Unos médicos dicen que un tratamiento experimental parece haber librado a un paciente del VIH
Un hombre brasileño con sida no ha mostrado indicio alguno del virus que causa la enfermedad durante más de un año desde que dejó de tomar medicinas para el VIH, luego de recibir una intensa terapia experimental dirigida a eliminar el virus oculto en su cuerpo, reportaron los médicos el martes.
El caso necesita ser verificado independientemente y es demasiado pronto para conjeturar sobre una posible cura, dijeron los científicos.
“Estos son resultados emocionantes, pero son preliminares”, afirmó la doctora Mónica Gandhi, especialista en SIDA de la Universidad de California en San Francisco. “Esto sucedió con una persona, una sola persona” y no con las cuatro otras que recibieron el mismo tratamiento, agregó.
Otro especialista de UCSF, el doctor Steven Deeks, dijo: “no es una cura”, sólo un caso interesante que merece más estudios.
El caso fue descrito en una conferencia sobre SIDA en la que investigadores revelaron además un avance importante en la prevención: una inyección de un medicamento experimental cada dos meses fue más efectivo que las píldoras diarias de Truvada para prevenir que hombres homosexuales no infectados contrajeran el VIH de un compañero sexual infectado. Centenares de miles de personas toman esas píldoras preventivas ahora y la inyección les daría una nueva opción, casi como una vacuna temporal.
Si el caso brasileño se confirma, sería la primera vez que el virus ha sido eliminado en un adulto sin un trasplante de médula o de células madres. Los expertos independientes quieren determinar, si la remisión perdura, que la combinación de medicamentos en la terapia que recibió sea usada en más pruebas.
“Estoy muy emocionado porque es algo que quieren millones de personas”, dijo el hombre de 35 años, que habló con condición de anonimato. “Es un regalo de vida, una segunda oportunidad para vivir”.
Los trasplantes se realizaron a otros dos hombres, apodados pacientes “Berlín” y “Londres” por los lugares donde fueron tratados, y fueron curados previamente.
“Soy una prueba viviente de que es posible ser curado”, dijo Adam Castillejo, el paciente “Londres”, durante una conferencia de prensa en el encuentro sobre sida, que se realiza en internet debido a la pandemia de coronavirus.
Él y el paciente “Berlín”, Timothy Ray Brown, tuvieron donantes con un gen que confiere inmunidad natural contra el VIH. Esos trasplantes son muy riesgosos y poco prácticos para ser intentados a gran escala, por lo que los médicos estudian otros métodos.
Es difícil eliminar el VIH porque establece un “reservorio” temprano de células sanguíneas donde permanece latente y no puede ser atacado por medicamentos o el sistema inmunitario. Las infecciones se pueden controlar con medicina, pero tan pronto como los pacientes dejan de tomarlas, el virus latente se activa y renueva la enfermedad.
El Dr. Ricardo Díaz, de la Universidad de Sao Paulo en Brasil, dirigió el estudio que probó combinaciones de medicamentos fuertes y nuevas para tratar de purgar este reservorio.
“Estamos tratando de despertar el virus” y aumentar la capacidad del sistema inmunitario para eliminarlo una vez que se haya sacado de su escondite, explicó Díaz.
El hombre de Brasil había estado tomando una combinación estándar de tres fármacos para suprimir su virus. En septiembre de 2015, Díaz agregó dos nuevos para intensificar su tratamiento, Dolutegravir y Maraviroc, más Nicotinamida, una forma de vitamina B3 que puede ayudar a exponer el virus latente.
Después de casi un año, el paciente volvió a los tres medicamentos estándar durante dos años más, luego dejó de tomar todas las medicinas contra el VIH en marzo de 2019. Desde entonces, el virus no ha sido detectable en muchas muestras de sangre y tejidos.
“No podemos buscar en todo el cuerpo, pero por la mejor evidencia, no tenemos células infectadas”, dijo el Dr. Díaz.
La evidencia más convincente: las pruebas muestran que el hombre ha perdido casi todos los anticuerpos contra el VIH, sustancias que el sistema inmunitario produce al combatir el virus.
Ansioso por una verificación independiente, el paciente dijo que fue a un centro de asesoramiento para una prueba anónima de VIH en febrero. Resultó negativo.
“Hizo una foto de los resultados” y nos la envió, dijo el Dr. Díaz.
Los resultados de los anticuerpos son “la parte más fascinante de esta historia”, comentó Deeks. “Estos son científicos sólidos” y “el equipo puede haber encontrado algo que ayude”, pero tendrá que verificar estos resultados y llevar a cabo muchas más pruebas, expuso.
En particular, los médicos querrán ver pruebas de análisis de sangre de que el paciente realmente había dejado de tomar sus medicamentos contra el VIH. El Dr. Díaz dijo que todos los pacientes con VIH en Brasil obtienen sus medicamentos de un programa de salud del gobierno y que verificó que el hombre había detenido el consumo.
“Creo que es muy prometedor. Este paciente podría estar curado”, pero llevará más tiempo saberlo, dijo el Dr. Díaz.
El régimen no tuvo éxito con otros cuatro tratados de la misma manera, o en ninguno de los otros en el estudio de 30 personas que se enfoca en pruebas relacionadas.
El Dr. Díaz dijo que tenía aprobación para un nuevo estudio en 60 pacientes, patrocinado por subvenciones del gobierno en Brasil y por ViiV Healthcare, la compañía británica que fabrica Maraviroc.
El Dr. Anton Pozniak, jefe de la conferencia sobre el SIDA y especialista en VIH en el Hospital Chelsea y Westminster en Londres, señaló que se necesita más tiempo para ver si el virus se recupera.
“Estoy esperando. Soy escéptico sobre todo esto... hasta que pasen un par de años”, manifestó.
El estudio separado sobre prevención involucró a casi 4.600 personas en América del Norte y del Sur, Asia y África. Probó inyecciones de la droga experimental Cabotegravir de ViiV contra las píldoras diarias de Truvada, la droga de Gilead Sciences ya aprobada para prevenir la infección por VIH.
El estudio se detuvo temprano, en mayo, cuando la inyección parecía al menos tan efectiva como las píldoras. Los resultados finales ahora muestran que la vacuna funciona mejor: hubo 13 infecciones nuevas entre quienes la recibieron versus 39 entre quienes tomaron Truvada, dijo el líder del estudio, el Dr. Raphael Landovitz de UCLA.
“Las personas pueden mantenerse protegidas sin haber tomado una píldora todos los días”, destacó. “Tienes una oportunidad y no necesitas hacer nada durante dos meses. Eso es increíblemente poderoso”.
Los resultados “podrían revolucionar la prevención del VIH en todo el mundo” y dar una nueva opción para las personas que no quieren tomar una píldora diaria, dijo Gandhi.
ViiV ha dicho que buscará la aprobación de Estados Unidos para Cabotegravir; su precio final es desconocido. Truvada cuesta entre $1.600 y $1.800 por mes, pero la cantidad que los pacientes pagan de su bolsillo depende del seguro y otros factores. Con cualquiera de los dos medicamentos, se insta a las personas a usar condones para prevenir otras enfermedades de transmisión sexual.
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