entrada de su casa en Bonifay, Jerre Richter dice que votará por él porque cree que es quien Dios ha decidido sería el mejor presidente. Indicó que su fe es muy importante a la hora de decidir por quién votará.

Esta maestra jubilada y predicadora de 83 años dice que hay mucha gente que votará por otros candidatos.

“Los otros días alguien me preguntó por quién votaba. Le dije que por Rubio. Hablaron mal de él, diciendo que no era de Estados Unidos. No recuerdo qué término usaron, pero fue algo así como que era extranjero. Le dije, ¿y eso qué cambia? Lo que importa es la persona, sus ideales”, afirmó Richter.

Agregó que una vecina le dijo: “¡Debes votar por Trump! Hablaba como si Dios lo hubiese enviado a la Tierra a revivir la nación”.

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