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El pedido de juicio político está en el Congreso; ¿qué sucede ahora?

El camino hacia la impugnación sólo está establecido vagamente en la Constitución. Esto es lo que podría parecer...

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En medio de las acusaciones de que el presidente Donald Trump abusó de su poder presionando a Ucrania para que investigara a uno de sus rivales políticos, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de San Francisco) abrió un pedido formal de juicio político.

Trump reconoció que le pidió al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, que investigara a Joe Biden y a su hijo Hunter, que fue miembro del directorio de una compañía de gas ucraniana.

Al momento de la llamada telefónica, el 25 de julio pasado, cuando Trump le pidió a Zelensky este “favor”, el presidente de Estados Unidos también había suspendido casi $400 millones en ayuda a Ucrania.

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Después de más de dos años de disputas sobre la conducta del presidente Donald Trump, la situación cambió repentinamente en el Congreso de Estados Unidos y tomó la dirección de un juicio político libre de restricciones.

Esas acciones, reveladas por primera vez en una denuncia de un delator, son clave en la investigación de juicio político de la Cámara. Trump insiste en que la retención de la ayuda no estuvo relacionada con su solicitud de que Ucrania investigara a uno de sus principales rivales políticos para 2020.

Aunque tres ex presidentes se han enfrentado a serios intentos de destitución, y dos fueron acusados, el camino por recorrer está vagamente establecido por la Constitución. Esto es lo que podría suceder después:

¿Cómo destituye la Cámara a un presidente?

Más allá de decir que debería basarse en “traición, soborno u otros crímenes y delitos menores”, la Constitución proporciona, sorprendentemente, poca información para indicar cómo destituir a un presidente en funciones.

Los procedimientos pasados de juicio político en contra de presidentes...

Sólo dos mandatarios, Bill Clinton y Andrew Johnson, han sido acusados. Richard Nixon renunció a su cargo en 1974 cuando se hizo evidente que había suficientes votos en la Cámara para acusarlo y en el Senado para destituirlo.

Cada caso se manejó de manera diferente. Para Clinton y Nixon, el Comité Judicial de la Cámara llevó a cabo largas investigaciones y luego recomendó artículos de juicio político a toda la Cámara. Johnson fue acusado unos días después de despedir a su secretario de Guerra, en violación de la Ley de Titularidad de Cargos, que el Congreso había aprobado para evitar que cambiara a los miembros de su Gabinete sin su permiso.

El presidente Trump no lo vio venir. Y sus ayudantes no tienen ningún plan. Esa es la situación en la Casa Blanca...

Pelosi anunció que el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam B. Schiff (D-Burbank), dirigirá una investigación sobre las denuncias del delator y, junto con otros cinco comités, proporcionará información sobre posibles artículos de juicio político al Comité Judicial de la Cámara, que luego decidirá si se debe enviar alguno a la Cámara para su votación.

Si la mayoría de los representantes apoya incluso un sólo artículo, comienza formalmente el juicio político del presidente.

¿No es necesario que la Cámara vote para iniciar la investigación para un juicio político?

Esto ha sido objeto de muchas disputas. La Cámara votó para abrir una investigación sobre Nixon y Clinton, pero cuando acusó al primer mandatario Andrew Johnson, en 1868, no lo hizo.

Pelosi no considera que esa votación sea necesaria. Mientras tanto, los republicanos están utilizando la falta de un voto para argumentar que la investigación no es legítima.

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El hecho de que la Cámara haya votado para abrir una investigación en el pasado no significa que siempre deba hacerlo, aclaró Margaret L. Taylor, miembro de Brookings.

“No hay una razón técnica real para una votación completa en la Cámara”, señaló. “La Constitución no prescribe cómo la Cámara debe destituir”.

¿Esto significa que los demócratas de la Cámara abandonaron sus otras investigaciones sobre Trump y su administración?

No. El Comité de Servicios Financieros continuará buscando los registros del presidente del Deutsche Bank. El Comité de Medios y Arbitrios sigue rastreando copias de las declaraciones de impuestos de Trump en el IRS. El poder judicial seguirá observando los intentos de Rusia de interferir con las elecciones de 2016.

Pero, en este momento, se espera que cualquier artículo de juicio político se centre en Ucrania y la denuncia del delator.

¿Podría la Casa Blanca bloquear la investigación por Ucrania?

La administración Trump podría intentarlo, y ha habido algunos indicios de que se resistirá a la investigación. En otras requisas de la Cámara, la administración se negó a entregar documentos o a cumplir con citaciones. Cuando los funcionarios se presentaron a testificar ante el Congreso, muchos afirmaron estar cubiertos por los fueros ejecutivos, que les impiden responder preguntas.

Pero lo que está en juego es mucho mayor en una investigación de juicio político. Los intentos de la Casa Blanca de obstaculizar la investigación de la Cámara podrían, precisamente, convertirse en motivos de una destitución.

“Ahora, en lugar de que el Congreso diga de forma amable ‘por favor, cumpla con nuestras citaciones’, puede exigir que las personas brinden ese testimonio, y si se niegan a hacerlo, utilizar esa negativa de la Casa Blanca como base para otros artículos de juicio político”, detalló Susan Hennessey, miembro sénior de Brookings Institution, una entidad no partidista.

El Congreso utilizó la negativa de Nixon a entregar documentos y audio como la base del tercer artículo de juicio político en su contra.

