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Vendedores ambulantes frustrados por los ataques callejeros

Los vendedores le piden a los gobiernos locales que los ayuden contra los asaltos y golpes.
Los vendedores le piden a los gobiernos locales que los ayuden contra los asaltos y golpes.
(Jared Gase/ )
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Para muchos vendedores ambulantes, las ventas bajas, las caminatas largas, el soportar calor o frío, y en ocasiones, los acosos de la policía, no es mucho trabajo como lo son los ataques físicos y robos callejeros.

Entre las anécdotas se encuentran amenazas de golpes, daños a su mercancía, ofensas racistas y hasta los golpes.

El último caso que ha hecho noticia es el de la vendedora de elotes y raspados Marilaura López, quien fue agredida brutalmente por cuatro mujeres en la esquina de Oakwood Avenue y State Street, en Lynwood, cerca de Plaza México.

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“Fue un momento de frustración y miedo que no le deseo a nadie, es una humillación escuchar que se ríen de cómo te golpean, es muy feo”, dijo López a NBC4 en una entrevista.

Según la Universidad del Sur de California Annenberg, la policía del condado de Los Ángeles informó un aumento del 336 por ciento, en la última década, en casos de asalto y robo contra vendedores ambulantes.

Rosalinda Morales, una vendedora en el área del este de Los Ángeles, dijo que los ataques son más comunes de lo que la gente piensa, pero muchos vendedores no lo reportan a la policía.

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“Esto es algo con lo que vivimos los trabajadores ambulantes día a día”, expuso Morales, originaria de Puebla, México.

“Creo que las autoridades necesitan empezar a ver esto ya, porque estas quejas vienen de años atrás. Hemos sido agredidos físicamente y estafados por pandilleros todo el tiempo”, sostuvo Morales, quien en 10 años en la venta ha sido asaltada cinco veces.

Francisco Salvador, de 55 años, un vendedor de paletas, recorre las calles desde hace 20 años; lo han asaltado 10 veces y golpeado en tres ocasiones.

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“Te puedo decir que el trabajo de vender en la calle es muy bonito y no lo considero trabajo, pero lo que sí es una carga es tener que cuidarte las espaldas porque temes por tu vida”, manifestó Salvador.

El inmigrante de Guanajuato, México nunca ha denunciado los ataques o robos por temor a que la policía pregunte por su tarjeta verde, ya que es indocumentado en este país.

“A veces te quejas y puede resultar contradictorio, como se ve en muchos casos. Para los pandilleros y la gente mala somos un blanco perfecto, pero no podemos dejar de vender. Le pedimos a los gobiernos locales de cada ciudad que pongan su granito de arena y atrapen a los responsables”, dijo.

En el caso de López, la señora asegura que cuatro mujeres de color, probablemente adolescentes o jóvenes adultas, bajaron de un auto gris sin placas, y mientras unas la detenían de las manos otras la golpeaban para luego ser asaltada. La vendedora logró tomar una foto del vehículo, pero las agresoras le robaron poco más de 200 dólares.

Hasta que un hombre salió de su casa y les gritó, entonces las mujeres huyeron.

José Robles, vendedor de elotes en Azusa, lleva siete años vendiendo en la calle.

“Todas las historias donde quiera que vayas van a ser igual… los ataques a los vendedores ambulantes desde el este de Los Ángeles, a Lynwood a Long Beach a San Bernardino, siempre somos víctimas”, manifestó.

“A quién podemos solicitar ayuda si sabemos que no hay mucho apoyo para nosotros… las autoridades quieren ver muertes para empezar a actuar. Nimodo, hay que seguir vendiendo y arriesgando”, agregó.

La comunidad ha organizado una recaudación de fondos para ayudar a la vendedora, es este domingo a partir de las 11 de la mañana, en 3127 Oakwood Avenue en Lynwood, anunció Audriey Casas, maestra de Lynwood High School y coordinadora de la recaudación de fondos.

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