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A medida que aumenta el número de muertos en hogares de ancianos, California dicta nuevas reglas y recibe ayuda de la Guardia Nacional

El sargento de la Guardia Nacional, Joseph Schlitz, ingresa al Hollywood Premier Healthcare Center, que ha reportado 25 casos de coronavirus entre el personal y 29 entre los residentes.
(Brian van der Brug/Los Angeles Times)

Cada vez más trabajadores de la salud se infectan, tienen miedo de ir a trabajar o se ven marginados por el autoaislamiento

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Durante semanas, los funcionarios de salud pública han luchado para frenar la propagación mortal del coronavirus en los hogares de ancianos.

En una instalación en el condado de Tulare, 15 han fallecido. La cifra de muertos llegó a 18 en un hogar de ancianos de Yucaipa, 14 en un centro de Pasadena y 17 en un hospital en Bell. Y los hogares de ancianos representan una proporción cada vez mayor de decesos en el condado de Los Ángeles: más del 40% de los 851 que han muerto en todo el Condado.

Los funcionarios estatales y locales anunciaron nuevas medidas destinadas a abordar la creciente tasa de mortalidad a través de regulaciones más agresivas y la ayuda de la Guardia Nacional de California, que irá a los hogares de ancianos para aumentar los niveles de personal.

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La Dra. Bárbara Ferrer, directora de salud pública del Condado, promovió una orden que amplía las pruebas al personal y a los residentes sintomáticos y asintomáticos, prohíbe las visitas, suspende las comidas comunales y exige que tanto el personal como los residentes usen equipos de protección.

Los movimientos están diseñados para tener una mejor idea de cuántas personas dentro de esos lugares han contraído el nuevo coronavirus y para limitar el acceso a los extraños que pueden traer el virus o adquirirlo ellos mismos.

El despliegue de los equipos de la Guardia Nacional de California tiene como objetivo reforzar al personal, ya que cada vez más trabajadores de la salud se infectan, tienen miedo de ir a trabajar o se ven marginados por el autoaislamiento.

Hasta ahora, la Guardia Nacional sólo había sido enviada a cinco hogares de ancianos en el condado de Los Ángeles con planes de desplegarse en cuatro más, pero muestra un potente símbolo sin precedentes de la manera en que la pandemia ha afectado a las instituciones de atención a largo plazo, la profundidad de la situación y los desafíos que enfrentan.

“Hemos identificado al personal que está enfermo o al que es positivo con COVID-19, los cuales deben permanecer fuera del lugar de trabajo durante un período prolongado de tiempo. En los lugares donde hay brotes, eso puede significar que existen docenas de empleados que apropiadamente no van a trabajar”, dijo Ferrer, cuya oficina solicitó la ayuda.

Las acciones subrayan cuánto se han convertido los hogares de ancianos en el epicentro de la crisis del coronavirus en California y en todo el país.

“En términos de las poblaciones vulnerables, la primera prioridad tiene que ser para los hogares de ancianos”, indicó la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del condado de Los Ángeles. “Ahí es donde se han producido la mayoría de los brotes”.

Molly Davies, quien dirige el programa de defensora del pueblo del condado de Los Ángeles, que investiga las preocupaciones sobre estas instituciones, reveló que había recibido quejas por falta de personal, pero también escuchó directamente a los centros sobre sus necesidades.

“Tenemos escasez general de personal. Algunos que están enfermos y necesitan ponerse en cuarentena y otros que tienen miedo de trabajar”, expuso Davies. “Es bueno tener otra opción”.

El anuncio de la Guardia Nacional evocaba imágenes de un convoy de soldados armados que descendían a las casas de ancianos y enfermos. Los activistas dijeron que no había indicios de que la Guardia Nacional estuviera imponiendo su presencia en las instalaciones; la ayuda de la fuerza militar fue aceptada de forma voluntaria.

El teniente coronel Jonathan Shiroma, director de asuntos públicos de la Guardia Nacional del estado, dijo que típicamente equipos de ocho personas, incluidos cinco médicos, una enfermera y un sargento administrativo, llegan para ayudar con las necesidades básicas.

“Aumentarán el personal actual en esas instalaciones”, señaló Shiroma, y agregó que los equipos permanecerán en el sitio mientras sean necesarios.

