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Reporte: Parejas modernas: ¿Cuentas juntas o separadas?

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Las parejas de la generación de los millennials probablemente no unifiquen sus finanzas incluso si llevan bastante tiempo juntas.

Las aplicaciones que facilitan las transferencias de dinero usando el teléfono hacen que sea muy fácil compartir gastos como el alquiler y servicios.

O tal vez dispongan pagar cada uno ciertas cuentas, manteniendo sus propias cuentas bancarias.

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En Estados Unidos, un informe del Bank of America del año pasado indicó que el 28% de las parejas de entre 23 y 37 años consultadas dijeron que tienen cuentas separadas. Solo el 11% de las parejas de entre 38 y 52 hacen lo mismo, y el 13% de las de 53 a 71.

No hay una “forma indicada” de manejar las finanzas, pero la combinación de amor y dinero tiene sus ventajas. Aquí algunas consideraciones sobre el tema:

Fije expectativas

Cuando Juli Olson y su novio Travis McClelland, ambos de 31 años, empezaron a convivir en Houston, mantuvieron finanzas separadas.

Olson dice que ella siempre fue una mujer frugal y que distintas visiones acerca de cómo usar el dinero daban paso a discusiones. “Él tal vez piense que gastar tanto dinero en una salida a cenar está bien, pero a mí no me parecía bien”, comentó.

Al final, la pareja armó un presupuesto y se fijó objetivos. Negociaron y decidieron gastar no solo en necesidades sino también en entretenimiento. “Mi vida con él es mucho más divertida, sin duda”, señaló Olson.

Cuando están listos para empezar a convivir, hay que ser honesto sobre el manejo del dinero y sobre las expectativas que tiene cada uno.

Decidir cuánto se debe gastar en salidas a comer y en comestibles. Si van a ahorrar con miras a determinados objetivos comunes, como vacaciones o un auto.

Hay aplicaciones que ayudan a manejar presupuestos.

Pros y contras

Una cuenta conjunta es algo más que una herramienta conveniente. Digamos que tienen cuentas separadas y usted no sabe o no recuerda la información para ingresar a la cuenta de su pareja.

Si surge una emergencia, como una hospitalización, le costará mucho acceder a ese dinero para pagar cuentas, dice Christine Centeno, de 36 años, planificadora de finanzas de Simplicity Wealth Management, firma de Richmond, Virginia.

“Incluso si están casados, deben sortear un par de obstáculos para acceder a ese dinero”, dice Centeno, quien recomienda agregar a su pareja como beneficiario en su cuenta corriente si no hay cuentas conjuntas.

Centeno, al igual que muchos millennials, usa bancos online exclusivamente. Dice que fue fácil añadir a su esposo, Osmin, de 37 años, a su cuenta.

Abrir una cuenta conjunta no implica que debe cerrar su cuenta personal o ceder el control de su dinero, señala Centeno. Para evitar peleas, decidan cuánto dinero puede gastar cada uno en caprichos, sin explicaciones.

50/50 no siempre es justo

Dividir los gastos por partes iguales no siempre es justo cuando uno de los miembros de la pareja gana mucho más que el otro. Considere una división proporcional, recomienda Centeno.

Calcule todos los gastos y qué porcentaje pagará cada uno. Que uno pague el 60% de todo y el otro el 40%, por ejemplo.

Esto ayuda de paso a ahorrar dinero para la jubilación o para otras cosas, según Centeno. Algo vital si la pareja se separa o si alguien muere.

Ashley Patrick, de 34 años, y su marido Tyler, de 35, necesitaron menos de dos años para pagar una deuda de 47,000 dólares en préstamos estudiantiles, impuestos y un auto. Lo hicieron fijando un presupuesto, haciendo trabajos extras y vendiendo algunas cosas.

Ashley, quien bloguea en BudgetsMadeEasy.com, usa el cheque de su marido, que es más grande y llega una semana antes que el de ella, para pagar las cuentas más grandes, y el suyo para los gastos menores.

“Es una fórmula que decidimos tras un par de años, después de varias penalidades por pagar tarde y saltearnos algún pago”, explicó.

Revise sus cuentas

Olson y McClelland revisan semanalmente su estado de cuenta usando una aplicación llamada Honeyfi. Los Patrick también lo hicieron mientras saldaban sus deudas.

Los millennials son muy francos al hablar de dinero.

El 97% de las parejas de 18 a 34 años dicen que hablan de las finanzas al menos una vez al mes, comparado con el 88% del resto de los grupos por edades, según un estudio de 2018 de más de 1,700 adultos de TD Bank.

“Muchas parejas caen en la trampa de hablar de dinero sólo cuando pasa algo grave”, dice Sam Schultz, cofundador de Honeyfi. “Trate de acostumbrarse a hablar de dinero regularmente, incluso cuando no pasa nada fuera de lo habitual”.

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