¿Por qué Nancy Pelosi tiene confianza mientras enfrenta a Trump en la investigación de juicio político?
El juicio político promete ser la ronda más grande, y quizá la final, de Trump vs. Pelosi...
WASHINGTON — La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el presidente Donald Trump han estado en desacuerdo prácticamente desde que asumió el cargo.
Se enfrentaron en la Oficina Oval por el cierre de gobierno. Ella insultó su “machismo” y él la llamó “Nancy nerviosa”. Él ha criticado su ciudad de San Francisco y ella lo minimizó por no ser digno de su oficina.
Pero su rivalidad política, que a veces incluía tweets y memes sarcásticos que hicieron poco más que irritar las bases de ambos partidos, se ha convertido en una de las preguntas más graves que el Congreso puede considerar: la destitución del presidente.
Pelosi comienza con confianza lo que se espera que sea una carrera corta hacia un voto de destitución, tal vez no más de dos o tres meses. Ella ya cuenta con el apoyo de la gran mayoría de sus miembros demócratas y cree que el público estadounidense estará de acuerdo, particularmente a medida que se exponen los hechos.
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Pero igual de importante, debido a que las interacciones de Trump con el presidente ucraniano han llevado el debate al ámbito de la seguridad nacional, Pelosi ve la próxima pelea como una que puede librar en territorio familiar gracias a sus 25 años de experiencia en el Comité de Inteligencia de la Cámara.
Cuando Trump llamó a Pelosi por teléfono el martes para discutir la legislación sobre armas y la demanda del Congreso para acceder a la queja de un denunciante sobre su presunto abuso de poder, ella fue contundente: “Señor Presidente”, dijo, “usted ha entrado en mi territorio”. Según una persona familiarizada con la llamada.
Trump ha reconocido presionar al presidente ucraniano para que investigara al ex vicepresidente Joe Biden, un posible rival presidencial de 2020, incluso de haber retenido casi $400 millones en ayuda estadounidense a ese país.
La familiaridad de Pelosi con asuntos tan delicados de seguridad nacional, junto con la seriedad de las acusaciones, es lo que la ayudó a sentirse lo suficientemente cómoda como para poner fin a su resistencia a una investigación de juicio político.
Los demócratas están apostando a que debido a que las acciones de Trump potencialmente amenazaron la imparcialidad de una próxima elección, las nuevas acusaciones son más oportunas y tienen más probabilidades de resonar entre los votantes, que no entendieron o siguieron muchos de los detalles del informe de Mueller en la interferencia electoral rusa.
El presidente Trump estaba pasando página en la investigación de Rusia cuando inmediatamente se vio envuelto en un escándalo completamente nuevo.
“Es extremadamente importante cuando tratamos con este tema, que está tan conectado con el centro del papel del Comité de Inteligencia, en el que [Pelosi] tiene experiencia”, dijo la congresista Elissa Slotkin (demócrata por Michigan), quien fue asistente del primer director de inteligencia nacional cuando apareció ante el panel mientras Pelosi era miembro.
“Definitivamente le ayuda a enmarcar el proceso en el futuro, estratégico, claro y eficiente, porque tiene esa experiencia en inteligencia”.
Pelosi ya tiene un legado estelar entre los demócratas, quienes elogian a la primera oradora de la Cámara por su manejo de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, la Ley de Recuperación y la reforma de Wall Street de Dodd-Frank en 2010.
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Ella dijo que planeaba retirarse después de la elección de 2016, si Hillary Clinton derrotaba a Trump. Pero al final de su carrera legislativa, la razón de ser de Pelosi es estar liderando la carga de los demócratas de pedir cuentas al presidente. “Mientras [Trump esté] aquí, yo estoy aquí”, dijo a CNN poco antes de las elecciones parciales de 2018.
“Ella siente que este es un momento histórico”, dijo el congresista Ro Khanna (D-Fremont). “Su vida ha sido una preparación para este momento, y necesitamos enfrentar ese momento”.
Su manejo de este proceso, tanto la investigación como un posible voto sobre los artículos de juicio político, será una piedra angular de su legado, y uno que sólo puede juzgarse finalmente con el resultado de las elecciones de 2020.