Los equipos comenzaron a ayudar a los hogares de ancianos a principios de esta semana. Los sitios incluyen el Meadows Nursing Center en Pasadena, donde 18 residentes dieron positivo por el coronavirus y una persona murió, así como la Motion Picture and Television Country House en Woodland Hills, donde fallecieron cinco residentes y nueve miembros del personal y 17 residentes resultaron positivos, según datos del Condado.

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Los criterios para el despliegue seguían sin estar claros. Por ejemplo, Eastland Subacute and Rehabilitation Center, una instalación de 139 camas en El Monte, recibió ayuda de la Guardia Nacional. Sin embargo, Liz Tyler, una portavoz de la instalación, señaló que ningún residente o personal había dado positivo por COVID-19. Tyler sostuvo que no había escasez de personal, se cumplían los requisitos mínimos del mismo y dijo que el personal actual de Eastland no se estaba asignando a otras instalaciones con necesidades apremiantes.

“La Guardia Nacional es útil y siempre se agradecen las manos adicionales”, manifestó Tyler. “Pero este no era un sitio de crisis”.

Ni el departamento de salud del estado ni el del Condado respondieron preguntas sobre por qué Eastland recibió asistencia de la Guardia Nacional.

El mayor Chris Scott, director de operaciones médicas de los equipos de enfermería especializada de la Guardia Nacional de California, argumentó que sus equipos aún estaban evaluando cada instalación y trabajando con el liderazgo y los directores en cada sitio para tener información y datos precisos.

“Podría haber pruebas que lleguen hoy y mañana, y esos resultados hacen que las cosas cambien a cada momento”, explicó Scott.

El gobernador Gavin Newsom dijo el viernes que la Guardia Nacional se desplegó “para ayudar a apoyar los esfuerzos de aislar, realizar pruebas y asegurarse de que compartimos las mejores prácticas y protocolos dentro del sistema, particularmente para aquellos sitios que identificamos como más agudos”.

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Newsom expuso que los sitios fueron identificados a través del método de recolección de datos “antiguo” del estado: “llamadas diarias” a los 1.224 centros de enfermería especializada de California.

El gobernador se centró en el esfuerzo estatal para reforzar los hogares, incluida la contratación tanto de 600 enfermeras como de agencias de personal temporal para manejar los aumentos de casos.

En el condado de Los Ángeles, el número de casos de coronavirus en hogares de ancianos y otros entornos institucionales aumentó a 3.847 residentes y 1.492 empleados en 293 instalaciones, reveló Ferrer, la directora de salud. El incremento coincide con un aumento en las pruebas en esas instalaciones, lo que lleva a infecciones identificadas entre personas asintomáticas.

Ferrer dijo que el número de casos asintomáticos entre el personal y los residentes fue una llamada de atención. En una orden emitida el viernes, los hogares de ancianos y los centros de vida asistida habrán ampliado las pruebas de los residentes y el personal, pero la frecuencia se determinará para cada instalación trabajando con el departamento de salud del Condado.

“Está claro que las personas asintomáticas, de hecho, están infectadas con el virus y son capaces de eliminar el virus, y eso significa que son proclives de infectar a otros”, señaló Ferrer. “Entonces, en lugares donde tenemos muchas personas vulnerables que residen en los hogares de ancianos, en los centros de atención a largo plazo, es realmente importante reconocer esta nueva realidad”.

La nueva orden de salud también requería limitar la entrada a los empleados a estas instalaciones de vivienda, incluidos hogares de ancianos. Será preciso que el personal use mascarillas quirúrgicas y equipo de protección personal, y los residentes también deberán utilizar mascarillas quirúrgicas o una cubierta de tela para la cara.

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Unas horas después de la orden de Ferrer, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, anunció “una orden de emergencia complementaria” que requerirá la oferta obligatoria de pruebas mensuales de COVID-19 para residentes, empleados y contratistas en las 80 instalaciones de enfermería especializada de la ciudad.

Garcetti señaló que podía ordenar a las instalaciones que ofrecieran pruebas, pero que no tenía autoridad para obligar a los residentes o trabajadores a hacerse el examen.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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