Opinión: Hacen concursos para arrestar gente y todavía los promueven en el departamento del Sheriff de L.A.
Los Ángeles — Cuando leí la nota de LA Times de la promoción de dos agentes del sheriff a niveles de alto rango, la verdad me indigne, me dio coraje y no pude dejar de pensar por un momento todas las injusticias que han hecho estos tipos: James Tatreau Jr., y Roosevelt Johnson. Y encima de todo, los promueven.
De acuerdo al artículo publicado el 2 de mayo: ‘Sheriff promotes two officials with blemished pasts’, Tatreau, quien ahora estará a cargo de la estación de Norwalk, realizó un concurso para haber qué oficial arrestaba más gente en 24 horas. Además, ordeno a un alguacil que disparará a un reo que no se quería bajar de su cama dentro de su celda, el individuo quedó paralítico y los contribuyentes tuvieron que pagar 4,25 millones de dólares.
Por si fuera poco, a Tatreau Jr., se le ha acusado de utilizar fuerza excesiva contra la población.
Por otro lado, Johnson, quien ahora será comandante, fue encontrado culpable de mentir y escribir información equivocada en sus récords. Esto podría tener consecuencias graves en caso que esa información debiera utilizarse para impartir justicia.
No logro entender cómo es que el Jefe Jim McDonnell quiere evitar más corrupción como la que ha caracterizado en los últimos años al Departamento del Sheriff de Los Angeles (LASD), si mantiene a la misma gente y de paso los premia con una promoción.
No me puedo imaginar a cuanta gente no habrán acusado de un de un delito ‘falso’ o que no merecía arresto, pero al final los detuvieron.
Esas acusaciones no se pueden tomar a la ligera, la vida de las personas a las que se supone deberían de proteger las han puesto en peligro.
Creo que a muchos de nosotros por menos de eso nos hubiera corrido de nuestros empleos, olvidémonos de promociones.
Verdaderamente es una vergüenza que McDonnell haya tomado esa decisión y todavía se reafirme que las apoya el 100%.
Recordemos que lo que hicieron estos individuos, particularmente Tatreau Jr., fue jugar con la vida de sus constituyentes, además de tomar decisiones totalmente innecesarias que no solo causaron que una persona no volviera a caminar, sino que la gente, el pueblo, tuvo que pagar más de 4 millones.
Dudo mucho que ese tipo de personas cambie, lo que quiere decir que ahora la gente de Norwalk tendrá que andarse con mucho cuidado; no solo tener que cuidarse de los maleantes, pero del sheriff también.
Y sobre el departamento del Sheriff, con este tipo de decisiones no nos queda otra que pensar que tendremos más de lo mismo. Ojalá estemos equivocados.
Para leer el artículo de Los Angeles Times en español, haga clic aquí.
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