La Cámara también podría emplear su llamado poder de desacato inherente para obligar a la administración a cumplir. Antiguamente era un poder del Congreso de uso común, por el cual la Cámara arrestaba o multaba a quienes no cumplían con las citaciones, pero no se ha utilizado en 84 años. Más recientemente, la Cámara ha pedido al Departamento de Justicia y a los tribunales que defiendan su derecho a recopilar información. Tales intentos han resultado infructuosos durante la administración Trump.

“Los esfuerzos de la Casa Blanca para intimidar, para impedir el acceso, para evitar que cumplamos con nuestras responsabilidades de investigación, son una violación a la Constitución. Por lo tanto, deberíamos ejercer nuestros derechos amparándonos en el desacato inherente”, consideró la representante Jackie Speier (D-Hillsborough), miembro del Comité de Inteligencia.

¿Qué se incluirá en los artículos de juicio político?

Eso es variable, y es demasiado pronto para decirlo con certeza. En general, se espera que cualquier artículo pueda incluir la obstrucción del Congreso, de la justicia y el abuso del poder.

Clinton fue acusado por dos artículos: mentir bajo juramento y obstrucción de la justicia. Nixon enfrentó tres: obstrucción de la justicia, abuso de poder y desacato al Congreso. Johnson fue acusado por 11 artículos.

Hennessey afirmó que los demócratas deben buscar dos cuestiones al momento de decidir qué incluir: una conducta inequívocamente digna de juicio político, y evidencia incontestable de ello. Eso significa que es improbable que los artículos incluyan el comportamiento de Trump antes de ser presidente o cualquier cosa que la Cámara haya investigado desde que los demócratas tomaron el poder legislativo, en enero, y que esté envuelta en una batalla legal.

También es poco probable que incluya la frustración de los demócratas por la inmigración y otros desacuerdos políticos, o la mayoría de lo que el fiscal especial Robert S. Mueller III encontró en su informe acerca de la interferencia rusa en las elecciones de 2016. “El juicio político no sirve para todas y cada una de las quejas contra el presidente”, comentó Hennessey. Pero eso podría ser difícil de equilibrar, añadió, porque los demócratas no querrán tolerar otros comportamientos que han estado investigando. “La acusación es el mecanismo por el cual el Congreso dice lo que es aceptable y lo que no lo es”, aclaró Hennessey. Si se excluye algo, “se arriesga a enviar el mensaje a los futuros presidentes de que esas otras cosas no son dignas de un juicio político”.

¿Qué ocurre después de que la Cámara vota?

En caso de que haya pasado mucho tiempo de su educación cívica en la preparatoria, aquí hay un recordatorio: la acusación en sí no significa la destitución del cargo.

Hay que pensar el juicio político como la votación de la Cámara para presentar cargos contra el presidente, un proceso no muy diferente de cómo un gran jurado podría presentar una acusación.

Luego es tarea del Senado celebrar un juicio y determinar si se debe condenar al presidente y destituirlo de su cargo.

Un equipo de representantes, conocidos como encargados, desempeña el papel de fiscales. El mandatario tiene abogados defensores y el Senado sirve como jurado (varios senadores republicanos ya han afirmado que no pueden responder a las preguntas de los reporteros sobre las acusaciones contra Trump porque son jurados potenciales, aunque eso no detuvo a los legisladores republicanos durante el juicio político de Clinton).

Si al menos dos tercios de los senadores declaran culpable al presidente, este es destituido y el vicepresidente asume el mando. No hay apelación.

Eso nunca ha sucedido. Tanto Clinton como Johnson no fueron declarados culpables y permanecieron en el cargo. Nixon renunció cuando se hizo evidente que había perdido el apoyo de sus compañeros republicanos y que sería destituido.

¿Es necesario que el Senado realice un juicio?

En cierta medida. Según las reglas del Senado, si la Cámara vota para destituir, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Kentucky), afirmó: “No tendría más remedio que asumirlo”. Hablando en CNBC el lunes, agregó: “Cuánto tiempo se tarda es un asunto completamente diferente. Pero no tendría más remedio que involucrarme, basado en una norma del Senado sobre la destitución”.

Eso podría adoptar varias formas diferentes. Se necesitaría sólo un voto mayoritario de los senadores, por ejemplo, para presentar los artículos para su consideración y luego simplemente desestimarlos sin tener un juicio completo. Además, siempre es posible que el Senado sólo cambie las reglas existentes.

Lo que McConnell decida hacer puede depender de la opinión pública y de si los senadores republicanos vulnerables sienten que pueden defender sus votos lo suficiente en sus sitios de origen como para ser reelegidos.

¿Cuándo terminará esto?

Pelosi quiere que la investigación avance “rápidamente”.

Los líderes demócratas han insinuado que tomará semanas, o meses como máximo. No quieren alargar el tema demasiado y perder el interés público.

Es posible que deseen presentar los artículos de juicio político antes de fin de año, para disminuir la apariencia de que intentan influir en las elecciones presidenciales de 2020 y reducir el tiempo que su candidato para 2020 deberá pasar hablando de ello.

“En este punto, mi opinión es que debemos avanzar con el juicio político -o no avanzar- para fines de este año”, remarcó el representante Ted Lieu (D-Torrance), miembro de los comités Judicial y de Asuntos Exteriores. “En algún momento, el pueblo estadounidense podrá destituir o no [al presidente], en noviembre. Cuanto más se acerca uno a la elección, menos sentido tiene hacer un proceso de juicio político”.

Para John Hudak, miembro principal de Brookings Institution, es demasiado pronto para saber qué partido se beneficiará políticamente de la investigación y cuál se verá afectado. “Las próximas cinco a ocho semanas probablemente nos dirán mucho más sobre las elecciones de 2020 que los últimos tres años”, anticipó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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