El presidente Trump arremetió contra el denunciante, quien primero advirtió que el mandatario estaba tratando de forzar a un líder extranjero para obtener beneficios personales como “espía”, y sugirió que había cometido traición.
Independientemente de si la Cámara acusa a Trump o no, ya que la condena en el Senado liderado por el Partido Republicano es dudosa, el éxito del esfuerzo de Pelosi dependerá en gran medida de si gana la reelección y de si su nueva mayoría demócrata retiene el control de la Cámara.
En 1998, los republicanos confiaban tanto en destituir al presidente Clinton que hicieron campaña sobre el tema. Pero terminaron perdiendo escaños en la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de período, lo que le costó el puesto al entonces orador Newt Gingrich.
En los últimos días, Pelosi ha intentado enmarcar la pregunta a través de una lente histórica y apolítica. Ella está rociando su discurso con citas de Ben Franklin y Abraham Lincoln. Y ha citado repetidamente sus oraciones frecuentes por el presidente, su familia y su seguridad.
“Créeme, estoy orando por esto”, dijo el jueves. “Esta es una decisión difícil de seguir. Para algunas personas, fue más fácil. Vieron las transgresiones como evidentes. Pensé que necesitábamos más datos para mostrarle al pueblo estadounidense por qué esto era necesario”.
Por ahora, los demócratas están casi universalmente unidos en su apoyo a una investigación de juicio político. Sólo un puñado de miembros se opone públicamente a ello.
“Ella tiene algo que la mayoría de la gente pensó que nunca sucedería. Tiene un comité que está unido en esta cuestión”, dijo el congresista Dan Kildee (demócrata por Michigan), quien ayuda a Pelosi a contar los votos como miembro de su equipo de presión.
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Pero los centristas dicen que esos números son leves y subrayaron que el apoyo a una investigación de juicio político no debe interpretarse como un soporte a los artículos de ese proceso.
De hecho, varios demócratas centristas admiten en privado que sintieron que se vieron obligados a apoyar la destitución por la repentina marea de apoyo demócrata, provocada por las revelaciones de las denuncias recientes.
Esas divisiones existen ahora bajo la superficie. Pero amenazan con extenderse al público si Pelosi no puede cerrar la brecha. Sus preguntas más inmediatas serán qué tan rápido se moverá el proceso de juicio político y cómo se elaborará el mensaje.
Pelosi ha dicho que el proceso se guiará por la investigación en el Comité de Inteligencia de la Cámara.
Ese trabajo eventualmente sería enviado al Comité Judicial de la Cámara y luego al piso de la Cámara.
Fuentes democráticas sugieren que el proceso podría concluir a principios de diciembre. Los progresistas están ansiosos por avanzar rápidamente con la esperanza de mantener claro el calendario 2020 para que la candidatura presidencial presente su propio caso contra Trump, libre de la batalla de juicio político.
“Creo que es la intención de todos hacer esto en 2019”, dijo el congresista Jamie Raskin (D-Md.), miembro del Comité Judicial.
Mientras Nancy Pelosi pide oficialmente una investigación de juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, varios activistas y políticos expertos sostienen que esta acción era inminente al mismo tiempo que aplauden el paso.
“Queremos que se mueva rápidamente y la historia es perfectamente clara: el presidente de Estados Unidos apeló a un gobierno extranjero para tratar de extraer información perjudicial para un oponente político y estaba dispuesto a derrocar el estado de derecho de EEUU para hacer eso”.
Pero los moderados son reacios a parecer que se apresuran hacia una conclusión predeterminada y están nerviosos de que los miembros en distritos más progresistas centren su caso en la animosidad hacia Trump en lugar de las nuevas acusaciones.
“Tenemos todo tipo de miembros del Congreso que están presionando sobre mensajes diferentes”, dijo Slotkin, quien representa un distrito donde los republicanos superan en número a los demócratas.
“Lo más seguro que puedo hacer... es mantenerlo enfocado y firme. Hablo sobre lo que sabemos que el presidente ha reconocido y dicho y [el abogado de Trump] Rudy Giuliani ha reconocido y agregó. ‘No intentes hundir esta situación en el sótano’”.
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