Columna: Michelle Obama para presidente; ¿es la única que podría derrotar a Trump?
Cuando entré en su barbería del sur de Los Ángeles, el jueves por la mañana, Lawrence Tolliver tenía una pregunta. ¿Pensaba yo que Donald Trump será reelegido?
Sí, le respondí. Sus seguidores son fanáticos, sin importar lo que diga o haga. Estamos viendo un déficit de un billón de dólares, y el partido republicano -afecto al conservadurismo fiscal- simplemente se encoge de hombros. Los precios al consumidor están aumentando debido a los aranceles y se teme una recesión, pero a los partidarios populistas de Trump eso no les importa.
No recibimos la atención médica prometida, mejor y más barata. El programa nacional de infraestructura nunca ocurrió. El grupo de valores familiares adora a un hombre que se burló de las mujeres y mintió sobre los pagos secretos a una conejita de Playboy, y los días del odio republicano hacia los comunistas han llegado oficialmente a su fin, porque Rusia ayudó a consagrar a Trump.
Sin embargo, a pesar de todo eso, el partido republicano, o aproximadamente el 90% de este, según las encuestas, se ha alineado a su hombre. Eso se debe en parte a quién es Trump, pero en gran medida a lo que no es: un demócrata.
Seguro, es solo una primaria. Y las elecciones generales están a cinco meses de distancia.
Los demócratas, mientras tanto, no tienen un sólo candidato que cautive. Es temprano, y tal vez eso pueda ocurrir. Pero si el candidato está a la izquierda -Elizabeth Warren o Bernie Sanders, por ejemplo- podría alejar a los votantes moderados. Y si el candidato es más centrista, Joe Biden, por ejemplo, los milenios y las minorías podrían no participar en las elecciones.
El Sr. Tolliver no discutió esos puntos. Dijo que no estaba convencido con ninguna de las opciones, y que sus clientes tampoco. “Más allá de ‘vencer a Trump’”, explicó, no hay consenso sobre el resto.
La gran mayoría de sus clientes son afroamericanos, pero Tolliver dijo que Cory Booker está recibiendo una respuesta tibia. “Algunas personas gustan de él, otras no”, comentó.
William Taylor, de 71 años, dijo que le gustan Kamala Harris y Joe Biden, pero ¿puede alguno de ellos vencer a Trump? No está seguro y yo tampoco, a pesar del hecho de que algunas encuestas han mostrado que Biden podría vencer al actual presidente.
La diversidad queda en segundo plano ante el deseo de los demócratas de deshacerse de Trump.
Para ser justos, mi opinión puede valer menos que una insignia ‘Michael Dukakis para presidente’, pero sólo puedo pensar en una persona que derrotaría a Trump con los ojos cerrados, sin ningún problema. “Michelle Obama”, dije.
Finalmente, tuvimos consenso. Tolliver, Ella Brown, Yusef Mohammad, Taylor y Lawrence Walker, quien estaba en la silla listo para un corte de cabello, todos coincidieron: Por supuesto, Michelle podría vencer a Trump. Y, como si ella misma estuviese de acuerdo con la idea, allí estaba, en un póster en la pared de la barbería, flexionando su brazo y mostrando sus bíceps, preparándose para un golpe de gracia.
“¡Sí podemos!”, decía el letrero.
“Lo compré en el Museo Afroamericano”, comentó el Sr. Tolliver.
Sin embargo, hay un problema con el que los fans de Michelle Obama tendrán que lidiar, y es importante: ella no está interesada.
“No hay ninguna posibilidad”, le dijo a The National, una revista de Amtrak. En una entrevista con Conan O’Brien, afirmó que estar en la Casa Blanca y bajo los reflectores durante ocho años fue suficiente; “no me interesa la política”, agregó.
Lo entiendo y lo respeto. Pero podemos mantener la esperanza, ¿no? Sin ofender a Amtrak y Conan O’Brien, pero a menos que Michele Obama se lo diga a una autoridad superior -como Ellen DeGeneres- el sueño sigue vivo.
