Editorial: He aquí una idea para el gobernador Newsom. Un reembolso de impuestos de gasolina y comestibles

La promesa del gobernador Gavin Newsom de un reembolso del impuesto a la gasolina durante su discurso sobre el estado del estado el martes por la noche parece tener la intención de mostrar a los votantes antes de las elecciones de mitad de período que él y otros legisladores demócratas están haciendo algo para ayudar a los californianos con el aumento de los precios en las gasolineras.

Pero ¿por qué centrarse únicamente en los precios de la gasolina y ayudar a los automovilistas? Los aumentos de precios están haciendo que prácticamente todo sea más caro, desde un galón de gasolina hasta un galón de leche, y la gente claramente necesita aliviar esa tensión financiera. La administración de Newsom ha brindado pocos detalles más allá de su plan para presentar una propuesta para “devolver dinero a los bolsillos de los californianos para abordar el aumento de los precios de la gasolina”. Sin embargo, algunos de los detalles que compartieron sus ayudantes son preocupantes.

Dee Dee Myers, asesor principal de Newsom, dijo a los periodistas que el reembolso probablemente totalizaría miles de millones de dólares, ocurriría tan pronto como esta primavera y se limitaría a las personas que tienen un automóvil. Que los residentes sin automóvil puedan quedar excluidos es preocupante y plantea serias dudas sobre la equidad para las familias de bajos ingresos que se encuentran entre las que más sufren la inflación.

Los precios en el área de Los Ángeles aumentaron un 7.5 % entre enero de 2021 y enero de 2022, el mayor aumento desde 1982. Los precios de la gasolina subieron casi un 40% durante ese período, pero el costo de los alimentos, el cuidado de los niños, la ropa, el gas natural y la electricidad se dispararon dramáticamente también. El problema no está solo en la bomba de gasolina; está dondequiera que mire, incluida la tienda de comestibles, su factura de servicios públicos y la compra de un automóvil usado.

Una devolución de impuestos es una buena idea, pero debe aplicarse ampliamente para que ayude a todos los californianos que están pasando por dificultades. Llámelo el reembolso de gasolina y comestibles, y todos deberían poder respaldarlo.

Newsom ya propuso suspender un aumento programado en el impuesto estatal a la gasolina, una mala idea que ahorrará a los automovilistas solo unos centavos por galón en la bomba, pero costará 500 millones de dólares en fondos de transporte. Su formulación de este nuevo reembolso propuesto en torno al aumento de los precios de la gasolina es, al igual que esa propuesta, un cálculo político.

El presidente provisional del Senado estatal Toni Atkins (demócrata de San Diego) y el presidente de la Asamblea Anthony Rendon (demócrata de Lakewood) dijeron en una declaración conjunta que la Legislatura “buscaría una desgravación fiscal del Fondo General” para evitar tomar fondos para carreteras y escuelas, en lugar de centrarse en un “pequeño recorte en el impuesto a la gasolina que podría no pasarse a los consumidores”.

California tiene un superávit presupuestario tan masivo que, según el límite constitucional de gastos del estado, conocido como límite de Gann, es posible que se requiera una devolución de impuestos de todos modos. El año pasado, el estado eludió esa restricción al enviar millones de cheques de estímulo a los californianos con ingresos anuales de $75,000 o menos para ayudarlos a sobrellevar la pandemia de COVID-19.

Es comprensible que Newsom y otros políticos, incluidos aquellos en distritos cambiantes donde el aumento de los precios de la gasolina es una responsabilidad política, quieran algo concreto para señalar y girar en su beneficio político. Pero eso no debería distorsionar sus prioridades ni distraer la atención de la necesidad de extender la ayuda a todos los californianos que lo necesitan.

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