Clavos, vallas electrificadas y cocodrilos: al parecer, son las sugerencias de Trump para proteger la frontera

WASHINGTON —  El presidente Donald Trump sugirió disparar a los migrantes en las piernas, instalar una trinchera con agua llena de caimanes y equipar las barreras en la frontera con corrientes eléctricas además de clavos “que pudieran perforar la carne humana”, según informó el New York Times.

El periódico publicó un informe, donde se describe una serie de ideas que Trump planteó en conversaciones con asesores, en marzo pasado, basado en entrevistas con más de una docena de funcionarios de la Casa Blanca y la administración. La nota del Times fue adaptada a partir de un libro de próxima publicación, de los reporteros Michael D. Shear y Julie Hirschfeld Davis, titulado “Border Wars: Inside Trump’s Assault on Immigration” (Guerras fronterizas: el ataque de Trump contra la inmigración).

El primer mandatario negó la información a través de un tuit, el miércoles pasado.

Aquí hay un vistazo a los comentarios que, según los informes, se hicieron en las reuniones de la Oficina Oval y en las conversaciones en el lugar:

• Según las versiones, Trump ordenó a los asesores de la Casa Blanca que cerraran toda la frontera entre Estados Unidos y México, con un día de anticipación. El presidente le dijo al entonces jefe de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAleenan (ahora secretario de Seguridad Nacional), que dejara de permitir que los migrantes crucen la frontera, sin excepciones. Si McAleenan se metía en problemas por ello, expresó el mandatario, sería indultado. Los asistentes rechazaron el pedido, citando que causaría estragos en los viajes y el comercio para ambos países. En una reunión separada, donde Trump reiteró su orden a los agentes de la Patrulla Fronteriza, McAleenan —después de que el mandatario abandonara la sala— les pidió a los agentes que ignoraran la orden.

Opinión

El juicio político no es la única preocupación de Trump. Tribunales echan abajo tres de sus políticas de inmigración

Tres jueces federales detuvieron tres políticas migratorias diferentes de Trump...

Oct. 1, 2019

• Después de sugerir que los soldados debían disparar a los migrantes si estos arrojaban piedras a la frontera, el presidente dio marcha atrás cuando sus asistentes le indicaron que tal cosa era ilegal, según el Times.

• En reuniones posteriores, el mandatario sugirió que los agentes dispararan a los migrantes en las piernas, para ralentizarlos. Pero, según los informes, los funcionarios le respondieron que eso tampoco estaba permitido.

• En conversaciones privadas, informó el Times, Trump discutió reforzar el muro fronterizo con una zanja llena de agua, repleta de serpientes o caimanes. El mandatario planteó esto con la suficiente seriedad como para que los funcionarios buscaran una estimación de costos.

California

Llevar agua al desierto para los inmigrantes sedientos es lo que une a esta pareja; Trump la divide

John Hunter cree en Trump. Su esposa, Laura, inmigrante mexicana, dice que Trump es ‘despreciable’. Trabajar para salvar vidas en la frontera los mantiene unidos...

Oct. 1, 2019

• También se informó que Trump mencionó su deseo de contar con un muro fronterizo electrificado y equipado con púas en la parte superior, que pudieran perforar la carne humana.

• Según el Times, el presidente exigió a la entonces secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, que el muro se pintara “completamente de negro”, un detalle que según la secretaria costaría $1 millón adicional por milla, y que los funcionarios deberían “expropiar la tierra” de propietarios privados para acelerar la construcción.

• Al parecer, también le dijo a la exfuncionaria que Estados Unidos necesitaba un muro de cemento, aunque ella respondió que eso probablemente no era posible dado que el diseño y los contratos habían finalizado hacía mucho tiempo. Después de esa conversación, informó el Times, el primer mandatario respondió que era hora de que ella dejara el puesto. Esa misma noche, el mandatario tuiteó que Nielsen dejaría su cargo.

El informe completo del New York Times puede leerse aquí.