Un enfrentamiento entre Michelle Obama y Donald Trump sería glorioso, aunque podría volverse desagradable. Y es impactante pensar en cómo hemos retrocedido desde el 5 de noviembre de 2008, cuando caminé junto con Tolliver, su esposa, Bernadette, y los hijos de ambos, Aaron, Bernard y Alexandra, hasta el McCarty Memorial Church, donde todos votaron por Barack Obama. “Nunca pensé que vería ese día”, afirmó el Sr. Tolliver. “¡Gloria, aleluya!”.
Ahora hagamos un avance rápido -o retroceso, dependiendo de cómo lo mire- hasta el presente, y tenemos un presidente que, sin ninguna razón, ha insultado la inteligencia de los afroamericanos LeBron James, Don Lemon y Maxine Waters. Ha menospreciado a los jugadores de fútbol americano por tomar una posición social y tuiteó como burla “qué mal” cuando robaron en la casa del representante estadounidense Elijah Cummings, en Baltimore.
“Sé que su nombre ha aparecido, y creo que Michelle Obama sería una estupenda opción si se presentara”, consideró Michael Williams, de 66 años, un técnico médico retirado del condado de Los Ángeles que se cortaba el pelo en la tienda de Tolliver, el viernes por la mañana. “Creo que ella atrae a la mayor parte del país, y que dinamizaría al partido demócrata y a nuestros jóvenes”.
“Ella vencería por mucho a Trump”, consideró Taylor, que trabaja en el negocio de mudanzas y almacenamiento, mientras señalaba que hay imágenes de Michelle en los cuatro muros del local de Tolliver. “Ella tiene el apoyo de esta tienda”, ratificó.
¿Estás escuchando, Michelle?
Williams dijo que hay cosas que le gustan de cuatro demócratas: Biden, Warren, Sanders y Booker. Y se inclina hacia Biden, pero aclaró que su hijo ve las cosas de modo diferente.
Ahí tenemos; ese es uno de los dilemas desgarradores del partido demócrata. “Creo que Biden tendría las peores oportunidades de ganar”, afirmó Michael Williams Jr., de 32 años, gerente de cuentas en Pandora, el sitio de música en internet. “Soy un milenio y formo parte de una minoría, y definitivamente no salimos a votar tanto como la generación de mi padre”, aseguró este hijo, que no cree que Biden pueda cambiar eso. Sin embargo, cree que “un verdadero progresista”, como Warren o Sanders, lo entusiasmarían a él y a muchos de sus contemporáneos.
Williams Jr. planea votar por Warren en las primarias, pero si ella se baja, elegirá a quien gane la nominación demócrata. Aunque se puede considerar a Trump como un racista o misógino, afirmó Williams Jr., él sólo piensa en el presidente como una bombilla débil, que no tiene la curiosidad de educarse sobre asuntos de importancia crítica. “Creo que es una mala persona”.
En cuanto a Michelle Obama, el joven reflexionó: “Nuestra generación la mira a ella y al presidente Obama con amor, y creo que inspiraría a las minorías”.
Los jóvenes acudirían en masa a las urnas. Las personas de color estarían a la par. Y las mujeres saldrían en masa. Incluso los Williams padre e hijo estarían del mismo lado.
Cuanto más lo pensaba Tolliver, más se emocionaba. Este país se va a pique, dijo. Sólo una persona puede salvarnos y silenciar a Trump.
No sé si esa última parte sería posible.
Es una posibilidad remota, claro, pero la sola idea de Michelle como candidata le daría una sacudida a Trump.
Nominé a Michael Williams Sr. como director del Comité de Barbería para la Elección de Michelle Obama. El aceptó.
Es sabido que algunos políticos han pasado por la tienda de Tolliver, y el mayor de los Williams tiene presente lo que diría en ese caso: “Por el bien del país, te necesitamos”.
¡Aleluya!
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