“Esa cosa mexicana” de Pence enciende las redes sociales

WASHINGTON/EFE —  “Esa cosa mexicana”, la desafortunada frase esgrimida este lunes por el gobernador de Indiana y candidato republicano a vicepresidente, Mike Pence, durante el cara a cara que le enfrentó al demócrata Tim Kaine, encendió las redes sociales con la etiqueta “#ThatMexicanThing”.

En el debate, el senador Kaine le echó en cara una y otra vez a Pence las afirmaciones de su jefe de filas, el aspirante a la Casa Blanca Donald Trump, que acusó a los mexicanos de violadores y criminales el día en el que anunció su candidatura.

“Ya estás otra vez con esa cosa mexicana”, replicó Pence al borde del cierre del debate, cansado de la estrategia de su oponente, el candidato de Hillary Clinton a la vicepresidencia.

Esa frase encendió los ánimos de los detractores de Trump, que hallaron en ella la excusa para criticar a un Pence que se había mostrado respetuoso durante el debate, con una imagen muy diferente a la demostrada por el magnate en su cara a cara con Clinton.

La etiqueta “#ThatMexicanThing” (“EsaCosaMexicana”) rápidamente incendió la red social Twitter con centenares de mensajes y se convirtió en lo más comentado del debate en el ámbito 2.0.

“#ThatMexicanThing en la que los inmigrantes indocumentados pagan más impuestos que Donald Trump”, escribió Pili Tobar, directora de Comunicaciones de Latino Victory Project.

Otra usuaria, identificada como Mónica, tuiteó: “#ThatMexicanThing con la que consigues que todas las personas de tu familia voten contra el racismo en noviembre”.

Además, desconocidos registraron el dominio https://www.thatmexicanthing.com que redirige a la página web de la campaña de Clinton.

La política exterior y las polémicas afirmaciones que Trump ha hecho a lo largo de la campaña coparon el primer y único debate vicepresidencial celebrado en Farmville (Virginia) entre el senador Kaine y el gobernador Pence.

El cara a cara, más bronco de lo esperado y lleno de interrupciones, mostró a un Kaine al ataque, al puro estilo Trump, y a un Pence más calmado pero en apuros para defender a su jefe.